Guillermo Tamarit: “Descabezando a la Corte Suprema no vamos a modificar la Justicia”

El tema Educación siempre genera tela para cortar. Y escuchar la opinión de quienes se desarrollan dentro del sistema educativo permite entender y analizar cuestiones cotidianas que se originan en el día a día.

Por eso, diarionucleo.com entrevistó a Guillermo Tamarit, rector de la Universidad Nacional del Noroeste (Unnoba), la cual tiene una fuerte injerencia en el desarrollo de Pergamino y la Región. El entrevistado respondió preguntas apuntadas al funcionamiento de las universidades, el rol de los niveles iniciales, el Consejo de la Magistratura, la Corte Suprema e inclusive opinó sobre la relación de las universidades con la política.

-¿Cómo ve el rol de las universidades en la economía regional?

-Muy fuerte desde el impacto. Es uno de los temas que los rectores siempre abordamos respecto a un rol creciente en términos de tener capacitaciones y desarrollos de recursos humanos que atiendan al contexto socioeconómico. Es algo en lo que se trabaja y mucho. En nuestro caso particular, la Unnoba fue pensada desde esa dimensión del complejo agroindustrial que nos contiene. Por eso las carreras tecnológicas tienen que ver con agronomía, alimentos, entre otras, y están relacionadas con la idea de un rol muy importante de la universidad, el Estado y el desarrollo económico del sector privado.

-¿Cuál es el objetivo principal de la Unnoba en Pergamino?

-Acompañar el desarrollo de la sociedad. Nosotros siempre planteamos que las universidades tienen un mandato sobre la sociedad respecto a la educación superior, la académica, la formación de profesionales, pero también una tarea de extensión que tiene que ver con el desarrollo de la cultura y de aquello que la sociedad decide desarrollar junto a su universidad y todo el espacio desde el desarrollo científico, tecnológico y la transferencia de tecnología. Estas tres dimensiones que son las tradicionales de la universidad pública se ven claramente en el impacto que tiene la Unnoba en Pergamino y toda su zona de influencia.

-¿Por qué se pensó en hacer una secundaria en Pergamino?

-Porque todas las universidades tenemos que involucrarnos fuertemente en el sistema educativo. No podemos pensar que se puede desarrollar la universidad y que esto va a estar fuera de lo que pasa en los otros niveles de educación, en el nivel medio y primario.

Hacer una escuela secundaria es una forma de involucrarse fuertemente en el sistema educativo. Ya tenemos desarrollada la experiencia en Junín y entendemos que eso nos acerca al sistema, a compartir la experiencia de otro nivel educativo de la cual se aprende mucho a partir de la relación con las distintas instituciones.

En definitiva, también la universidad hace un aporte, más allá de lo específico de la educación superior, esta mirada completa de que la educación la dividimos a los efectos de la estrategia del desarrollo de los alumnos. Pero la experiencia educativa es una sola.

-En más de una oportunidad ha dicho que la universidad es una construcción colectiva…

-La universidad pública en la Argentina, a partir del modelo de la reforma universitaria, tiene la particularidad de que es el único órgano público cogobernado. Es decir que sus integrantes son los que toman las decisiones a través de los consejos directivos, superiores y de las asambleas universitarias, donde estudiantes, docentes y no docentes discuten el presupuesto, los planes de estudio y todo aquello que hace a la vida institucional.

Pensar que es una institución que sólo puede gravitar a partir de quienes ocupan los cargos de gestión es un error. No porque no tengamos responsabilidades, sino porque, efectivamente, hay una tradición que es de las mejores que es el de la universidad en Argentina, que tiene que ver con el consenso en la diversidad, a partir de la opinión de cada claustro y dentro de estos también están las distintas miradas de cómo se construye el rumbo de la institución.

-La Unnoba cumplió en 2022 veinte años de vida. ¿Qué balance puede hacer de estas dos décadas de trabajo?

-El año pasado hicimos una evaluación profunda de la universidad, donde desarrollamos todo nuestro sistema de ciencia y técnica que son importantes elementos para afrontar lo que viene. También la evaluación institucional, primero con una autoevaluación y luego con una evaluación externa a cargo de la Coneau, que nos brindó elementos.

Todas estas prácticas nos han dejado la idea que estamos en un rumbo correcto, donde estos veinte años han sido importantes y útiles, que han puesto a la universidad en otro escalón. Ahora quedan otros desafíos por delante. Estamos conformes con el rumbo, pero desafiados a seguir construyendo más y mejor universidad.

Este año vamos a plantearnos algunos objetivos de mediano plazo en relación a la idea de un plan estratégico, que también fue uno de los productos que tuvimos en la reflexión de los veinte años. Es por eso que estamos pensando en acortar las carreras para que los estudiantes puedan graduarse en mayor cantidad y en tiempos razonables.

