Especialistas de pediatría y de salud mental advierten sobre los riesgos que para la niñez y la adolescencia significa el uso excesivo de las pantallas, sean estas celulares, computadoras, playstation y demás dispositivos digitales, como así también el acceso a las redes sociales.
El doctor Gonzalo Daniel Almada, presidente de la Filial Junín de la Asociación Argentina de Pediatría, en diálogo con Democracia, se refirió a la temática abordada por la Subcomisión de Tecnologías de la entidad, respecto al abuso del uso de las pantallas por parte de los infantes y adolescentes.
Si bien mencionó que lo recomendado era como máximo dos horas por día de pantalla, la realidad indicaba que el tiempo de uso de celulares y demás era mucho más.
“Preocupa la inserción precoz de lo que es pantalla en los chicos. En principio se los veía desde los 4 a 5 años viendo dibujitos por la TV, que eran entretenidos y estaban a dos metros de distancia del televisor y uno podía limitar el tiempo. Ahora en la consulta, ya desde la sala de espera, se ve niños muy pequeños, de un año y medio, con el celular a medio metro de los ojos”, manifestó el doctor Almada.
Tras mencionar que se plantean situaciones frecuentes cuando los padres trabajan y los chicos pasan mucho tiempo frente al TV, el celular, o la compu, eso puede generar hábitos no saludables.
“La mejor medida es que uno se tome el tiempo para acompañar al chico pequeño jugando un juego de mesa, a las cartas, leer un libro o un cuento, y si es más grande ayudarlo con la tarea escolar, pasar el tiempo al aire libre con ellos, en la plaza, el patio, haciendo otras actividades recreativas”, aconsejó.
Respecto a los riesgos en la salud, que podía generar estar tanto tiempo expuestos a pantallas, el médico dijo: “A corto plazo puede suceder que los chicos tengan problemas de falta de sueño, de atención en la escuela. Como es nuevo, no está estudiado a largo plazo aunque se puede prever lo que pasará”.
“Si el chico está constantemente con el celular, no presta atención, está distraído o concentrado en eso y nada más, no escucha cuando le hablan, bueno, las proyecciones no son muy buenas. Ya se están viendo problemas visuales, en las manos, dolor de cabeza recurrente, pueden tener problemas de aprendizaje en la escuela, falta de concentración.
Además está el aislamiento familiar, cada miembro de la familia con su celular y eso el chico lo ve”, detalló.
Tras la acotación de que el estar quieto, sin actividad física, podía provocar sobrepeso, el médico reflexionó: “Un nene que está todo el día con pantalla, significa que está quieto, cuando 20 años atrás andaba en bicicleta, corría, jugaba a la mancha o estaba en un club haciendo algún deporte. Si empieza a los 4 o 5 años, en la etapa preescolar, expuesto a las pantallas, puede que aumente progresivamente de peso. No hace actividad física porque no lo satisface, prefiere jugar con el celular o a la play”.
“Lo importante en la primera infancia es generar hábitos saludables, porque más adelante cuesta más adquirirlos, con las complicaciones que eso significa: puede tener sobrepeso a los 15 a 16 años, obesidad a los 20 a 22, hipertensión a los 30, y el estado general de salud puede complicarse a medida que avanza la edad”, advirtió.
Redes sociales
Luego de que autoridades sanitarias de Estados Unidos lanzaran una dura advertencia a los padres sobre los efectos que el uso constante de redes sociales está generando entre los adolescentes de su país, especialistas locales en psicología y pediatría llamaron a limitar los tiempos de los chicos en esas plataformas porque podrían derivar en cuadros de ansiedad, depresión e irritabilidad.
Días atrás, el jefe de Salud Pública de Estados Unidos, Vivek Murthy, publicó un informe llamado “Redes sociales y la salud mental de los jóvenes” donde señala que el uso de estas plataformas por parte de los adolescentes durante más de tres horas diarias duplica el riesgo de que desarrollen cuadros de ansiedad y depresión.
Durante los últimos años, con la popularización de redes dirigidas especialmente a un público adolescente, como Tik Tok, su uso entre los más jóvenes se ha vuelto casi universal.
Se calcula que hasta el 95% de quienes tienen entre 13 a 17 años usa alguna red social y más de un tercio lo hace casi constantemente.
El fenómeno se da porque la dinámica de las redes sociales “activa un sistema de recompensa con las interacciones en línea, donde las notificaciones, comentarios o sumar seguidores son un refuerzo positivo impulsando a repetir la acción”, explica la médica pediatra Silvina Pedrouzo, secretaria de la Subcomisión de Tecnologías de la Sociedad Argentina de Pediatría.
