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Cómo es el impacto del consumo de alcohol, según la edad
FACTORES A TENER EN CUENTA

Cómo es el impacto del consumo de alcohol, según la edad

Advierten que con un enfoque informado y responsable, es posible disfrutar sin comprometer la salud. Sin embargo, la ingesta de destilados y bebidas etílicas afecta de formas diferentes a cada grupo etario

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El consumo de alcohol y sus efectos sobre el cuerpo humano es un tema que ha sido ampliamente estudiado por la comunidad médica y científica. Sin embargo, los especialistas advierten que su impacto varía significativamente con la edad, afectando distintos órganos y funciones del organismo de manera progresiva. Desde la tercera década de vida en adelante, la respuesta del cuerpo al alcohol cambia, y con ella los riesgos asociados a su consumo.

Los médicos clínicos explican que, a los 30 años, el organismo aún posee una gran capacidad de recuperación, pero el consumo regular de alcohol comienza a dejar huellas. “A esta edad, el hígado sigue metabolizando bien las bebidas alcohólicas, pero el consumo excesivo puede iniciar procesos inflamatorios que, con los años, podrían derivar en problemas hepáticos”, advierten los gastroenterólogos. Además, los nutricionistas alertan sobre el impacto del alcohol en el metabolismo: “El consumo frecuente afecta la absorción de nutrientes esenciales y favorece el aumento de peso, además de alterar el equilibrio de azúcar en sangre”.

Al llegar a los 40, los efectos comienzan a ser más notorios. Los nefrólogos destacan que “el alcohol tiene un impacto directo en la función renal, afectando la capacidad de los riñones para filtrar toxinas y manteniendo un estado de deshidratación crónica que puede generar cálculos renales o insuficiencia renal en personas predispuestas”. En tanto, los cardiólogos advierten sobre el aumento de la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares: “El consumo prolongado de alcohol está relacionado con hipertensión y alteraciones en el ritmo cardíaco, lo que puede derivar en arritmias y otras complicaciones”.

A partir de los 50 años, los especialistas en neurología sostienen que “el alcohol afecta de manera más directa las funciones cognitivas, aumentando el riesgo de deterioro neurológico y contribuyendo a enfermedades como el Alzheimer”. A esta edad, además, los psiquiatras advierten que “los efectos del alcohol sobre el estado de ánimo son más marcados, pudiendo potenciar cuadros de depresión y ansiedad”. Asimismo, los toxicólogos señalan que “la tolerancia del organismo al alcohol disminuye, haciendo que los efectos adversos sean más intensos y duraderos”.

A los 60 años y más, el impacto se vuelve aún más significativo. “El alcohol tiene un efecto más agresivo sobre la masa ósea, aumentando el riesgo de fracturas y osteoporosis”, explican los especialistas en reumatología. Además, los gerontólogos agregan que “la disminución de la función hepática en la tercera edad hace que el alcohol permanezca más tiempo en el organismo, amplificando sus efectos tóxicos”. A su vez, los sociólogos observan que “el consumo de alcohol en adultos mayores muchas veces responde a factores emocionales y sociales, como la soledad o la pérdida de seres queridos, lo que puede derivar en patrones de consumo problemático”.

Frente a este panorama, los expertos coinciden en que el consumo moderado es clave para minimizar los riesgos a lo largo de la vida. “No se trata de una prohibición absoluta, sino de tomar conciencia de cómo el alcohol afecta nuestro cuerpo en cada etapa de la vida y ajustar los hábitos en consecuencia”, concluyen los médicos clínicos. Con un enfoque informado y responsable, es posible disfrutar sin comprometer la salud a largo plazo.

 

De las menos a las más dañina

De las menos a las más dañinas (según contenido alcohólico, efectos en el metabolismo y toxicidad hepática) Las de menor a las de mayor capacidad de deshidratación (según concentración alcohólica y efecto diurético)

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1) Cerveza (4-6% ALCOHOL)

Menos concentrada en alcohol, aporta electrolitos, pero su consumo excesivo puede generar hígado graso y aumento de peso. Menos deshidratante por su alto contenido de agua.

2) Vino (12-15% ALCOHOL)

En cantidades moderadas, puede tener antioxidantes beneficiosos, pero el exceso daña el hígado y el sistema cardiovascular. Deshidrata más que la cerveza pero menos que los destilados.

3) Vermouth / Aperitivos (TIPO AMERICANOS, 16- 20% ALCOHOL)

Contienen hierbas y azúcares, lo que puede afectar la glucosa en sangre y sobrecargar el hígado con el tiempo. Deshidratan más debido a su mayor concentración alcohólica y contenido de azúcar.

4) Fernet con cola (30-40% ALCOHOL EN LA MEZCLA FINAL)

Alta concentración alcohólica más cafeína y azúcar, lo que puede aumentar la deshidratación y el riesgo cardiovascular. La cafeína y el azúcar potencian la deshidratación.

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