En mayo del 2022 la Dirección de Producción y Turismo del municipio de Colón anunció que estaban "avanzadas las gestiones y, en poco tiempo más, se producirá el traslado definitivo de los tres ejemplares de pumas que permanecen en el ex Zoológico”, al sitio designado por el Ministerio de Ambiente, en este caso, Tekove Mymba, en el Departamento Colón, Entre Ríos.
Quince meses después, los pumas siguen en cautiverio en Colón, Buenos Aires. El tema, que va y viene en la agenda, no desapareció. Y por estos días, está dando que hablar. Inclusive el propio intendente municipal, Ricardo Casi, salió a aclarar que “la Municipalidad reitera su voluntad de trasladar cuanto antes a los pumas que permanecen en instalaciones del ex Zoológico”.
Por eso, Casi creyó necesario que “conocer lo actuado servirá para desmentir ciertos comentarios”. Y anexó: “Se ha gestionado de manera consecuente e incansable para buscar una solución que contemple las mejores condiciones. Entre 2014 y 2019 fueron trasladados 205 animales de diferentes especies. La intención era hacer lo propio con los pumas, pero hasta el momento no se ha podido ubicarlos”.
Además, el intendente contó que se estableció contacto con Bubalcó Patagonia, Río Negro; Pumakawa, Córdoba; Fundación Rewilding, Esteros del Iberá, Patagonia y Chaco; Proyecto Carayá, La Cumbre, Córdoba, y Fundación We are Wildlife Centro de Conservación Aguará, de Corrientes; Santuario Güirá Oga, de Puerto Iguazú, Misiones; Tekove Mymba, Colón, Entre Ríos; pero admitió que “la respuesta en todos los casos resultó negativa, al no tener disponibilidades de espacio o por contar ya con un número suficiente de pumas”.
Ministerio de Medio Ambiente prohibió enviarlos a África
Es por eso que el intendente Casi sostuvo que “agotadas las instancias, y en procura de alternativas en el exterior, se tomó contacto con el santuario sudafricano Ubuntu, logrando avanzar en las gestiones hasta que el Ministerio de Medio Ambiente de la Nación decidió no autorizarlo por tratarse de fauna autóctona que tiene prohibición de salida del país”.
Luego, surgió la posibilidad de traslado a la Fundación Tekove Mymba, en Colón, Entre Ríos. A lo largo de varios meses se avanzó en diversos aspectos operativos y se convino la redacción final de un convenio. Incluso personal de esa Fundación visitó Colón para conocer el estado de los animales, que fue considerado satisfactorio.
Casi contó que para la adaptación de un recinto adecuado donde albergar a los pumas, (desde el santuario) reclaman 13 millones de pesos, que la Municipalidad de Colón aceptó abonar en dos pagos. Para efectivizar ese desembolso, se deben respetar exigencias del Tribunal de Cuentas, que pueden resultar burocráticas para quienes no conocen las imposiciones de la administración pública. En ese punto se encuentra trabada la gestión.
La Dirección de Fauna de la Provincia, sugirió el “Eco Parque América”, Partido de Rivadavia, Buenos Aires. Es una posibilidad factible, mucho menos onerosa que la anterior, pero que es rechazada por algunas personas que insisten con el traslado a Colón, Entre Ríos. “Las gestiones han sido múltiples e incesantes. Cabe recordar que, tras el cierre del Zoológico, comenzó la construcción de un parque, que se encuentra detenido en su ejecución por la permanencia de los pumas”, remarcó Casi.
Desde el Departamento Ejecutivo Municipal sostienen que “se mantiene contacto con la Dirección de Fauna de la Provincia y el Ministerio de Medio Ambiente de la Nación, solicitando ayuda y colaboración”. “Recientemente, el Director Nacional de Política Ambiental, Ing. Juan Manuel Rodríguez, solicitó amplia información y admitió la enorme dificultad que existe en todo el país para encontrar destino apropiado para decenas de pumas en idénticas condiciones”, cerró.
“La gestión Casi se rehúsa a darles un hogar digno”
Hasta aquí ha leído la palabra oficial del Estado Municipal a través de su intendente. Ahora resta dar a conocer el punto de vista del grupo “Cerremos el zoo”, que cuenta con más de 54 mil seguidores. Desde esta entidad denunciaron que “se cae el traslado de los pumas del ex zoo de Colón a Tekove Mymba”. “Y lo que concluimos, estando al tanto de los pormenores de las negociaciones, es que la Municipalidad de Colón jamás tuvo una real intención de que estos cautivos tengan como destino un Santuario”, aseveraron.
“El municipio de Colón acepta, en teoría, los costos del armado del recinto. Le pide de favor al representante del santuario y presidente de la Fundación Tekove Mymba pagar este monto en dos veces. De palabra se acuerda eso y también que los pumas no viajarán hasta que el recinto no esté completamente terminado y que, a su vez, esto no ocurrirá hasta que no se complete el pago de su construcción en su totalidad (construcción que, si el clima acompaña, no demora más que un mes)”, anexaron.
