Allá por 2013 el Papa Francisco les pedía a los jóvenes que “hagan lío”, en el buen sentido de la frase. El padre Gustavo Albrecht, de casi 50 años, se consagró como sacerdote hace un puñado de años luego de llevar una vida “normal” hasta recibir el llamado de Dios. La primera parroquia que le asignaron, fue la San Francisco de Asís en Rojas.
Siguiendo el pedido de Francisco, y rompiendo con viejos esquemas de la Iglesia Católica que se quedaron en el tiempo, Gustavo se ganó el cariño de gran parte de la comunidad rojense, derribando barreras del catolicismo. Luego de atravesar una difícil pandemia (vivió a arroz varios meses), cuando las restricciones se fueron disipando, el cura “sacó la iglesia a la calle”.
Empezó a hacer misas en las plazas de los barrios, se acercó a los pobres y se preocupó mucho por los jóvenes. Inclusive, llegó a dar una misa para los vecinos que asisten diariamente al basural en busca de algo que les permita intercambiar por dinero. En más de una oportunidad se disfrazó de payaso y le robó una sonrisa a niños y adultos. A la hora de dar catequesis, priorizó el cariño entre los niños, dejando de lado si aprendían o no el Credo. Porque para él, lo importante es el trabajo en equipo.
Pero eso hizo que un puñado de feligreses ortodoxos lo empezaran a mirar de reojo. Inclusive el año pasado hicieron una campaña para juntar firmas para que el obispo de la Diócesis de San Nicolás lo remueva de su cargo. Automáticamente, quienes aprecian el trabajo de Gustavo, iniciaron una “contracampaña” la cual se convirtió en un éxito y el párroco continuó en su cargo.
Pero este año los cuestionamientos volvieron a surgir y eso hizo que Gustavo, según contaron desde su propio equipo de trabajo, se cansara y desilusionara. Su decisión fue hacer un retiro espiritual, en el cual aún se encuentra, en busca de claridad para decidir qué hacer en cuanto a su futuro en la parroquia.
Misa masiva en apoyo a Gustavo
Ayer, el pueblo se revolucionó. A través de las redes los vecinos pidieron autoconvocarse a las 20 horas frente a la iglesia de la Plaza San Martín para pedir por la continuidad del cura, pero el propio Gustavo les hizo llegar un mensaje: “Sé que algunas personas se están movilizando y quieren juntarse hoy (por ayer) en la plaza, les pido que por favor no lo hagan, ya que eso no sumaría nada a esta causa y no vale la pena que, por unos pocos, se movilice tanta gente buena. Sé del cariño de la gente hacia mí y no quiero que se genere más discordia”.
Por eso, pidió que en vez de autoconvocarse, que participen de la misa que se realizó anoche, a cargo del padre Ángel, a las 20 horas. La parroquia se colmó de vecinos que tomaron el pedido del padre que continuará hasta fin de mes en el retiro espiritual. Luego tendrá una reunión con el obispo para analizar situaciones y ver si es conveniente que siga al frente de la parroquia o no.
De qué depende su continuidad
Según información que administra diarionucleo.com, el obispo estaría dispuesto a que Gustavo Continué al frente de la parroquia con su revolucionario trabajo por seis años más. Pero la decisión será del sacerdote, el cual se vio muy afectado emocionalmente por todo lo que le ha tocado transitar en el último tiempo. Sólo Dios sabrá cuánto aguanta su fe.
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