La red social X acaba de lanzar su aplicación dedicada a los videos, X TV, que inicia su recorrido con una versión de prueba (beta). La movida se encuadra en las ambiciones de Elon Musk, dueño de la plataforma, que ha reiterado su intención de diversificar la propuesta y convertir a la exTwitter en una “app todo en uno”.
Ya en marzo, habían circulado rumores sobre X TV y Musk no eludió las especulaciones. “Llegará pronto”, anticipaba por entonces.
En la página oficial, en Google Play, la aplicación es descripta como una “plaza digital, confiable para todos, en el televisor” que permite descubrir “una nueva forma de experimentar el mundo de X, con contenido único y atractivo”. ¿Cómo funciona X TV, en la práctica?
La plataforma muestra el contenido audiovisual ya existente en la red social y, por eso, se postula como una manera diferente de ver los videos que se suben a X. En la pantalla de inicio hay recomendaciones de clips publicados por cuentas seguidas, junto a material que elige el algoritmo. Además, hay una sección de contenido exclusivo, acceso a eventos en vivo y a canales deportivos.
Cabe señalar que, en ciertos casos, la exTwitter permite la publicación de videos de hasta 2 horas de duración.
La interfaz se parece a la de YouTube, servicio con el que sale a competir, principalmente. Pero a diferencia del portal de Google, X TV no tiene anuncios. Al menos por el momento, mientras la app circula en modo beta. Por eso, es posible que los probadores encuentren algunas inconsistencias o fallas, que oportunamente serán reportadas para su corrección.
Junto al despliegue en la tienda de aplicaciones de Google, X TV también se ofrece para algunos modelos de televisores smart.
Con este lanzamiento, X se aleja cada vez más de la filosofía original de Twitter. Surgida en el año 2006, esta red social se centró principalmente en la interacción con textos breves. Tal como señalamos anteriormente en Tecno, la incorporación de más funciones —además de su nuevo nombre e identidad visual— hacen que este servicio avance hacia un futuro en el que será sustancialmente diferente a aquello que conocimos como “la plataforma del pájaro azul”.
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