Pobreza en Pergamino: desde los comedores populares aseguran que "falta alimento" en la ciudad
No solo son cada vez más las personas que acuden por un plato de comida sino que también este incremento provoca que las viandas sean cada vez más reducidas. Diarionucleo.com habló con Juan Carlos Jorquera, del merendero/comedor "Color Espera", quién hace 9 años asistía a 7 niños y hoy a 180.
Esta semana, el intendente de Pergamino, Javier Martínez, le concedió una entrevista a un medio radial bonaerense e hizo referencia acerca de las consecuencias que esta provocando en la ciudad la profunda crisis económica que está atravesando el país.
“El freno en la actividad está dejando mucha gente sin trabajo, en Pergamino se ve cada vez más gente revisando los contenedores de residuos. Hay algunas familias enteras revisando los contenedores, eso llama la atención en una ciudad como la nuestra porque antes no se veía”, manifestó.
El intendente señaló el incremento de las demandas de los sectores más vulnerables de la ciudad. "Aumentó la demanda de chicos en los centros comunitarios, comenzamos a entregar algunas viandas también a sus padres. También vemos que hay gran cantidad de vecinos, algunos de clase media, que se acercan a los CAPS para solicitar medicamentos. Si la crisis se nota en una ciudad como la nuestra, imagino que en otras será mucho más grave".
En este contexto de fragilidad social muy preocupante, diarionucleo.com dialogó con comedores populares y con el área de Desarrollo Social de la Municipalidad de Pergamino para conocer de primera mano la realidad que viven los sectores más vulnerables
Cada vez más gente se acerca a los comedores
Juan Carlos Jorquera Silva está al frente del merendero/comedor "Color Esperanza" que se encuentra ubicado en el barrio Belgrano. Jorquera abrió sus puertas en el año 2013 y en ese primer momento el techo de la estructura no estaba edificado, hasta que apareció el reconocido futbolista Augusto Fernández y se hizo cargo de completar la construcción para ayudar a los niños.
Hace 9 años, el comedor brindaba alimento para 7 chicos y hoy son 180. "La realidad es que cada vez más chicos y adultos se acercan a pedir un plato de comida. Se trata de personas que no tenemos anotadas en el comedor pero le proporcionamos alimento de todas formas, sacamos raciones de otras viandas y se los entregamos a los nuevos. Esto que está sucediendo ahora no pasaba años atrás, hoy no hay trabajo y falta el alimento".
Jorquera confirmó los dichos de la presidenta del Consejo Local de Promoción y Protección de Derechos del Niño, Estefanía Blaiotta. Semanas atrás, le aseguró a diarionucleo.com que ya se comienzan a ver las peores consecuencias de la pobreza en la ciudad. "Sabemos que hay muchísimos comedores en la ciudad que le brindan servicio no solo a los chicos sino que también a familias enteras. Estamos observando que cuando hay instituciones que cocinan para 200 personas al otro día llegan 300, y al otro día 400, y el problema que genera esto es que las viandas se reducen en cantidad de alimento. El hambre es una realidad que estamos viendo", expresó.
Según las palabras del responsable de "Color Esperanza", las porciones de comida son cada vez más pequeñas debido a que no dejan de acudir cada vez más personas en busca de alimento. "Hace tres meses venían 160, hoy son 180 y, de continuar la situación actual, es probable que sean 200 dentro de tres meses, porque no solo concurren niños, sino que también familias enteras con madres, padres y abuelos. Nosotros tenemos la creencia en que no podemos dejar a nadie sin comida y es por eso que sacamos porciones de las otras viandas".
Jorquera junto a su esposa recorren la ciudad en busca de alimentos para que los días miércoles los chicos tengan su merienda y los viernes un plato de comida. "El menú depende de lo que vayamos juntando y en general tratamos de hacer platos proteicos. Los viernes cocinamos cuatro ollas de las grandes pero aún así parece que es poco debido a la cantidad de gente que concurre. Cuando hablo con las demás personas que están al frente de otros comedores me dicen que la situación para ellos es igual, hay cada vez más personas que no tienen para comer".
La situación en los centros comunitarios
La ciudad de Pergamino cuenta con 10 Centros de Desarrollo Comunitarios (CDC) distribuidos en diferentes zonas rurales y en la ciudad, cuya gestión depende del municipio.
En los mismos, se trabaja por la formación, capacitación y actualización de adultos responsables de niños a través de encuentros programados. También cuenta con un Proyecto nutricional que apunte a una alimentación saludable, adecuada a la edad y adaptada a necesidades o urgencias y un proyecto de actividad física que propone actividades motrices y acuáticas a cargo de profesores de Educación física y guardavidas en pileta municipal y clubes promoviendo hábitos saludables y de prevención combatiendo el sedentarismo.
En diálogo exclusivo con diarionucleo.com, el secretario de Desarrollo Social, Paolo Bonanno, aseguró que desde el área que encabeza no han notado un incremento en el número de chicos y chicas a los que asisten diariamente.
"La cantidad de niños asistidos en los centros creció hace dos años pero no por el contexto económico, sino que consideré que la matrícula era baja y junto a los trabajadores de Servicio Social salimos a hacer relevamientos para que los chicos vayan a los centros, en donde no solamente se pueden nutrir, sino que también apoyo escolar, psicopedagogas y psicólogos en caso de ser necesario. Está claro que muchos van porque lo necesitan, pero a la mayoría los fuimos a buscar nosotros. En la actualidad, solo tenemos chicos en lista de espera en el maternal del barrio José Hernández. Si bien observamos la situación descripta por el intendente en las calle, no vemos aumento de demanda en los centros comunitarios", explicó
Sin embargo, el funcionario admitió que existe un mayor incremento de los bolsones alimentarios. "Hoy en día estamos entregando entre 30 y 40 por día, más las 1500 tarjetas ciudadanas".
Bonanno agregó que desde la Secretaría de Desarrollo Social colaboran con 38 comedores barriales a los cuales asisten con alimentos frescos como verduras, carne y pollo, y con alimentos secos. "La demanda de alimentos por parte de estos comedores hacia nosotros tampoco ha aumentado".