El sector agropecuario atraviesa horas de profunda frustración. A la crisis por costos y la inacción en obras hídricas, se sumó la polémica por la fallida eliminación de retenciones, una medida que el Gobierno anunció con bombos y platillos, pero que, según el análisis, terminó beneficiando solo a los intermediarios y exportadores, y no al productor.
Durante la última edición de EN VIVO: DiarioNucleo.com que se emite los martes a las 19 por Fana Digital, el abogado Jorge Solmi, que cuenta con una dilatada trayectoria que incluye la presidencia de la filial local de Federación Agraria, la vicepresidencia a nivel nacional, la banca de diputado provincial y la Secretaría de Agricultura de la Nación, abordó sin rodeos la actualidad del campo, la bronca de los chacareros y la herida abierta que permanece a 17 años de la recordada lucha de la Resolución 125.
Solmi describió el anuncio como un "gancho de marketing" que, en tan solo 72 horas, permitió a los exportadores quedarse con una ganancia millonaria a costa del productor. Además, criticó duramente el modelo económico actual y adviertió que, si el foco no cambia del "enfriamiento" al crecimiento, el país corre un riesgo enorme.
Venimos de una situación muy polémica con relación a las retenciones al agro y una quita que duró sólo tres días: ¿Cuál es tu opinión al respecto?
Nos despertamos el lunes con el comunicado oficial del Gobierno anunciando la eliminación de las retenciones, algo que era bandera de muchos productores y asociaciones. Sin embargo, advertimos varias cosas: tenía una fecha de vencimiento (31 de octubre, cuatro días después de las elecciones) y un tope de siete mil millones de dólares en ventas. Esto fue una medida de un mandato cerrado, hecha a las apuradas, y que no iba a favorecer a los productores, ya que la mayoría ya había vendido su cosecha en el primer semestre. Hablando con cooperativas de la zona, el 80% del grano ya se había comercializado.
¿Creés que la medida fue oportunista?
Sí, conocía la trayectoria del ministro (Caputo) y pensé que era un gancho de marketing para que la gente vendiera rápido, tipo "llame ya porque se agota el cupo". La realidad es que si el Gobierno necesita dólares, iba a dejar pasar los siete mil, diez mil y todo lo que pudieran juntar.
¿Qué fue lo que llevó al cese anticipado de la franquicia?
Lo que no se advirtió fue que, a mitad de semana, el secretario de estado de Estados Unidos sacó un tuit indicándole a Argentina que debía volver a poner las retenciones. El Gobierno, entonces, firmó rápidamente el cese de la franquicia, que duró apenas 72 horas, para poder anotar negocios sin pagar impuestos. Esto fue aprovechado por los exportadores, que anotaron que exportarían granos sin impuestos.
¿Cómo afecta esto al productor?
Los exportadores anotaron negocios sin impuestos, pero cuando salgan a comprar la mercadería, le pagarán el grano al productor como si los impuestos existieran. El productor va a tener que vender y le descontarán el 26% o 30% de esas retenciones. Los exportadores se quedarán con un pasamano de entre mil quinientos y mil ochocientos millones de dólares. En definitiva, termina pagando el impuesto el productor y no se vio beneficiado.Se beneficiaron exclusivamente los exportadores y los intermediarios. El Estado resignó una gran cantidad de dinero que podría haber cobrado con un tipo de cambio especial, como fue el dólar soja, donde ambos ganaban. Como decimos en el campo: "escuchamos el ruido, pero no vimos los aviones". Esos mil ochocientos millones de dólares son equivalentes a lo que vende toda la maquinaria agrícola en un año en Argentina.
Hoy se percibe un malestar entre los productores.
A la frustración por las retenciones se suma que la mitad de la provincia está inundada porque no se está haciendo la obra del Salado. La plata para esas obras existe, ya que cada vez que cargás gasoil, estás pagando un impuesto a un fondo hídrico para ese fin, pero las obras están paradas. Estý al tanto de que se anunció a los representantes de la Mesa de Enlace que se retoman las obras del Salado, pero estuvieron paradas dieciocho veces. En 9 de Julio hubo quema de cubiertas frente al municipio por chacareros hartos de no ser escuchados. Tuvieron que romper el acceso a un pueblo para que saliera el agua y quedó aislado.
¿Cómo es la relación actual entre el Gobierno y el sector agropecuario?