Como relata la médica, ella y sus colegas vienen observando “alteraciones visuales, dolores articulares, cefaleas y algunos síntomas vinculados al sedentarismo como sobrepeso o trastornos del sueño. También se reportan cambios de humor, alteraciones de comportamiento, hiperactividad, fallas en la socialización, alteración de otras actividades, conductas de aislamiento y cuadros de depresión o ansiedad”.
Si bien “en las consultas médicas los jóvenes no suelen relacionar sus síntomas físicos y psíquicos con el uso de las redes sociales, cuando el médico indaga se comienza a ver un uso indebido”, cuenta la profesional.
Salud mental
La psicóloga Adriana Parapuño, presidenta del Distrito III del Colegio de Psicólogos de la provincia de Buenos Aires, con sede en Junín, al ser consultada por Democracia, se refirió a los riesgos y consecuencias que podrían darse ante el uso excesivo de celulares y computadores, con acceso a Internet.
A través de la web se puede llegar a las redes sociales, juegos electrónicos y demás, utilizando dispositivos, que muchas veces los niños y adolescentes manipulan con gran facilidad en los tiempos que corren.
“Es muy grande y complejo el tema, que se ha tratado en foros de trabajo y demás – dijo la psicóloga Parapuño-. El Colegio al que yo represento en Junín abrió una convocatoria para trabajar en la comisión de Infancia y Adolescencia, que seguramente será un tema importantísimo.
“Es mucha la demanda que hay en la consulta, por parte de los padres preocupados por el comportamiento de los niños, que cada día están más apegados a estos nuevos ‘chiches’ que son los teléfonos celulares. Estos son una herramienta para adultos, no deberían estar presentes en las infancias”, opinó.
Sin embargo, es inevitable el uso del celular porque ya forma parte de la realidad. Ante esto, la especialista considera que en el caso de aquellos niños, que ya tengan edad suficiente, en período escolar primario, su uso sea ante la atenta mirada de sus padres.
“El tema es internet, es la web, que si bien los chicos pueden mirar cualquier cosa adecuada a su edad, tienen publicidades y acceso a todo. Incluso hubo inquietudes de padres porque sus chicos habían abierto páginas pornográficas al navegar en la web”, advirtió ante los riesgos que eso implicaba.
“Hay complicaciones en las escuelas por lo cual hay docentes que no dejan ingresar a los alumnos con celular al aula, aunque depende de la normativa vigente que hay que respetar. Pero por otra parte, está el uso del whatsapp que muchas veces se puede dar entre alumnos y padres, por el retiro de los menores de la escuela, por ejemplo”, explicó la licenciada.
Comportamiento
Entre las consecuencias del uso excesivo de dispositivos e internet, está el cambio de comportamiento en el niño-adolescente.
“En las escuelas se observa que hay peleas entre los chicos, más allá de lo normal. La irrupción de la violencia se está viendo como nunca en el ámbito escolar. Anteriormente no era tan frecuente como ahora sucede. Este problema hay que abordarlo, hacer algún tipo de intervención para que no se propague demasiado”, dijo la licenciada Parapuño.
“Cuando uno empieza a analizar, el cambio de conducta es porque están más enojados, en general; y también sorprendidos porque vienen con la inocencia que los caracteriza y les preguntan a su papá o su mamá qué es lo que están mirando”, apuntó.
Violencia en las escuelas
Al hablar de los riesgos que puede haber por el uso de Internet, la psicóloga Parapuño reflexionó: “Ellos tienen mucha habilidad para el manejo y manipulación de las nuevas tecnologías. Encuentran rápidamente lo que buscan, y también lo que no buscan. Si no tienen su propio celular, muchas veces acceden al de los padres, ‘para jugar’. Lo aconsejable es que haya un adulto que se haga cargo de lo que está manipulando el niño”.
“El chico muchas veces no tiene la capacidad como para identificar lo que está viendo, cuando navega en la web. Se puede entonces tomar el recaudo de que el dispositivo no esté conectado a internet”, opinó.
Para la especialista es muy importante el seguimiento, el control y las limitaciones que el padre o la madre, o personas del entorno del niño, consideren necesarias para evitar problemas que pueden repercutir en el comportamiento, y en su futuro.
Desde el Colegio de Psicólogos se advirtió que hubo “muchísima demanda de diferentes instituciones, siendo la más importante la escuela, por esta problemática”.
“Eso fue lo que impulsó, desde el Colegio de Psicólogos, el trabajo de la Comisión de Infancia y Adolescencia. La escuela es el ámbito donde se trasluce todo ese tipo de situaciones y en ocasiones los docentes no saben cómo actuar, ante conflictos que surgen ocasionando violencia, conductas violentas o conversaciones que no deberían darse en niños de esa edad”, concluyó.
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