El arte urbano se apodera de las paredes de Pergamino

El muralismo es una disciplina artística que nació a principios del siglo XX en México y fue creada por un grupo de pintores intelectuales. El movimiento comenzó a tomar fuerza luego de la Revolución Mexicana cuando varios artistas recurrieron a la pintura mural como mecanismo de acción política y para difundir ideales emergentes en la época. 

Como rasgos distintivos del muralismo se destaca la poliangularidad, esto significa que en el mismo plano haya distintos tamaños y puntos de vistas, y su monumentalidad, lo que supone que deben realizarse en paredes de grandes dimensiones. Las pinturas murales también se caracterizan por contar una historia social y por su gran colorido que tiene como objetivo despertar emociones en las personas que los observan. Este movimiento que alcanzó en México su máxima expresión poco a poco se fue extendiendo hacia todo el mundo llegando a nuestros días como una expresión del arte urbano.

• Mural del "Proyecto Atahualpa"

Trascender el formato del papel

Los días 18 y 19 de junio se celebró el evento 'Pergamino Tierra de Don Ata' realizado en la Plazoleta de los Ferroviarios. La iniciativa tuvo como objetivo rendir homenaje al poeta y músico pergaminense Atahualpa Yupanqui a través del trabajo de seis muralistas locales que durante el evento intervinieron dos grandes galpones con la imagen de Yupanqui. Los integrantes del “Proyecto Atahualpa”, Federico y Bernardo Calabia, Damián San Martín, Martín Lacuadra, Lucía Minigo y Marco Bentancur, realizaron un trabajo artístico en simultáneo ante la mirada de las personas que se acercaron al lugar. Luciano Susin, asesor de emprendedores y pymes, habla sobre su experiencia trabajando con el grupo de muralistas : "Berna me vino a buscar para profesionalizar su arte y me encargué de la logística en torno a ellos. Conseguí todos los materiales para que ellos estén solamente concentrados en los diseños y en el arte que lograron". 

• Obra de Damián San Martín

“Junto con mi hermano Fede pintamos y dibujamos desde siempre. A lo largo de nuestra vida fuimos desarrollando varias actividades artísticas y en el muralismo encontramos una herramienta laboral ya que desde hace un tiempo esta es nuestra actividad comercial primaria”, dice Berna Calabia. El caso Damián San Martín es parecido al de los hermanos Calabia ya que comenzó a dibujar desde muy chico grabando en la videocasetera motivos que le gustaban de la televisión para luego pasar el video y ponerlo en pausa para copiarlo en dibujo. “Si bien he realizado algunos cursos puntuales siempre fui más autodidacta de prueba y error. Me incliné hacia el realismo pintando rostros en bastidores de óleo y acrílico hasta que en un momento me quedó chico y comencé a pintar en pared. Haber realizado los murales de Atahualpa con los chicos para mi es una superación más en mi carrera”.

El arte por sobre el vandalismo

Si bien hoy puede parecer vieja la discusión sobre si el arte urbano es vandalismo, lo cierto es que durante mucho tiempo prevaleció esa mirada despectiva sobre las manifestaciones artísticas callejeras a las que se las consideraba como contaminación visual. “Cuando hacemos una obra le damos un nuevo valor, una resignificación a ciertos lugares de la ciudad a los cuales no solo llevás arte sino también un mensaje. Pero por sobre todo haces partícipe a la gente y eso está buenísimo”, dice Fede Calabia y agrega: “En el arte urbano lo importante es compartir. Lo hacemos en la calle en donde todas las personas lo pueden ver sin que esté encerrado en cuatro paredes como sucede en los museos. Con el muralismo la gente va caminando por la calle y de repente se sorprende con la obra”.

• Mural de @martin.lacuadra

Continuando con la conversación sobre la importancia del arte urbano en el paisaje de la ciudad Bernardo sostiene: “Hay un montón de aristas del por qué hacer un mural. Son muchos los pros que tiene esta disciplina, de pasar todos los días por un espacio gris y sin vida, a pasar delante de una pintura muralista hay mucha diferencia ya que es toda una experiencia para el que se encuentra de repente con un motivo gigante pintado en una pared. Te genera cosas, algo que pensar, que admirar o simplemente te saca una sonrisa. Eso es lo importante además de embellecer el lugar”. 

• Mural de @bernacalabia

Federico Calabia relata una anécdota que le sucedió cuando el arte callejero no era bien visto. “Hace unos años atrás le pedí permiso a una persona para intervenir una pared porque esta tenía una palabra obscena escrita con grafiti y me dijo que no. ¿Entendes? El tipo prefirió conservar una puteada en lugar de tener una obra en su pared. Una locura”.  

Ganar los espacios

Fede, Bernardo y Martín coinciden en que el arte urbano en Pergamino creció mucho y se ha ido transformando con el correr del tiempo apostando siempre a más. El hecho de que el mismo municipio haya convocado al “Proyecto Atahualpa” para intervenir dos grandes galpones es toda una reivindicación para este movimiento tan denostado tiempo atrás. “El arte urbano es de la calle, no es de quien lo hace. Meses realicé un mural en una garita y hoy en día sigue impecable, esto se da porque una vez que lo dibujas la obra pasa a ser de las personas y son ellas mismas quienes lo van a defender porque lo toman como una pertenencia del lugar”, dice Damián San Martín. 

• Obra de @calabiabros

Hoy en día cada vez más jóvenes se dedican a esta práctica y se acercan a ellos en busca de consejos. “Es sobre todo una decisión. En mi caso vendía tarjetas de crédito y un día me decidí a no relegar más lo que realmente me gustaba y empecé. Los chicos tienen que animarse porque lo fundamental del arte es sacarlo afuera para que exista”. Su hermano Fede agrega: “Es fundamental el cambio de mentalidad, ahora el muralismo ya no es considerado vandalismo sino una pieza de arte. Los chicos que se quieren iniciar deben perder el miedo porque hemos ido ganando los espacios de la ciudad”.

Ahora que los espacios públicos han sido ganados por el arte urbano, Fede, Damián y Bernardo suben la apuesta y pretenden hacer un evento anual en el que muralistas locales y de otras ciudades pinten murales de grandes dimensiones para que el arte llegue a cada vez más personas de la ciudad.