El 19 de noviembre de 1892, Dardo Rocha fundó la ciudad de La Plata con el propósito de que fuera sede política y administrativa de la Provincia de Buenos Aires. La urbe debía ser moderna y cómoda a la vez, con un toque de sofisticación acorde a los momentos de crecimiento y desarrollo que vivía el país en aquellos años.
Si bien no existe una manera fehaciente de comprobarlo, la tradición consigue en atribuir al arquitecto Pedro Benoit el diseño de la ciudad de La Plata. Benoit fue también intendente de esa localidad y según señala la misma tradición, pensó su diseño con un sistema de plazas y parques públicos que funcionarían como "pulmones" del trazado urbano.

La amplia y arbolada Plaza Germán Abdala, que funciona como centro geográfico del barrio.
A diferencia de la mayoría de las ciudades, que surgieron de antiguos asentamientos o fueron creciendo a orillas del mar o de algún río o arroyo, de manera bastante desordenada; La Plata por el contrario tuvo un diseño planificado, riguroso y claro, del cual surge su característica principal: la existencia de calles diagonales.
El particular diseño de La Plata se replicó (siempre en menor escala) en distintos proyectos urbanos del país y curiosamente dos de ellos se encuentran en el Partido de Pergamino. Uno de ellos es la localidad de Mariano Benítez y el otro es el barrio Otero.
El barrio Otero se encuentra en el extremo Noroeste del casco urbano de Pergamino y antiguamente se lo llamaba "Pueblo Otero", básicamente porque representaba un enclave alejado de la ciudad (casi todos los barrios y urbanizaciones que existen entre el Boulevard Paraguay y Otero son posteriores a éste último) y una especie de "avanzada" hacia el Noroeste.

Jardín de Infantes Nº 918, ubicado en una de las calles diagonales del barrio.
Ubicado en una zona privilegiada, de excelentes tierras en una zona elevada, a salvo de inundaciones, el avance de la urbanización de Pergamino hacia el norte "absorbió" al antiguo pueblo, que pasó a ser un barrio más de la ciudad: Otero.
Con su particular diseño urbano, el barrio Otero posee una gran cantidad de ventajas para el desarrollo de la vida diaria en la ciudad. Cuenta con establecimientos educativos, capilla, una plaza pública muy amplia y una excelente accesibilidad.
Si bien se extiende hacia el Oeste, el Norte y el Este, su perímetro clásico está delimitado por tres avenidas: Juan Manuel de Rosas (continuación de Ameghino) al Este, Padre Galli al Sur y Almafuerte al Oeste. Más la ruta 32, que configura el límite Norte.
Con el avance del desarrollo de Pergamino, Otero fue recibiendo todos los servicios públicos; siendo los últimos de ellos la pavimentación de gran parte de sus calles y la ampliación de la red cloacal, esto último en 2016.

Edificio de la Escuela Nº11, frente a la Plaza Germán Abdala.
Es un barrio de casas bajas y ritmo muy tranquilo, a excepción de las avenidas y la ruta, que tienen tránsito intenso. Otero tiene grandes espacios verdes, arboledas y terrenos muy amplios, aunque algunos de ellos lucen abandonados y con pastizales crecidos.
Otero es sede de varias instituciones, entre las que se cuentan el Jardín de Infantes Nº 918, la Escuela Nº 11, la Capilla Santa Teresita, en Centro de Día Padre Galli y el Otero Fútbol Club. Además, en las proximidades de su perímetro se encuentra la sede del Colegio San José Hermanos Maristas, lo que genera un intenso tránsito en la zona los días de semana, mientras que en el extremo Oeste del barrio se encuentran también un antiguo predio de Obras Sanitarias, la sede de Cabaña Joven y de Bromatología y Veterinaria del Municipio.

Otero Fútbol Club, en la esquina de Almafuerte y Padre Galli.
Es uno de los barrios con menor densidad poblacional de Pergamino, contando con alrededor de 1200 habitantes. Con el tiempo fueron instalándose en la zona comercios de distinto tipo que abastecen las necesidades de los vecinos, aunque todos ellos tienen la modalidad "de proximidad", es decir que no hay "grandes superficies" en Otero.
Sus vecinos destacan la convivencia y la capacidad de organizarse para reclamar mejoras; como la pavimentación del perímetro de la plaza Germán Abdala o el sistema de transporte público, muy utilizado por los vecinos. Pero mencionan que muchas veces sienten que el barrio está "olvidado" y que algunos lugares necesitan mantenimiento y limpieza.

Capilla Santa Teresita, en el extremo Sudoeste del barrio.
Vida cotidiana
Como es de rigor en los relevamientos realizados a través de la sección "Por los Barrios", DiarioNucleo.com dialogó con una vecina del barrio Otero: María Clara, que vive allí desde hace más de 20 años y destaca las reformas que se realizaron en el lugar durante los últimos tiempos.
"Es un barrio muy lindo, de gente trabajadora que se lleva bien" comenzó relatando y agregó que "cuando nos mudamos acá no había pavimento ni cloacas y vivía mucha menos gente. Debo decir que siempre nos tuvieron un poco 'abandonados' pero la verdad es que últimamente las cosas mejoraron mucho, aunque todavía quedan cosas por hacer" señaló.