Simplemente inexistente. El productor ya no le cree más al Gobierno. Apenas asumió, triplicó los costos: el gasoil pasó de $330 en 2023 a $1.600 o $1.700, y los insumos explotaron por la gran devaluación. Los ingresos no acompañaron este aumento de costos.
Hugo un video viral protagonizado por Sebastián Campo, quien trabajó con vos en FAA: ¿qué te generó verlo?
Los productores no somos una raza aparte. El productor, como cualquier argentino, tiene familia, tiene hijos que van a la universidad o al colegio público, y le atraviesan las mismas crisis. El video de Sebastián lo pinta de cuerpo entero: "tengo los brazos cansados y la espalda gastada". Es un trabajo desgastante y los productores están muy cansados.
Hace poco se cumplieron 17 años desde aquel conflicto conocido como "La 125", que sigue sin resolverse del todo.
Pasaron 17 años y no se pudo arribar a una solución que deje a todos satisfechos. El Gobierno, al hacer esto de las retenciones, le quemó la última bandera que tenían muchos de esos productores que compartieron la ruta en 2008. Ahora quedó graficado que las retenciones cero no son para los productores, sino para los intermediarios.
¿Cuál es el punto clave para el desarrollo del productor?
Lo importante es el precio relativo, es decir, qué podés comprar con lo que vos producís. Tuvimos épocas de retenciones cero en los 90 y los productores se caían como moscas. En Pergamino se iban tres productores por día. El trigo valía 80 dólares y la soja 120. Los campos valían muy poco y los arrendamientos se pagaban con una ínfima cantidad de quintales.
Las retenciones aparecen en 2002, en un contexto muy especial,
Surgen por un acuerdo con Eduardo Duhalde en un país en emergencia, para obtener dólares que solventaran el gran hueco económico. El campo, productor de materias exportables, se vio favorecido por la devaluación post-convertibilidad, y las retenciones fueron un acuerdo inicial para sostener los planes sociales. En ese momento, la retención era lo único que tenía Argentina productivo, y fue clave para el despegue económico de los años siguientes, logrando un superávit fiscal y comercial. Precisamente, este modelo busca el superávit fiscal a partir de enfriar la economía. Es como si un médico dijera: "para bajar la hipertensión, le saco sangre al tipo". Si no hay sangre circulando, no hay hipertensión, pero corremos un riesgo enorme. La falta de crédito o el crédito muy caro (tasa del 85%) paran la economía.
Fuiste una figura clave en aquel conflicto de 2008.
Yo me había alejado de FAA, pero me convocaron para trabajar en un programa de retenciones segmentadas, donde el productor más chico pagara menos. Las retenciones no tienen equidad, y esa fue la propuesta que llevamos a (el entonces ministro de Economía, Miguel) Peirano. Pero se anunció el 35% para todos. Luego, en la época de la 125, entendimos que el gremialismo no bastaba y había que vincularse con la política, siendo parte de los agrodiputados.
¿Qué te dejó su experiencia como Secretario de Agricultura (2021-2023)?
Fue una experiencia maravillosa. Tuve contacto permanente con las 23 provincias y sus crisis: incendios, nevadas tardías, heladas. Me quedó pendiente llevar bombas solares a pequeños productores de Traslasierra (Córdoba), que van con bidones a buscar agua a San Luis y se les morían las cabras de la sed.
¿Cómo es hoy la situación del chacarero típico de esta zona?
La realidad es que el desplazamiento de chacareros es diario. La carrera tecnológica es imposible de llevar adelante en estas condiciones. Los costos han sido exponenciales respecto a la mejora del rinde. Esto produce una concentración muy grande. Lamentablemente, la voz del chacarero está cada vez más ausente y las políticas no están diseñadas para productores chicos. Corremos el riesgo de terminar siendo como un emirato, donde unos pocos viven muy bien y el resto sobrevive.
¿Hay ejemplos en el mundo que muestren otro camino?
Sí. Por ejemplo, en Francia, el presidente Macron reincorporó a jóvenes al sector agropecuario, prometiendo arraigar a 25.000 jóvenes en el campo para evitar la pérdida de territorialidad por el avance del urbanismo. Fomentaron la agricultura de cercanía para abastecer pueblos y ciudades con alimentos agroecológicos. Los productores en Europa siguen vendiendo ganado, huevos, y lechones. No hacen falta políticas que duren 72 horas, hacen falta políticas de arraigo. Un ejemplo local es Colonia Lapin, en Puan, donde los jóvenes están volviendo al campo gracias a la instalación de una antena de ARSAT que les dio conectividad.
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