Los desafíos del Poder Judicial Bonaerense en la voz de los trabajadores de Pergamino

La situación del Poder Judicial en líneas generales es tema de debate permanente en la sociedad, jueces, fiscales y referentes políticos analizan frecuentemente en detalle sus eventuales mejoras o reformas. Sin embargo, pocas veces se difunde la opinión y el punto de vista de los trabajadores judiciales, aquellos que a diario mueven los engranajes de una maquinaria que, con sus errores y aciertos, intenta brindar a la sociedad un servicio escencial para la convivencia de los ciudadanos.

Durante la última edición de EN VIVO: DiarioNucleo.com, que se emite los martes a las 19 por Fana Digital, el Secretario General de la Asociación Judicial Bonaerense (AJB) de Pergamino, Agustín Correa, y el Delegado Gremial provincial, Julio Díaz, ofrecen una visión sin filtros sobre los principales desafíos que atraviesa el Poder Judicial.

Desde la militancia hasta la crítica realidad salarial que impacta en la calidad del servicio, pasando por la obsolescencia edilicia y la inminente pérdida de miles de puestos jerárquicos por jubilaciones, Correa y Díaz exponen las tensiones entre la necesaria modernización tecnológica y la falta de presupuesto que pone en jaque la posibilidad de una verdadera carrera judicial y un servicio de justicia eficiente para el ciudadano. Conozca en detalle la lucha del gremio por un presupuesto más alto y la revalorización del factor humano en una de las instituciones clave de la provincia.

¿Qué los llevó a ingresar al Poder Judicial y, posteriormente, a la actividad gremial en la AJB?

Julio Díaz: Ingresé en 1985, antes de la creación del Departamento Judicial, en el Tribunal de Trabajo que funcionaba en calle Florida. En ese entonces éramos solo 28 trabajadores judiciales en Pergamino (hoy superan los 700). Me presenté, rendí y logré ingresar. Mi interés por el Derecho Laboral, un ámbito que trata las crisis sociales, despidos y accidentes de los trabajadores, me motivó a la defensa de los compañeros. Esta vocación me llevó a la representación gremial. Desde 2006 soy Secretario General local, y aunque ahora cumplo funciones provinciales, mi compromiso con la defensa de los agremiados es constante. Es importante aclarar que la AJB es una asociación civil sin fines de lucro; todo el trabajo gremial es por vocación y sin sobresueldos, con los miembros de la comisión cumpliendo sus horarios laborales habituales.

Agustín Correa: Ingresé en el año 2011, también en el Tribunal de Trabajo, después de hacer el curso de ingreso en 2010. Ya tenía experiencia en la militancia y defensa de derechos por mi participación en centros de estudiantes durante mi carrera de Comunicación Social en San Nicolás. También influyó una tradición familiar de participación en comisiones de fomento. Julio me invitó a participar en el gremio al poco tiempo de ingresar y desde entonces me sumé. Soy el actual Secretario General local.

Representación gremial

¿Cómo describen la experiencia de llevar adelante la tarea gremial sin contar con licencia sindical?

Díaz: Salvo horas crédito para viajes o reuniones específicas, no gozamos de licencia gremial. Implica una doble labor: cumplir con nuestra función judicial y, a la vez, atender a un núcleo grande de afiliados. En Pergamino tenemos casi 250 afiliados. En mi rol actual como Secretario del Interior de la Provincia, tengo a cargo 109 juzgados y cerca de 1.600 personas.

Correa: Siempre que se participa en algo colectivo es complicado. La falta de licencia gremial significa que, si viajamos por una reunión, el trabajo judicial se acumula, junto con los reclamos pendientes. El trabajo colectivo resulta gratificante, especialmente al poder resolver problemas a compañeros, ya sean gremiales o de salud a través de nuestro coseguro.

Participación provincial

La AJB participa activamente en mesas de discusión sobre la modalidad de trabajo. ¿Qué aportes han realizado, por ejemplo, en relación a la tecnología y el teletrabajo?

Díaz: La AJB se sienta ante la Corte para plantear mejoras. Con la pandemia, la justicia se vio obligada a implementar en un año avances tecnológicos que estaban previstos para 2027 o 2028. Hoy, la justicia se maneja casi totalmente en forma digital: la elevación de escritos, oficios y cédulas. Esto requirió la conformación de todo un sistema, en el que la Asociación tuvo un rol activo.

Correa: La AJB también ha participado en diferentes organismos donde se discuten reformas laborales, distintas a las que plantea el Poder Ejecutivo, buscando mejorar las condiciones de trabajo en pos del trabajador. También contamos con una Secretaría de Capacitación e Información que contribuye a la formación continua.