Desde Cerremos el Zoo explicaron que se hizo un convenio en el que ambas partes detallan sus responsabilidades, que asegura al municipio que el santuario recibirá a los animales, pero, sobre todo, que “el santuario pueda volver cuando a los funcionarios municipales de Colón se les olviden los términos de lo establecido”. “El primer modelo de convenio fue presentado por la municipalidad de Colón durante la segunda mitad de junio. Y desde entonces las correcciones desde ambas partes van y vienen”, explicaron.
Tekove Mymba dice basta
Desde el grupo también remarcaron: “Ante la eterna postura pedante del municipio colonense de creer que les están haciendo un favor a los que reciben a los animales del zoológico ilegal del horror que sostuvieron durante 20 años de gestión (y que esto es seguro, estaban dispuestos a seguir sosteniendo por siempre). Porque a pesar de que el santuario les concedió hacer el pago en dos veces no fue suficiente para la Gestión Casi. Porque a pesar de que hasta ahora el santuario respetó el presupuesto del recinto en una economía dónde los costos se disparan día a día dispuestos a poner la diferencia en un gesto de buena fe por el bien de los pumas, no fue suficiente para la Gestión Casi”.
También recordaron que “desde el día 1 se estableció que la municipalidad de Colón debería hacerse cargo de la manutención de por vida”. “La Gestión Casi calculadamente omitió hablar de ello en todas las formas de convenio y el santuario claro que lo notó, pero también había cedido en hacerse cargo para evitar más dilaciones innecesarias. Pero tampoco fue suficiente”, dijeron.
Además, revelaron que se trata de “un santuario súper predispuesto, con habilitación nacional y provincial; con toda la documentación en regla; que iba a facturarles el costo del recinto; que tienen sobradas referencias sobre traslados ya realizados; que tienen por delante más traslados desde La Rioja y Jujuy; que acompañan allanamientos junto a la policía federal, junto a gendarmería”.
Por último, explicaron que “no alcanza la buena predisposición cuando no hay voluntad real de parte de quienes tienen de rehenes a los tres pumas, de darles lo mínimo que esos animales merecen, sus últimos años en un lugar digno”.
Qué opinan los científicos
El biólogo Mariano Merino le explicó a diarionucleo.com que los tres pumas tienen que ir a un santuario y aclaró que “no se pueden soltar libremente”. “Hace 10 años estuvimos en contacto con la gente del zoológico para reconvertirlo pero eso quedó en la nada. Esos bichos ya están totalmente troquelados con el comportamiento, su instinto no los va a hacer ni cazar”.
El biólogo remarcó que “libres pueden morirse de hambre o acercarse a las casas y hacer un desastre”. “Lo que hay que hacer es llevarlos a un santuario. Por la edad que tienen, lo más probable es que no les quede muchísima vida más, pero de esta manera al menos se le mejora la calidad. Lo que está claro que un zoológico no es el mejor lugar para estar”, detalló.
En un santuario tendrán limitaciones, pero estarán mucho mejor que ahora. “Son animales que pasaron muchos años en cautiverio y ya sería hasta casi un peligro sanitario, sobre todo volver a soltarlos a la naturaleza”, sintetizó.
De Colón hacia la libertad
El Jardín Zoológico y Museo natural Dr. Carlos A. Marelli está ubicado en la calle 44 y 24, fue creado el 17 de abril de 1952 y fue uno de los más importantes de la provincia. Pero el cambio de mentalidad a favor de la liberación y el cuidado de los animales dejó en evidencia su estado y cerró hace una década.
“Hasta que la última jaula quede vacía” es el lema de los activistas que desde 2010 pelean para que cada uno de los 200 animales del ex zoológico de Colón recupere la libertad cerrado en 2013.
Los activistas, al ver la decadente situación en la cual se encontraban los animales del zoológico, decidieron darle visibilidad. Centenares de animales se hallaban encerrados en un espacio reducido, sucio y sin atención médica. Los activistas comenzaron a ir al zoo una vez por semana e hicieron inventarios extraoficiales porque no había un control interno adecuado. Los animales estaban mal alimentados, muchos de ellos enfermos y heridos.
Al conocerse la realidad que vivían los animales dentro del zoológico de Colón, estalló el repudio social. Diferentes organizaciones por los derechos de los animales se unieron en un pedido: que se cierre el zoo. Recién tres años después, en 2013, sucedió la clausura.
Desde ese momento, los proteccionistas comenzaron a accionar. Desde el día en que el zoo fue inhabilitado se pidió por el traslado de los animales. Sin embargo, se tardó años, pese a la comunicación establecida con personas de EE.UU. que se mostraron dispuestas a llevarlos a un santuario y a correr con todos los gastos desde el inicio.
En el 2015, Mario Quagliardi, secretario de Producción, Empleo y Turismo, inició las gestiones para que leones, tigres y osos viajen al Wild Animal Sanctuary. Además, se trasladaron 136 animales a Sierra del Tigre, una reserva en Tandil. Esta es una luz de esperanza para estos tres pumas que siguen esperando y cada día que pasan encerrados, es un día menos en libertad. Y lo más triste es que en cautiverio pueden llegar a vivir hasta 20 años. Mientras que en su hábitat natural lo hacen entre 8 y 13 años.
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