Catalina Maglio, la niña de 10 años que sufrió graves heridas en la explosión de la Feria de Ciencias del Instituto Comercial de Rancagua, ha sido dada de alta del Hospital Garrahan de Buenos Aires. Este emotivo momento marca el inicio de una nueva y prometedora etapa: su recuperación ambulatoria.
La imagen de Cata sonriendo y caminando por los pasillos del prestigioso hospital pediátrico en el momento de su alta conmovió profundamente a su familia y al personal médico. Tras varias semanas de cuidados intensivos y cirugías complejas, la pequeña nunca bajó los brazos y gracias a su espíritu de lucha logró sobreponerse.
El Garrahan, centro de referencia a nivel continental, cumplió un rol fundamental en estabilizar y tratar las serias lesiones que la niña sufrió en el trágico evento de Rancagua.
El profesionalismo y la humanidad de su equipo fueron clave en este proceso. Aunque el alta hospitalaria es la noticia que todos esperaban, el camino de la recuperación continúa y es por eso que su familia continuará en la ciudad de Buenos Aires para acompañar a la niña en este nuevo proceso.
La historia de Cata se ha convertido en un emblema de la resiliencia infantil. Su valentía ante la adversidad y la unión de su comunidad han generado una ola de solidaridad que trasciende fronteras. La pequeña se enfrenta ahora al desafío de la rehabilitación, un camino que sin duda recorrerá con la misma determinación que la llevó a salir del hospital.
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