Cada 7 de junio se celebra el “Día del Periodista”, y como es habitual, los profesionales pergaminenses se concentraron en el Monumento a Mariano Moreno, en Plaza Merced, donde llevaron adelante un emotivo acto.
El periodista Carlos Antúnez Clerc fue el único orador del evento, que culminó con una ofrenda floral en el Monumento.
Algunos de los fragmentos del discurso:
“Puede resultar sobreabundante y hasta fútil enumerar la importancia del ejercicio periodístico como brazo de control y limitación a los abusos del poder, como herramienta para la difusión de novedades con alto impacto en la sociedad, como eslabón en la cadena de asistencia ante catástrofes naturales, como vehículo para la difusión cultural, como transporte de nuevas ideas, como propalador del conocimiento científico, como vía de denuncia ante todo tipo de actos de prepotencia, como ámbito de debate, como transmisor de nuevos derechos, como aclaración ante falacias o como derribador de mitos”.
“También resulta necesario puntualizar que la actividad periodística nunca debió ser ejercida desde una torre de marfil sino desde el llano y cerca del barro y el peligro, ya que son extensas las listas de periodistas perseguidos, silenciados, despedidos, estigmatizados, falsamente denunciados, ninguneados, destratados y hasta asesinados simplemente por querer cumplir adecuadamente con su trabajo y seguir adelante con su vocación; aquí y prácticamente en todo el mundo”.
“Vivimos una época de grandes dificultades para el ejercicio del periodismo en la que, paradójicamente, los medios técnicos resultan más accesibles que nunca, pero la posibilidad de obtener información fehaciente y de calidad se vuelve cada vez más difícil y engorroso. Proliferan las noticias falsas, las operaciones de prensa, las fuentes falaces y el bloqueo de información como castigo ante una crítica adversa.
En ese sentido el trabajo periodístico se convierte muchas veces en una labor de desmentida de rumores, de aclaración de hechos y de desmantelamiento de operaciones (por no decir operetas). Cuantas veces hemos tenido que salir a chequear esos misteriosos audios de whatsapp que anunciaban poco menos que el apocalipsis, o recorrimos pacientemente la ciudad para verificar si efectivamente se estaban produciendo los "saqueos" de los que hablaba una publicación de Twitter, cuántas veces hemos tenido que averiguar sobre la foto de la plaza sucia o el video de los legisladores durmiendo; son facetas nuevas del oficio, realidades actuales de una profesión cuyo objetivo, más allá de todo y por encima de todo, sigue siendo la búsqueda de la verdad y el deber de contarla de la mejor manera posible”.
“No quería terminar estas palabras sin mencionar a los jóvenes, a aquellos que dan hoy sus primeros pasos en el oficio, en la profesión, a los que tomaron la muy valiente decisión de seguir los pasos de la actividad periodística. Que además tienen que leer y escuchar a diario que pronto nuestro trabajo, su trabajo, será realizado de manera más eficiente por la Inteligencia Artificial. A ellos quería decirles que no bajen los brazos, que su labor será fundamental si queremos vivir en una sociedad sana y libre. No es posible vivir en libertad y en democracia sin un periodismo sólido y de calidad, gestionado por profesionales con compromiso por la verdad y la justicia. Quería remarcar que los materiales fundamentales para el trabajo periodístico son el amor y la pasión por lo que se hace; esos que llevan a un periodista local a levantarse a las 4 de la mañana para averiguar por qué suena la sirena de los bomberos, los que llevan a otro profesional a poner en riesgo su integridad física para documentar el incendio de una estación ferroviaria, el mismo amor y la misma pasión que motivan a una periodista a pasarse 24 horas al borde del arroyo para informar a la población sobre la eventualidad de una crecida catastrófica. El compromiso, el amor y la pasión son atributos esencialmente humanos, y no pueden ni (en esto hago profesión de fe) podrán ser reemplazados por ninguna inteligencia artificial”.
Compartir