Presupuesto

¿Cuál es la situación del presupuesto asignado al Poder Judicial bonaerense y cómo impacta en la infraestructura?

Díaz: Venimos solicitando un aumento del presupuesto judicial desde hace casi 15 años. Llegamos a tener un 5% del presupuesto provincial y la idea era alcanzar un 7%, pero hoy estamos en 3.72%. De ese porcentaje, el 90% se destina a sueldos y solo el 10% restante a infraestructura y alquileres. Esto genera grandes problemas. Recorriendo la provincia, se ven obras paralizadas y edificios muy obsoletos, especialmente en lugares donde aún funcionan las antiguas "Casas de Justicia" o juzgados de paz que, por convenios con municipalidades, carecen de un mantenimiento edilicio adecuado.

¿Hay inconvenientes con el tema de la infraestructura edilicia en general?

Díaz: Sí, son problemas muy grandes. Hay muchos edificios muy antiguos y obsoletos. En el interior, los viejos juzgados de paz y casas de justicia, muchos de 60 años, han sufrido el deterioro, y al ser convenios con los municipios, muchas veces no se hacen cargo de la parte presupuestaria edilicia.

Presente del Poder Judicial

En líneas generales, ¿cómo analizarían el presente del Poder Judicial de la Provincia de Buenos Aires para el trabajador?

Correa: Lo veo complejo. Por un lado, es positiva la gran capacitación que brinda el Instituto de Estudios Judiciales, con temas muy actuales como la Ley Micaela, discapacidad y sanidad. Sin embargo, en paralelo, está la parte económica y salarial, que es lo más complejo y hoy es un tema de discusión constante.

Díaz: Creo que vamos hacia un poder judicial muy técnico, donde el ingresante es mayormente abogado. No obstante, nosotros sostenemos que el factor humano es primordial. Desde la AJB, si bien nuestra opinión no es vinculante en el Consejo de la Magistratura, al opinar sobre aspirantes a jueces, fiscales, y defensores, nos centramos en la persona y su manejo humano, no solo en la fase técnica. Un buen manejo humano es fundamental para un grupo de trabajo y para evitar grandes problemas gremiales.

Carrera Judicial

¿Cómo es la situación salarial y las posibilidades de carrera judicial para un ingresante hoy?

Correa: Estamos trabajando gremialmente en una reforma a la escala salarial para garantizar una carrera judicial que se ha estancado en los últimos años. Se ve que jubilados se retiran con cargos de la mitad de la escala, con sueldos que no son altos. Queremos que el ingresante tenga la expectativa de un desarrollo profesional y salarial con el paso del tiempo y la formación.

Díaz: Los sueldos son muy bajos. Un ingresante o alguien con un cargo bajo y pocos años de antigüedad no llega a los $850.000 (a valores de la entrevista). En el Gran Buenos Aires, con altos costos de vida y movilidad, esto es aún más difícil. Contrario a la estigmatización, los sueldos en el Poder Judicial son deficientes. Además, tenemos un problema con las horas extras: no se pagan ni se compensan con días libres, a pesar de que la gente se queda a trabajar, incluso en el ámbito penal los fines de semana.

¿Qué implicancias tiene un bajo salario en el servicio de justicia?

Correa: El trabajador, si está en buenas condiciones laborales, con la posibilidad de hacer una carrera, brindará un mejor servicio a la sociedad. Una persona bien remunerada y en buenas condiciones rinde mucho más. El Poder Judicial decide sobre la libertad, la vida y los bienes de las personas, por lo que su correcto funcionamiento es crucial.

Profesionales

¿Hay una pérdida de personal o fuga de profesionales?

Correa: Sí, se están dando renuncias de muchos jóvenes a la actividad privada o a otros ámbitos porque la paga no es buena. Además, la jubilación de personal no siempre se repone: por cada dos que se jubilan, a veces nombran a uno solo, lo que reduce el personal.

Díaz: Tuvimos un problema grave con los peritos (médicos, ingenieros, psicólogos, etc.), quienes estaban muy mal pagos, lo que generó un éxodo hacia otros poderes judiciales (Nación y CABA). Esto obligó a una readecuación salarial para evitar el vaciamiento de áreas clave. La problemática más grave se avecina: para agosto de 2026 se espera la jubilación de cerca de 3.000 personas que postergaron su retiro para poder jubilarse con un acuerdo salarial reciente (Acordada 4093). Esto implica la pérdida de 3.000 puestos, muchos de ellos cargos jerárquicos. En el Departamento Judicial La Plata, por ejemplo, se jubilarían 770 personas, el 10% del total de su personal. Por eso, la lucha por un mayor presupuesto es fundamental.