noscript
Kicillof, Massa y La Cámpora: en la marcha, pero cada uno por su lado
EDUCACIÓN

Kicillof, Massa y La Cámpora: en la marcha, pero cada uno por su lado

La tensión interna del peronismo se trasladó a la protesta de las universidades.

Compartir

Los unió el rechazo al recorte presupuestario que vienen padeciendo las universidades de todo el país. Y si bien ese objetivo mayor podía parecer suficiente como para disimular roces y disidencias, el peronismo bonaerense y sus principales dirigentes volvieron a exhibir ayer sus fisuras internas en la marcha en defensa de la educación pública. 

Axel Kicillof, varios de sus funcionarios e intendentes aliados, por un lado. La Cámpora, por el otro. Sergio Massa reapareció e hizo rancho aparte. Una postal de cómo se mueven hoy los principales actores de un peronismo dual: oficialista en la Provincia y opositor a nivel nacional. 

Ese mapa no se modificó aún en la coincidencia de la convocatoria. Lo mismo había ocurrido con la demostración pública del 24 de marzo. La diferencia es que el mes de distancia entre uno y otro llamado a movilizar terminó por profundizar la grieta y el enfrentamiento entre el núcleo cercano a Kicillof con La Cámpora y Máximo Kirchner siguió escalando en intensidad. 

La postal de la marcha en lo que refiere al peronismo bonaerense mostró al Gobernador junto a su vice Verónica Magario con varios de los intendentes que ya reportan a su espacio. Estuvieron el platense Julio Alak, Fernando Espinoza (La Matanza), Jorge Ferraresi (Avellaneda), Gustavo Menéndez (Merlo), Federico Achával (Pilar), Andrés Watson (Florencio Varela), Mario Secco (Ensenada), Fabián Cagliardi (Berisso),

Marcos Pisano (Bolívar), Gustavo Barrera (Villa Gesell) y Francisco Echarren (Castelli), entre otros. También se mostró junto a Kicillof el alcalde de Almirante Brown, Mariano Cascallares, que supo integrar el esquema que lideró Martín Insaurralde hasta que el affaire del “Bandido” lo terminó eclipsando. Ahora aparece cercano al esquema del Gobernador cuando hasta no hace mucho se movía en tándem con el lomense y Máximo Kirchner. Idéntica situación a la de Nicolás Mantegazza (San Vicente), que también movilizó integrando el sector del Gobernador. 

Los ministros Carlos Bianco, Estela Díaz, Cristina Alvarez Rodríguez y Andrés “Cuervo” Larroque, también se mostraron junto a Kicillof. El ministro de Desarrollo de la Comunidad fue quien hace poco más de una semana pateó el hormiguero y le apuntó a La Cámpora, lo que generó un enorme revuelo y terminó agigantando las diferencias entre el kicillofismo y Máximo Kirchner que tiene como trasfondo la pelea por espacios de poder en las listas legislativas para el año que viene. 

Parte de esa tropa esperó a Kicillof en un bar. Hubo foto conjunta y luego, a la marcha. Algunos has ta se adelantaron un poco en los tiempos. Se escuchó, tímidamente, el “Axel Presidente”, que ya sonó en otros actos que encabezó el mandatario. 

Separados por algunas cuadras esperó su turno la abigarrada columna de La Cámpora que, una vez más, hizo rancho aparte y evitó mezclarse con la gente de Kicillof. 

Sergio Massa también estuvo por su lado. Integró una columna de dirigentes del Frente Renovador pero buscó salirse del barro de aquella disputa entre Kicillof y Máximo Kirchner. “Vine a acompañar a mi hija”, dijo en busca de restarle connotación política a su presencia en la marcha. Pero se trató de una suerte de reaparición pública del ex candidato presidencial, que en privado sostiene la necesidad de una autocrítica que lleve a un reordenamiento del peronismo que, hoy por hoy, parece lejos de aparecer en escena. 

La marcha evidenció así, más allá de su objetivo de rechazar la motosierra de la Casa Rosada sobre los fondos que reciben las universidades, la tensión interna que se respira en el peronismo, donde asoman voces críticas a la forma de conducción de Máximo Kirchner, que hasta no hace mucho se comentaba en voz baja y ahora se refleja en declaraciones polémicas y desafiantes de funcionarios e intendentes aliados al Gobernador. 

Cerca de Kicillof prefieren bajarle el perfil a una tensión más que evidente. Conceden que el Gobernador y Máximo Kirchner “no son amigos”, pero que coinciden en la visión sobre distintos temas. Pero en la marcha de ayer, cada uno hizo su juego.

Comentarios