Un satélite argentino evitó una catástrofe en Filipinas
Detectó un derrame de combustible industrial producido tras hundirse el buque que lo transportaba. La alerta temprana permitió a las autoridades de ese país actuar para evitar una catástrofe ambiental.
El satélite argentino SAOCOM 1A, perteneciente a la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), detectó días atrás un derrame de hidrocarburos en la bahía de Manila, Filipinas, evitando una catástrofe ambiental de grandes proporciones.
Este satélite capturó imágenes del hundimiento del buque MT Terra Nova, que transportaba 1,4 millones de litros de combustible industrial. El SAOCOM (Satélite Argentino de Observación Con Microondas) es entonces un desarrollo de Argentina. Consiste en una constelación de dos satélites, SAOCOM 1A y SAOCOM 1B, que están equipados con un radar de apertura sintética (SAR) de banda L12.
El incidente que detectó ocurrió el 27 de julio a las 06:52 AM (hora local de Filipinas, 09:52h UTC), cuando el radar del SAOCOM 1A registró una imagen mostrando un derrame de aproximadamente 10,5 km de largo, orientado de noreste a suroeste. Eso permitió a las autoridades filipinas movilizarse rápidamente para contener la expansión del derrame y emprender la búsqueda de un tripulante desaparecido.
Las imágenes de radar SAR empleadas por el SAOCOM 1A son especialmente adecuadas para la detección de hidrocarburos en el mar y las costas. En este caso, la imagen procesada en modo StripMap y Polarización Doble (HH) permitió una visualización detallada del derrame, diferenciándolo de falsos positivos generados por vientos y oleajes.
El proyecto SAOCOM también es fruto de la colaboración entre la CONAE y la Agencia Espacial Italiana (ASI), que conjuntamente forman parte del sistema SIASGE junto con los satélites italianos COSMO-SkyMed.
Estos satélites tienen varias aplicaciones, incluyendo la gestión de emergencias ambientales, monitoreo de suelos, aguas y vegetación, y la prevención y gestión de catástrofes. Por esto está específicamente orientada a la observación de la Tierra para aplicaciones en emergencias como la detección de incendios e inundaciones, demostrando su importancia y eficacia en situaciones críticas como la ocurrida en la bahía de Manila.