La Autovía Pilar - Pergamino significó un avance notable en la accesibilidad y conectividad para todo el antiguo "corredor de la Ruta 8", además de mejorar la seguridad de quienes transitan, ya que sus cuatro carriles (dos por mano) permiten adelantamientos inmediatos y suprimen las probabilidades de que se produzcan choques frontales, que son los que mayor daño generan.
Sin embargo, la traza tiene aún ciertas cuestiones relacionadas con la seguridad que a la fecha no fueron resueltas y algunas de las soluciones que se implementaron no resultaron bien logradas. Queda pendiente la conclusión de algunos accesos y ciertas entradas y salidas a la autopista son algo intrincadas, no están correctamente señalizadas u obligan a los conductores a realizar maniobras forzadas.

Uno de los ejemplos más notorios de esto último es la bajada desde la Ruta 32 en sentido Pergamino - Salto (Oeste - Este) hacia la autovía en sentido Pergamino - Buenos Aires, cuyo diseño no está bien resuelto, ya que quien desee incorporarse a la autovía deberá girar a la izquierda, invadiendo de esta manera la mano contraria, y hacer una curva cerrada en esa dirección, luego de una subida en curva, lo cual obstaculiza la visibilidad ya que hasta que no se llega al punto más alto del puente sobre la autovía no se puede ver si se aproxima algún vehículo por el carril opuesto, y la bajada está muy cerca. Es decir que hasta último momento antes de realizar la maniobra el conductor no sabe si puede doblar o no, y cuando finalmente puede ver, tiene la curva encima.
Además, en el caso de que venga un vehículo por la mano contraria, quien quiera incorporarse a la autovía tiene solo dos alternativas: "apurar" el giro a la izquierda o detenerse en plena ruta, ya que por estar el acceso sobre un puente no hay banquina ni dársena. Como puede preverse, ambas prácticas resultan riesgosas.
Con lluvia o niebla, la situación se vuelve aún más compleja y según pudo averiguar DiarioNucleo.com mucha gente evita transitar por ese lugar. Otros circulan hacia la entrada de la Estación Agropecuaria INTA Pergamino y desde allí retoman en sentido contrario, para poder entrar a la autovía de manera más cómoda y segura, con un sencillo y natural giro a la derecha. La frase más escuchada entre quienes se comunicaron con DiarioNucleo.com fue "ese cruce es un peligro".
Por otra parte, el particular diseño de este acceso genera confusión en aquellos conductores que lo transitan por primera vez y están acostumbrados a otro tipo de recorridos. Claramente, la lógica y la práctica indican que lo más seguro es el giro a la derecha, sin invadir ningún carril y sin obligar al conductor a detener el vehículo por completo para esperar a que pasen los que vienen de frente.
Sin dudas, el acceso a la autovía Pilar - Pergamino desde la Ruta 32 en ese sentido es uno de los puntos oscuros que las autoridades deberían corregir en pos de mejorar la seguridad vial y garantizar un tránsito ágil y fluido en las carreteras de la zona.
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