CULTURA

Una obra de teatro en espacio real revoluciona Salto y la Región

Se trata de “El pan de la locura”, la cual no se desarrolla en un teatro, sino en una panadería de verdad. Las últimas funciones se realizarán el 27 de agosto y el 3 de septiembre, a las 20 horas.

>Por Redacción Diario Núcleo

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24 de Agosto de 2022 10:35

“El pan de la locura” es una obra en espacio real que se viene presentando hace un par de meses en la localidad de Salto, donde el público ha aprobado cada función realizada a sala llena. Esta obra es para quienes se hacen grandes haciendo cosas pequeñas. Levantándose cada día antes que el sol, sin domingos ni feriados. A veces mordiendo penas y otras colmados de felicidad. Siempre guardando para el cliente su mejor sonrisa.

Las próximas presentaciones se realzarán el sábado 27 de agosto y el sábado 3 de septiembre a las 20 horas en Panadería Modelo, ubicada en Avenida Mitre 684. Quienes deseen conseguir entradas anticipadas pueden hacerlo a través de la red social Instagram elpandelalocurasalto.

Qué es una obra en tiempo real

Una obra de teatro en tiempo real significa, principalmente, que la misma no se desarrolla en un teatro sino en un espacio real; en este caso en la Panadería Modelo de la familia Castagno (dos de las protagonistas son hijas del panadero). Los espectadores se sientan en la cuadra, zona donde se hace el pan. Es decir que la obra sucede íntegramente dentro de una panadería real, a la que se le suma el arte teatral.

De qué se trata la obra

Al respecto Clara Williams, una de las responsables de la comunicación de la obra, contó que vienen realizando funciones desde abril y las próximas serán las últimas. “Nos gustaría que la gente de la zona conozca nuestra propuesta original y nos acompañe”, dijo.

Sobre la obra, Williams expresó que “puede parecer la cuadra simplemente el espacio donde se hace el pan”. Pero lo cierto es que no es sólo masa lo que allí se cocina. “Definitivamente, el pan no está hecho sólo de harina, agua y un poco de sal. Tanto más hay en él: madrugada, radio, mate, una pena mordida, una palmada en el hombro, silencio, recuerdos, una broma, hambre, miedo”, manifestó.

Entonces, es así que cada mañana, cuando se levanta la cortina del negocio, muchas cosas han sucedido ya en la panadería. Incluso irreparables. ¿Pero será alguna tan fuerte como para romper su rutina implacable?

Sobre el lugar, puede decirse que hace casi 70 años, en Salto, un joven les enseñó a sus hermanos su recién aprendido oficio de panadero. Quizás aprender a hacer el pan fuera la única forma de asegurarse que nunca más les vuelva a faltar. “¿Habrá imaginado entonces que estaba señalando el destino del resto de su extensa familia? Lo cierto es que así fue. Una vez aprendido, este oficio fue pasando de generación en generación hasta llegar hoy aquí, a esta cuadra que levantaron con sus propias manos”, detallaron.

Porque “cada pan que hacemos es una cosa pequeña. Pero es el pan de la gente. Y a la gente le cuesta mucho este pan. Por eso se convierte de una cosa pequeña en una cosa grande si nosotros nos damos enteros y lo hacemos sano, y limpio, y digno de la gente”, agregaron.