Frente a Otero Fútbol Club se encuentra este antiguo predio de Obras Sanitarias.
Higiene
"El sistema funciona bien, con los contenedores y los horarios, el problema es que alguna gente tira en los contenedores cualquier cosa, esto lo he visto no sólo acá en el barrio sino en casi todo lados" comentó María Clara al ser consultada por este punto por DiarioNucleo.com "además algunos terrenos son una mugre, basurales a cielo abierto y ahora con las lluvias hay mucho pastizal crecido por ahí, matorrales, de todo" explicó y agregó que "también vemos suciedad en el monte de Almafuerte, así que creo que es una cuestión de mantenimiento" remarcó.

Los vecinos se quejan por la presencia de terrenos abandonados y pastizales.
Seguridad
"Yo diría que el barrio es seguro" mencionó María Clara ante la consulta de DiarioNucleo.com "en más de 20 años a mí nunca me robaron nada. Sé que algunos vecinos sufrieron robos en algún momento pero por lo general no hay problemas por acá" contó y manifestó desconocer si existe en el barrio algún grupo de whatsapp o alarma vecinal "si hay, a mí no me sumaron" dijo entre risas.
Por otra parte, la vecina contó que hace tres o cuatro años el Municipio instaló en el barrio luminarias tipo LED y colocó una cámara de seguridad en la plaza Germán Abdala, lo que en su opinión mejora las condiciones de seguridad del barrio.

Es imposible transitar por esta vereda, lo que obliga a los transeúntes a caminar por el asfalto de la avenida Almafuerte.
"Lo que sí puedo decir es que como Otero queda 'de pasada' yendo o volviendo de Rosario y también de San Nicolás, por ahí los delincuentes lo pueden ver tentador, pero como para entrar al barrio si vienen por alguna de las avenidas tienen que desviarse y entonces supongo que pasan de largo. Es muy tranquilo y al menos yo me siento segura" aseveró.
Accesibilidad y servicios
Consultada por DiarioNucleo.com sobre la accesibilidad en el barrio, María Clara destacó que "es excelente, si bien el barrio queda lejos de casi todo, tenemos muy cerca las avenidas y la ruta, así que en un ratito podemos estar en cualquier parte de Pergamino y es muy cómodo. Yo me manejo en moto y la verdad es que no tengo problemas, además desde que pavimentaron las calles internas entrar y salir del barrio es muy fácil. No hay problemas".

Campanas de reciclaje en la Plaza Germán Abdala.
En cuanto al tránsito, la vecina explicó que "la parte interna del barrio casi no tiene tránsito, aunque cada tanto pasa alguna moto a alta velocidad, aunque cuando pavimentaron pusieron lomos de burro, igual algunas motos siguen pasando rápido. En las avenidas es otra cosa. Son un problema porque Rosas tiene mucho tránsito a toda hora y por Almafuerte pasan un montón de camiones, hay que tener mucho cuidado con los chicos. Para colmo por algunas veredas no se puede pasar y hay que bajar sí o sí a la calle. Para los que andamos en moto o en auto, tenemos que tener cuidado porque por ejemplo en Padre Galli suele haber chicos caminando cerca del pavimento" detalló.
Servicios
"La verdad es que el tema de los servicios es lo que más mejoró últimamente" comentó María Clara ante la consulta de DiarioNucleo.com "lo que mejoró el barrio, sobre todo la zona de la plaza y las calles diagonales, con el pavimento no se puede creer, y además hace unos años llegaron las cloacas y el año pasado alargaron la red de agua, casi todo el barrio tiene todos los servicios. Además están los contenedores y de a poco vamos teniendo más cosas que nos simplifican la vida" explicó.

Además de sus diagonales, el barrio se caracteriza por la presencia de grandes espacios verdes.
Comercio
En lo que respecta al comercio, la vecina señaló a DiarioNucleo.com que "en los últimos años algunos comercios abrieron y sin salir del barrio se puede comprar casi todo lo que se necesita para 'la diaria'. Además tenemos la avenida Ameghino muy cerca y ahí hay de todo, así que no hay tanto problema. Hace 20 años, cuendo llegué al barrio, era sí o sí tener que ir hasta la avenida, ahora casi todo lo que se precisa se consigue dentro del barrio y eso es bueno" remarcó.
"Olvidados"
Más allá de destacar y agradecer las mejoras realizadas en el perímetro del barrio Otero durante los últimos años, María Clara manifestó que muchas veces los vecinos de la zona se sienten "olvidados" por las autoridades, y explicó que eso se debe a que para obtener las mejoras fueron necesarios años de reclamos, reuniones con concejales y trámites.

El cartel anuncia la presencia de "Lomas" (lomos de burro) destinados a reducir la velocidad de los vehículos que transitan por la zona.
"El barrio está mucho mejor pero no sólo gracias a las autoridades sino a que los vecinos nunca bajan los brazos y reclaman lo que consideran justo" comentó y agregó que "por ejemplo, hace unos años se hizo un reclamo muy grande por el tema del transporte público, para que la empresa, que había dejado de pasar por el barrio, volviera a hacerlo, son todas cosas que tienen que ver con el bienestar de los vecinos" señaló.
"Hace algunos años, justo antes de la Pantemia, parecía que no éramos parte de Pergamino. Las calles estaban en mal estado, el colectivo había dejado de pasar, faltaba alumbrado público y algunos vecinos habían sufrido robos. Eso cambió pero cambió porque los vecinos reclamamos, por eso decimos que a veces estamos un poquito "olvidados".
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