Los videojuegos de arcade representaron una de las principales fuentes de diversión para los niños y adolescentes de las décadas del 80' y del 90', período en el que tuvieron su época de apogeo.
Nombres como Double Dragon, Street Fighter, Pac-Man, Cadillacs and Dinosaurs, Out Run, Snow Bros, Final Fight, Golden Axe, Cabal y Teenage Mutant Ninja Turtles son imborrables de la memoria de las personas de más de 35 años que pasaron horas delante de las pantallas tratando de pasar la final de los juegos.
Los locales se llenaban de jóvenes que gastaban mucha plata en fichines y hacían largas filas para poder jugar a su jueguito favorito. Los clásicos juegos arcades estaban acompañados por otras máquinas que en aquellos años arrasaban, los flippers. Con estas entrañables máquinas sucedía lo mismo que con los arcade, niños y adolescentes invertían mucho tiempo y dinero para poder sacarle partido llegando a una puntuación determindada y de esa manera obtener una nueva partida gratis.
La ciudad de Pergamino nunca tuvo un local tan representativo como lo fue Sacoa en Mar del Plata, que para los chicos y chicas de la época era Disney, pero contó con la presencia de varios salones de videojuegos muy conocidos como Charlie, Neurona, Stop, Leroy y Esparcimiento, el más grande de todos en lo referido a la cantidad de máquinas.
El avance de la tecnología en materia de videojuegos en estos últimos 40 años ha sido notable. La aparición primero de máquinas hogareñas para conectar al televisor como Family Game, Sega y Atari llevó a la perfección de propuestas más realistas y adultas como lo es PlayStation.
Estas nuevas máquinas le fueron quitando poco a poco interés a los juegos de arcade y fue borrando del mapa los salones con este tipo de entretenimientos hasta llevarlos casi a la extinción.
En Pergamino, en pleno 2023 existe un reducto del fichín que aún se resiste a desaparecer y es Esparcimiento, hoy rebautizado como Space.
Con más de 30 años funcionando, aún se encuentra ubicado en su local original, la esquina de peatonal San Nicolás y Pueyrredón, y si bien ya no tiene la apariencia ni la gran variedad de juegos que tuvo en sus años de esplendor, se ha convertido en una especie de sitio arqueológico que representa cómo era la diversión juvenil de décadas atrás.
Allí aún se pueden encontrar juegos clásicos combinados con otros más nuevos, preserva algunos flippers e incluso tiene una cascada de fichas. Los efectos de la inflación a lo largo de más de 30 años son muy notables en este rubro, en la década de los 90's un peso equivalía a tres fichines, hoy un fichín cuesta 100 pesos.
Día a día recibe a varios chicos que se acercan a jugar a los arcades y flippers y también es común ver a padres que llevan a sus hijos para que disfruten de esta propuesta vintage de entretenimiento.
Alfredo González tiene 33 años y suele llevar a su pequeño hijo a jugar a los juegos vintage y le explicó a diarioncleo.com el por qué. "Veo que mi hijo disfruta más jugando en un juego que se mueve como son los avioncitos y que no es estático como la pantalla del televisor con la consola de juegos conectada. Creo que los juegos de hoy son mucho más agresivos que los antiguos, por suerte mi hijo no ve ninguna situación de violencia extrema ni vocabulario inadecuado para un niño cuando lo traigo a este lugar. Sin dudas los juegos virtuales de hoy son mucho más violentos de los que había en mi niñez y adolescencia".
Simón y León tienen 10 años y suelen juntarse en Space los sábados por la mañana para entretenerse juntos. "Me gusta venir a este lugar porque me puedo encontrar con mis compañeros y hay mucha variedad para jugar. Me gustan estos juegos porque tienen mucha historia ", sostuvo León.
Su gran amigo Simón también puso énfasis en compartir con amigos un momento de juegos. "En vez de estar jugando a la Play solo en mi casa aprovecho y vengo a Space para disfrutar un momento con mis amigos y familiares. A mi me resulta más divertido esto".
Las propuestas modernas de juegos para tv, pc y teléfonos son sin lugar a dudas muy superiores a la de los juegos de arcade, los cuales, en comparación, tienen una imagen, un sonido y tramas bastante rudimentarias, que por cierto era lo que permitía la tecnología de la época. Pero incluso con todos sus defectos siguen llamando la atención de las nuevas generaciones.
Esparcimiento representa hoy la viva imagen de lo que era la diversión para los niños y adolescentes de las décadas del 80`y de los 90'. Un ambiente en el cual, además de jugar a los videojuegos, lo importante era encontrarse con los otros y compartir momentos de risa y de diversión. Estos son los valores que Esparcimiento evocará hasta que en la pantalla se lea GAME OVER.
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