Los donantes de sangre se dividen en dos grupos: los de reposición y los voluntarios o altruístas. Los primeros son aquellos que realizan la donación a través de un pedido expreso de algún familiar o amigo; mientras que los segundos son quienes donan sin saber quién será el destinatario. Desde el Servicio de Hemoterapia del Hospital de Pergamino trabajan para generar un cambio de perfil del donante, esto es, que los voluntarios sean cada vez más, y para esto "se necesita un cambio cultural para lograr que aquellas personas que se sientan bien presten cinco minutos de su vida y donen sangre, sin tener que reponer para tal o cual persona".Y continúa Casamassima: "Necesitamos que entre 3 mil y 5 mil personas vengan a donar dos veces al año para asegurarnos tener sangre para quien lo necesite y sin tener la necesidad de reclamar ni hacer campañas en redes sociales".
¿Y por qué faltan donantes voluntarios?
Principalmente se debe al desconocimiento. Mucha gente cree que el banco de sangre es como un banco en el que la plata se reproduce y no es así. Nosotros necesitamos siempre un brazo solidario. Además trabajamos con los 13 hospitales de la región sanitaria cuarta y en el caso que algunos de estos hospitales lo necesite de urgencia nosotros tenemos que asistirlos. Por eso es que hacemos campañas de concientización a través de las redes sociales, en las escuelas y en las empresas. Por ejemplo, la ciudad de 9 de Julio tiene un 70% de voluntarios y para llegar a ese número hay que trabajar. Nosotros estamos bajitos en comparación con esas localidades o comparados con Jujuy que tiene un 100%.
¿Cómo fue la situación durante los años de pandemia?
Fue crítico. La gente no se quería acercar a las instituciones por el miedo a contagiarse de COVID por lo que tuvimos que convocar a los interesados a una posta fija, y junto con agrupaciones como Actitudes que Engrandecen, Justicia por Vito Otero y la Fundación Justina, pudimos salir adelante. En ese momento casi no teníamos donantes de reposición asi que todo lo conseguimos a partir de los voluntarios y logramos mantener el banco del hospital.
La falta de voluntarios es algo que nos podría afectar a todos en algún momento ¿No?
Sí. Una de cada diez personas necesitará alguna vez en su vida una transfusión. Ya sea para ellos mismos como para algún familiar o conocido.
"Con una bolsa de sangre se pueden salvar cuatro vidas"
Casamassima insiste todo el tiempo en la importancia de informar a la población acerca de las vidas que se pueden mejorar e incluso salvar a través de la donación comprometida, y en este sentido dice: "A los pacientes que necesitan la transfusión no se les transfunde la bolsa entera. Lo que hacemos es separar mediantes procedimientos técnicos los distintos componentes que existen en la sangre, de esta manera obtenemos glóbulos rojos, plasma fresco congelado, concentrado plaquetario y un plasma modificado. Entonces, a partir de un solo donante, podemos transfundir a varias personas. Pero es importante resaltar que estos componentes tienen vencimiento y es por eso que se necesita dadores contínuos.
¿Quiénes pueden ser donadores voluntarios?
Tienen que tener entre 16 y 65 años y pesar más de 50 kilos. Pueden ir a donar desayunados pero sin haber ingerido lácteos ni sus derivados, y deben sentirse sanos al menos durante la última semana. En hemoterapia les tomamos la presión, la temperatura, le medimos la hemoglobina y les hacemos una entrevista médica para ver si están aptos.
¿Cuál es la importancia de tener un servicio de hemoterapia con stock sanguíneo?
Cualquier centro de salud, público o privada, para tener una unidad de terapia intensiva, para poder tener habilitado un quirófano o una neonatología, necesitan sí o sí del servicio de hemoterapia. Es un servicio primordial porque esos sectores necesitan siempre de una transfusión sanguínea.
¿El Hospital de Pergamino está por encima o por debajo de la media en dadores voluntarios?
Estamos por encima. Pero repito, si tuviéramos de un 3% a un 5% de donadores altruistas que vinieran al hospital, dos veces al año, tendríamos la sangre necesaria para cuando se necesite. El mayor beneficio que recibe la persona que dona es el de ser solidario.
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