Cómo funcionan las pantallas flexibles que se ponen sobre la piel
Este tipo de dispositivos están pensados para integrarse en superficies irregulares como la ropa o una maleta.
Las pantallas son parte fundamental en la vida diaria, pero siempre han estado en entornos como la televisión, el cine, los celulares, computadoras, donde parecen normales. Pero qué tal llevarlas a objetos menos en lugares diferentes, como la ropa o un sofá.
Desde hace varios años se viene desarrollando esta tecnología, que por ahora se ha integrado a dispositivos móviles, pero no a esos productos que están fuera del ambiente tecnológico. Lo que no significa que no haya habido un progreso para hacerlo realidad.
Tiempo atrás de las pantallas flexibles
En 2009 se conoció el trabajo de un grupo de investigadores de la Universidad de Tokio, quienes crearon pantallas que podían enrollarse para integrar en camisetas y en un sofá. Este proyecto fue diseñado a partir de diodos emisores de luz orgánica, OLEDs, y unos transistores orgánicos con un nuevo tipo de conductor elástico.
Esto permitió que se pudiera poner la pantalla en un lugar curvo sin afectar su rendimiento, dándole la opción de doblarse y arrugarse si causar ningún daño. Lo que da la posibilidad de cubrir objetos en tres dimensiones y moverse al mismo tiempo.
Otros de los beneficios sería la posibilidad de fabricar piel artificial para robots o partes del cuerpo que sirvan de prótesis, ya que en lugar de usar OLEDs, sobre el material conductor impreso se utilizarían sensores de presión. Así como crear implantes médicos para estudiar y reparar los órganos del cuerpo.
Comercialización de las pantallas
Tiempo más adelante, en 2019, durante el Mobile World Congress de Barcelona hubo un espacio grande para hablar de los desarrollos que se habían conseguido hasta ese momento.
Varias marcas dieron a conocer varios casos de uso, como una camiseta, un sombrero y un bolso con una pantalla en medio para mostrar diferentes tipos de contenidos. La tecnología que usan es AMOLED con paneles de 8 pulgadas, resolución 2K en formato 4:3 y con un grosor de 0.01 milímetros, que tenía la capacidad de doblarse para adaptarse a la superficie.
Este proyecto llevó a proponer dispositivos como un teclado enrollable, un teléfono fijo con pantalla flexible, un volante para un auto y un altavoz. Todo esto con un factor en común: tecnología costosa. Durante el evento de 2019 quedó claro que este tipo de pantallas están pensadas como un factor diferencial en diseño y forma de uso, pero que tiene un alto costo de integración y por ende difícil de poner en el mercado, como ha sucedido con los teléfonos plegables.
A todo este panorama se sumó recientemente LG con una propuesta que incluso permite extender el tamaño del panel. La pantalla de la marca surcorena es de 12 pulgadas, pero tiene la posibilidad de agrandarse a 14 pulgadas al estirarse.
Los casos de uso que menciona la compañía son las superficies irregulares como la ropa de los rescatistas, donde se pondrían mensajes durante situaciones de emergencia que ayudaría a la comunicación.
Para su construcción se usó el material del sustrato base a partir de un silicio similar al que se usa en las lentes de contacto, además cuenta con micro-LED de menos de 40 micrómetros para ser la fuente de luz, dando una buena resolución y durabilidad. Para que fuera flexible la marca usó circuitos con forma de resortes.
Esto como parte de un proyecto que arrancó en 2020 y que espera finalizar en 2024, buscando llegar más allá de la ropa y que se pueda incluir en autos y aviones.