Hay carreras que están extendidas en el tiempo sin una justificación que lo amerite. Y también para fin de año pensamos la posibilidad de tener una oferta completamente virtual en algunas carreras para acercar ideas a aquellas personas que no pueden hacerlo de manera presencial.

-Por lo general se habla de un bajo nivel educativo en las esferas iniciales y secundarias. De ser así, ¿repercute en la adaptación del estudiante en la universidad?

-Problemas siempre hemos tenido, al menos desde que tengo memoria, que en la idea del salto de un nivel y otro genera inconvenientes. Y que por supuesto esto siempre ha requerido que se tomen distintas estrategias respecto a un problema que discutimos hace tiempo. Lo particular de este tiempo ha sido la pandemia, donde hemos tenido alumnos que llegaron a la universidad sin dos años de secundario. Eso nos planteó un desafío enorme y estrategias muy específicas.

-Han tenido algunas diferencias con el gobierno municipal de Rojas en cuanto a la oferta académica que hay en esa ciudad, ¿cómo se solucionó?

-Dialogando. Muchas veces hay que entender que las dinámicas y las responsabilidades de cada uno hay que compatibilizarlas. No lo digo por Rojas, pero en muchos lugares nos piden que abramos carreras. Es ahí donde planteamos números puros y duros.

Entiendo el reclamo de las localidades, pero muchas veces los pedidos son inconsistentes. Tenemos un compromiso con la oferta de educación superior, de hecho, Rojas fue el primer lugar fuera de nuestras sedes donde la llevamos adelante. Pero tenemos que entender que hay que dialogar y no se puede hacer cualquier cosa, de cualquier manera y en cualquier momento.

-hay un debate a nivel nacional sobre la creación o no de más universidades…

-Hay que seguir dándole la posibilidad a la gente de que estudie, después todo es opinable, si son nuevas instituciones, o centros regionales de educación superior y si las universidades actuales tienen que asumir más responsabilidades en el territorio donde no hay oferta universitaria.

Lo que me parece es que no hay que confundir la discusión. Lo que no tengo la menor duda es que hay que seguir ofreciendo mayores posibilidades para la educación superior. Muchas veces, atrás del slogan de la creación o no de universidades no nos permite discutir la verdadera envergadura del problema, y es que la Argentina tiene muy pocos estudiantes universitarios y escasos profesionales incorporados en el desarrollo social y productivo, por lo que una estrategia de un país que quiere consolidarse requiere mayor oferta y mayores resultados en la educación superior. Por eso no hay que quedarse con solo una parte del de debate, si hay más o no instituciones universitarias, sino analizar que se requiere más educación superior donde aún no se ha llegado.

-Desde hace un tiempo es el consejero de las universidades dentro del Consejo de la Magistratura…

-Sí. Nuestro rol es incorporarnos dentro de los veinte miembros del Consejo de la Magistratura, donde allí hay distintas comisiones y se abordan los temas que tienen que ver con los concursos del poder judicial para el acceso a la representación judicial. Además de temas disciplinarios, infraestructura y administración del sistema judicial federal de nuestro país.

-¿Cómo analiza el ataque político del oficialismo contra la Corte Suprema?

-Vemos todo un avance sobre la Corte. Hay que distinguir cuestiones en las cuales podemos coincidir respecto a que hay que mejorar la prestación de Justicia y de que hay un reclamo de muchos sectores de la sociedad respecto a esto. Hay otras cuestiones que tienen un tono mucho más político respecto a un avance sobre uno de los poderes del Estado.

Considero que desde las universidades tenemos que buscar diálogos y consensos, porque esta no es la manera de mejorar el servicio de Justicia. Más allá de cómo están presentándose las cuestiones, hay que plantearles a los dirigentes encontrar espacios de diálogo y que nos presenten cómo continúa esto. Porque tampoco va a ser que, en el hipotético caso que suceda, descabezando la Corte Suprema no vamos a modificar la Justicia. Este embate contra la Corte no es la forma de resolver el pedido de mejorar la Justicia.

-¿Las universidades tienen que tener mayor o menor relación con la política?

-La política tiene que ver con todos los aspectos de las personas y las instituciones. El problema es que las universidades no pueden estar alineadas políticamente en términos partidarios. Esa es la discusión que hay que dar. En nuestra universidad hay todo tipo de expresión política y alentamos fuertemente que nuestros alumnos debatan y participen en política. Inclusive tenemos muchos funcionarios que tienen representación política, porque es la herramienta en el sistema democrático para desarrollar y resolver los problemas de la sociedad. Muchas veces hay críticas a las universidades sin distinguir las cuestiones. La buena política tiene todo para ofrecer, pero lo que no puede suceder es que haya un lineamiento de instituciones con partidos políticos.

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