En el corazón de la provincia de Córdoba, a solo 20 kilómetros de General Levalle, se encuentra una obra de arte única en su género: un bosque en forma de guitarra. Esta creación no solo es un espectáculo visual impresionante, sino que también encierra una conmovedora historia de amor y dedicación.
La historia de la Estancia La Guitarra comenzó con un sueño compartido. Graciela Yraizoz, una joven apasionada por la ecología, anhelaba convertir una llanura en General Levalle en una guitarra "natural". Su esposo, Pedro Martín Ureta, inicialmente tomó la idea a la ligera. Sin embargo, la trágica muerte de Graciela en 1977 a causa de un aneurisma lo impulsó a convertir ese sueño en realidad.
Dolido por la pérdida de su amada esposa, Pedro decidió dedicar el resto de su vida a honrar su memoria. Durante cinco años, trabajó arduamente para materializar el bosque en forma de guitarra, plantando cuidadosamente 7.000 árboles en la llanura.
Una Obra Maestra de la Naturaleza
La Estancia La Guitarra no solo es impresionante por su tamaño, con 2.500 metros de largo y 400 metros de ancho, sino también por su diseño meticuloso. Los contornos de la guitarra están delineados por pinos cipreses de color verde oscuro, mientras que las seis cuerdas están hechas con eucaliptos medicinales de un tono azulado distintivo. El puente y la estrella que decora la boca de la guitarra están formados por pinos cipreses de piña.
Crear la guitarra de árboles no fue tarea fácil. Pedro enfrentó numerosos desafíos, desde la falta de experiencia en paisajismo hasta las inclemencias del clima. Sin embargo, su amor por Graciela y su determinación por cumplir su sueño lo impulsaron a seguir adelante.
Un Legado de Amor y Belleza
Hoy, la Estancia La Guitarra es un símbolo tangible del amor eterno de Pedro por Graciela. Cada año, cientos de personas visitan el lugar para admirar la belleza de este bosque único y rendir homenaje a la historia de amor que lo inspiró. El bosque también ha sido reconocido a nivel internacional, incluso apareciendo en Google Maps.
La Estancia La Guitarra es un recordatorio del poder transformador del amor. La dedicación de Pedro para crear este monumento viviente en memoria de su esposa es un testimonio conmovedor del amor verdadero y la fuerza del espíritu humano. La belleza de este lugar nos invita a reflexionar sobre la importancia de honrar nuestros sueños y celebrar el amor en todas sus formas.
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