Nieves perpetuas, valles de ensueño, tierra de bosque y estepa, protector de agua, de vida, el Parque Nacional Nahuel Huapi (PNNH) es una de las siete maravillas naturales de Argentina además de ser el Área Protegida más antigua del país.
Enclavado al noreste de la Patagonia, este parque nacional, que lleva el nombre de uno de los lagos más atractivos del sur argentino, Nahuel Huapi o "isla del tigre" en lengua Mapuche, abarca 710.000 hectáreas, emplazándose en dos provincias, Neuquen y Rio Negro,
"Es el Parque más antiguo del país. Su antecedente data de la creación del Parque Nacional del Sud, en 1922, el cual, si bien era más grande que el PNNH, no tenía una entidad concreta ni despliegue de personal ni mucha normativa. Todo ello adviene en 1934 con la ley que crea a la administración de Parques Nacionales y se crea también el PNNH y el Iguazú".
Este Parque majestuoso alberga en sí mismo inigualables lagos de aguas frescas y cristalinas, entre ellos el Nahuel Huapi, de origen glaciar y presentando una superficie de 560 kilómetros cuadrados. Los brazos de este solemne lago penetran en los bosques del Parque y es uno de los preferidos por los visitantes para realizar excursiones lacustres. Entre sus destinos se destacan la Isla Victoria, el Bosque de Arrayanes y el Puerto Blest.
También son parte de la Reserva Natural los imponentes lagos Mascardi y Gutiérrez, lago Traful y los lagos Moreno, Escondido y Guillermo. Además, esta área es recorrida por una gran variedad de arroyos y ríos de impresionantes tonos azulados que acarrean aguas provenientes de lluvias y nevadas en invierno y de deshielos en verano.
En la superficie que comprende esta área, las especies de plantas conforman distintos tipos de vegetación y se adaptan a las condiciones ambientales.
Entre las especies de árboles más renombradas aparecen el Radal, el Arrayán, el Maitén, el Ciprés, la Lenga, el Notro, el Coihue y el Ñire.
Con respecto a la fauna, gran número de especies moran en esta área paradisiaca, peces, anfibios, reptiles, aves, mamíferos e invertebrados, entre ellas el Huillín, el Tuco Tuco Colonial, el pato Torrontés, el Pudú, el cóndor Andino, Huemul, gato Huiña, el pejerrey Patagónico, y el bagre Otuno.
Los días de verano los visitantes más aventureros pueden optar por visitar el cerro Tronador, una cadena volcánica a la altura de la frontera chilena o realizar la caminata al Refugio Frey, cerca de Bariloche, entre otras opciones.
Entre las propuestas de invierno cabe destacar al Cerro Catedral, el centro de esquí más grande del hemisferio sur, lugar ideal para los amantes de los deportes en la nieve. El mismo está situado en San Carlos de Bariloche, una de las gemas urbanas junto a Villa La Angostura y Dina Huapi que contiene este Parque, además de numerosos parajes rurales y loteos privados.
Desde hace varios años este Parque Nacional trabaja en la administración compartida de los territorios de las comunidades Mapuche, impulsando el diálogo y el encuentro con el fin de consensuar acuerdos en pos de la conservación de la biodiversidad y del mejoramiento de la calidad de vida de las comunidades involucradas.
Ese manejo implica "compartir responsabilidades de administración y control de un territorio o recurso buscando integrar todas las formas de conocimiento, respetando la diversidad cultural y promoviendo el desarrollo de prácticas sustentables", según explicaron desde el Parque.
Refugio de importantes cuencas hídricas, guardián del ecosistema andino del norte patagónico y dueño de un variado patrimonio cultural, este parque al sur del país no deja de sorprender con su cultura y sus tesoros naturales a los visitantes que llegan de distintos rincones del mundo a conocerlo y quedan impactados ante su magnificencia.
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