Nueve de cada diez argentinos ya perciben el impacto del cambio climático a través de factores como el aumento de las temperaturas, los riesgos crecientes para la salud o una mayor presencia de mosquitos, según se desprende de un estudio realizado por el Observatorio Humanitario de la Cruz Roja Argentina, en colaboración con la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y Media Luna Roja (IFRC).
El trabajo también incluye entre sus conclusiones que a pesar de esa creciente preocupación, más de la mitad de los consultados dicen estar poco o nada informados sobre el cambio climático y sus consecuencias, lo que resalta la necesidad urgente de campañas de sensibilización y educación sobre el tema.
El trabajo se llevó a cabo entre el 27 de mayo y el 1 de julio de este año a partir de la recopilación de información de 4.127 sondeos concretados en todo el país tanto de manera presencial como en línea y en los que se consultó a personas de entre 18 y 70 años.
TEMPERATURA, MOSQUITOS, SALUD
Entre sus principales datos, el estudio reveló que 7 de cada 10 personas ya perciben un aumento de las temperaturas en las zonas donde viven, al que ven no solo como una alteración en el clima, sino como un factor que afecta la salud, el medio ambiente y las dinámicas de vida locales.
Según el trabajo, el 91% de los encuestados habla de un incremento en la cantidad de insectos transmisores de patologías, entre ellos los mosquitos Aedes aegypti, vector de enfermedades como el dengue, zika y chikungunya. Un fenómeno que relacionan directamente con el cambio climático y que, afirman, está generando preocupaciones sanitarias en la población.
Con todo, y pese a reconocer la existencia de estos factores, el 55% de los consultados se considera poco o nada informada sobre el cambio climático y sus consecuencias.
Esta respuesta pone en evidencia la necesidad de que se instrumenten campañas de sensibilización y educación sobre el tema, según destacaron los autores del trabajo.
Por otra parte, el 76% de los consultados dijo sentirse muy o bastante preocupados por el cambio climático, una emoción que no se condice con el bajo nivel de información que dice disponer la mayoría, lo que plantea un desafío importante para las políticas públicas y las acciones a nivel comunitario.
El trabajo indica asimismo que el 72% de los encuestados notó un aumento en las temperaturas en las zonas donde viven y agregan que esto está modificando los patrones climáticos tradicionales y afectando la vida diaria de las personas.
Según los consultados, esta situación se expresa a través de olas de calor más frecuentes, mayor sequedad del suelo y alteraciones en los ciclos agrícolas, algo que a largo plazo podría repercutir en la seguridad alimentaria.
Además, el 91% de los consultados dijo que nota un aumento de la presencia de insectos transmisores de enfermedades en las zonas donde viven.
Paralelamente, 8 de cada 10 consultados dijo que cree que existe una relación directa entre el cambio climático y el aumento de enfermedades transmitidas por picaduras de insectos.
Con todo más de la mitad de los encuestados dijo tener poco o ningún conocimiento sobre conceptos clave relacionados con el cambio climático.
MITIGACIÓN Y ADAPTACIÓN
Al ser consultados acerca de qué acciones consideran necesarias para mitigar el impacto del cambio climático, la mayoría de los encuestados manifestó que ya está tomando medidas a nivel personal y comunitario para enfrentar este desafío.
Así, el 73% de los consultados señaló que promover el reciclaje y la reutilización es una de las principales acciones que las comunidades deben implementar para mitigar el cambio climático, prácticas que no solo ayudan a reducir la presencia de residuos, sino que también contribuyen a disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Un 62% de los consultados, además, consideró que es fundamental fomentar el uso de energías renovables, como la solar o la eólica, para reducir la dependencia de los combustibles fósiles.
Estas medidas, combinadas con la promoción del uso de transporte público o bicicletas, pueden reducir significativamente la huella de carbono de las comunidades, indicaron los consultados.
Finalmente, y aunque la mayoría de los consultados se mostraron preocupados por los efectos de un calentamiento global que la mayoría ya percibe en su vida cotidiana, cuando se les preguntó acerca de su percepción sobre el futuro en relación con el cambio climático, el 65% de los encuestados mostró una postura optimista, mientras 3 de cada 10 personas afirman tener una percepción ‘moderadamente optimista.
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