Pergamino
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Discapacidad: culmina un año de lucha intensa por un Pergamino más accesible

A través de la agrupación Discapacidad Argentina, las instituciones locales lograron poner en agenda la vulneración de derechos, pero el cierre del año deja un sabor amargo ante la falta de presupuesto real y respuestas que no pasan del "diálogo".

El presente año marcó un hito importante en la búsqueda de un Pergamino más accesible. Básicamente se podría mencionar a 2025 como el año del fin de la "invisibilidad" en cuestiones de discapacidad y accesibilidad ya que, bajo el ala de Discapacidad Argentina, un movimiento que nació en la pandemia y se consolidó como un actor político de peso, las instituciones locales salieron a reclamar mejoras y a denunciar con contundencia las "barreras" existentes en la ciudad y que dificultan o impiden a muchos pergaminenses desarrollar con normalidad sus actividades cotidianas.

Además, el año que termina popularizó conceptos como el de Diseño Uiversal, que permiten pensar un futuro en el que todo el esquema urbano se ajuste a parámetros de diseño que permitan una accesibilidad integral y una mejora significativa en la calidad de vida de todos los ciudadanos.

En ese contexto, un reclamo emblemático articulado a través de Discapacidad Argentina fue el relacionado con la esquina de Dr. Alem y San Martín. Lo que para un automovilista es solo una intersección "desplazada" y complicada, para los alumnos de Aikén y el colegio Santa Clara de Asís es un foco de inseguridad y un problema habitual en el momento de llegada y salida de esos establecimientos. 

Pese a los reiterados petitorios y a la propuesta técnica de una senda peatonal elevada, la respuesta de la Comisión de Tránsito (argumentando que "perjudicaría el flujo vehicular") dejó en claro que previo a estas intervenciones no existía en el área un concepto acerca de la importancia de la accesibilidad. Así lo señaló eventualmente la profesional Antonella Risodé durante el ciclo EN VIVO: DiarioNucleo.com: "La independencia implica que una persona pueda ir al cine o tomar un colectivo sin la necesidad de depender de terceros". Esa autonomía, hoy en Pergamino, sigue siendo una utopía.

Conflictos en aumento

Por otra parte, a mediados de año hubo una sucesión de protestas, con epicentro en la Plaza Merced. Profesionales, transportistas y familias se unieron al reclamo nacional por la Ley de Emergencia, pero con un fuerte anclaje local. La crisis de las obras sociales y el nomenclador congelado pusieron a los centros de día y talleres protegidos al borde de la quiebra.

Una oportunidad de alivio financiero se dio a través del Concejo Deliberante, con un proyecto que buscaba destinar el 10% del Fondo Educativo para asistir a las instituciones, pero el mismo fue rechazado por la mayoría oficialista. En su lugar, se aprobó una resolución que insta a "continuar con el acompañamiento", una medida que para muchos es "vuelo corto" ante la urgencia de pagar sueldos y servicios.

Ciudad dividida

Asimismo, la agrupación Discapacidad Argentina realizó, también ante el Concejo Deliberante, una precisa presentación en la que especifica con contundencia que Pergamino está dividida. Por un lado, quienes transitan sin obstáculos y por el otro, quienes deben lidiar con veredas rotas y ausencia de vados, transporte público sin rampas, edificios municipales y sitios web inaccesibles y falta de intérpretes de Lengua de Señas en actos oficiales, entre otras cuestiones. 

Diseño universal

Este año marcó, además, la introducción de un concepto absolutamente clave con relación a la concepción del espacio urbano y la accesibilidad: El Diseño Universal (DU).

Este concepto se erige como una filosofía esencial para construir sociedades más justas e inclusivas. Más que una mera cuestión técnica, se trata de una política de derechos humanos que busca crear productos, comunicaciones y entornos accesibles para la mayor cantidad de personas, sin necesidad de costosas adaptaciones posteriores.

Su premisa fundamental es simple, pero poderosa: la diversidad humana debe considerarse desde el inicio de cualquier proceso de diseño.

En ese contexto, los reclamos de las agrupaciones nucleadas en Discapacidad Argentina apuntan a la implementación del concepto de DU en los futuros diseños de espacios públicos y privados de la ciudad, de manera tal de que cada nueva obra que se desarrolle sea un paso adelante hacia el objetivo de una ciudad inclusiva. 

El objetivo del Diseño Universal va más allá de eliminar las conocidas barreras arquitectónicas. Su propósito central es promover la inclusión plena y la autonomía de todas las personas, garantizando su participación equitativa en la sociedad. Esto implica un cambio de paradigma: dejar de ver a las personas con discapacidad como sujetos de caridad y reconocerlas como sujetos titulares de derechos.

Carlos Cimento, miembro de la Agrupación Discapacidad Argentina en Pergamino, en diálogo con DiarioNucleo.com, destacó la profunda perspectiva inclusiva del concepto:

"El diseño universal es una verdadera mirada a la inclusión. Si existiera el diseño universal desaparecería la discapacidad... Hoy la discapacidad se ve desde un modelo social y no es propio de una persona, sino que es consecuencia de la interacción entre una persona con una deficiencia y un entorno que no es accesible, que no es inclusivo. Si ese entorno fuera realmente como lo plantea el diseño niversal, no existiría la discapacidad. Es fundamental, es inclusión pura."

Esta visión concuerda con el Modelo Social de la Discapacidad, adoptado por la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (ONU, 2006), que Argentina ha ratificado con jerarquía constitucional (Ley Nacional N° 26.378). La Convención define el Diseño Universal como: "el diseño de productos, entornos, programas y servicios que puedan utilizar todas las personas, en la mayor medida posible, sin necesidad de adaptación ni diseño especializado".

Cimento resumió el planteo con una crudeza necesaria: "No queremos que tiren abajo Pergamino, queremos que se empiece a planificar para todos".

El 2025 se despide con una sociedad más consciente e instituciones unidas y trabajando por un objetivo común, pero con un Estado municipal que todavía adeuda el presupuesto y la voluntad política para que la inclusión deje de ser un eslogan y se convierta en una baldosa sana, una rampa reglamentaria y un derecho garantizado.

El balance de este año arroja una luz de esperanza en la articulación social. La agrupación no solo reclamó, sino que ofreció soluciones: propusieron un plan de capacitación gratuita en Diseño Universal para funcionarios y técnicos municipales. La pelota quedó, una vez más, del lado del Ejecutivo y, según pudo averiguar DiarioNucleo.com, muy pronto habrá novedades en ese sentido.