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Scrabble: el rey de los juegos de palabras cumple 75 años
ENTRETIENE A MILLONES DE PERSONAS DE TODAS LAS EDADES

Scrabble: el rey de los juegos de palabras cumple 75 años

Fue bautizado con ese nombre en 1948 y se transformó en uno de los entretenimientos más populares del mundo.

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En el juego del Scrabble (palabra inglesa que puede traducirse como escarbar o usar los dedos para encontrar rápidamente algo que no se puede ver) los jugadores reciben al azar  fichas correspondientes a letras consonantes y vocales con las cuales tienen que componer palabras incluidas en el diccionario estándar, sobre  un tablero con 15 por 15 casillas cuadradas. 

Las palabras pueden formarse en  sentido horizontal o vertical, colocando cada letra en una casilla, y también pueden entrecruzarse unas con otras, ya que una misma letra puede  formar parte de dos palabras diferentes, una vertical y otra horizontal, situándose en la intersección de ambas. Cada una de las letras vale una  determinada cantidad de puntos,  acorde con la dificultad para incluirlas en la composición de una palabra  y, al final gana el jugador que más puntos ha obtenido. 

Quizá la sencillez del Scrabble, en  el que lo que importa no es cuántas  palabras conoce un jugador, sino cómo  las compone, combina y utiliza en el  tablero para poder obtener una mayor cantidad de puntos, sea uno de  los secretos del éxito de este juego de  popular palabras, que celebra su 75º  aniversario. 

Este entretenimiento de mesa,  cuyo recorrido comenzó en 1931 como  un proyecto del arquitecto estadounidense Alfred Mosher Butts y que en 1948 fue bautizado como Scrabble,  empezó a venderse poco después y ya acumula más de 165 millones de  unidades vendidas, explican desde  una empresa de juguetes, cuyo catálogo incluye el Scrabble. 

Cada año se celebran en distintos  países torneos en los que participan  clubes de jugadores experimentados  y otros de jugadores noveles, incluido un Campeonato Mundial en español. También cada año, el 13 de  abril, se conmemora el Día Mundial  del Scrabble, que toma como referencia la fecha de nacimiento de su creador, Alfred Mosher Butts, quien vino  al mundo el 13 de abril de 1899, en  Poughkeepsie (Nueva York, Estados  Unidos). 

Desde 1948, los principios fundamentales de este juego de mesa se  han mantenido firmes, más allá de algunos ajustes menores y modernizaciones, abarcando nuevas palabras,  frases y generaciones de jugadores e  incorporando tecnologías innovadoras, como su versión Vision con realidad aumentada, que combina el uso  del tablero físico con una app para  celulares. 

30.000 partidas cada hora 

Detrás de este entretenimiento, que  según los cálculos de una empresa  de juegos de mesa, divierte a personas y familias a un ritmo de “al menos 30.000 partidas iniciadas cada  hora en distintos idiomas”, hay una  historia asombrosa con un comienzo humilde. 

En 1931, Estados Unidos estaba sumido en la Gran Depresión económica, y Alfred Mosher Butts, un arquitecto del Estado de Nueva York, estaba sin trabajo y con mucho tiempo libre. En su modesto departamento de la ciudad de Jackson Heights, Butts  dio rienda suelta a su entusiasmo por  los juegos y las palabras, desarrollando un entretenimiento basado en la  suerte, la estrategia y la destreza lingüística, al que denominó Lexiko. 

Aquel precursor del actual  Scrabble, presentaba letras en mosaico pero no un tablero y se basaba  en un sistema de puntuación que  Butts desarrolló al leer la portada del  diario New York Times. 

Sus intentos iniciales de desarrollarlo comercialmente fracasaron,  ya que su petición de patentar la idea  fue rechazada y no logró despertar  el interés de los principales fabricantes de juegos. Pero Butts tenía una confianza inquebrantable en su invento y, durante los siguientes cinco años, vendió más de 200 juegos de Lexico a  amigos y familiares. En 1938, añadió una mejora clave a su juego al  incorporarle un tablero de 15 por 15  casillas. Este avance (el tablero) motivó un cambio de nombre del juego, que pasó a llamarse ‘Criss-Crosswords’.

El despegue llegaría años más  tarde, cuando James Brunot, un  trabajador social jubilado, empresario en ciernes y aficionado a jugar al ‘Criss-Crosswords’, llegó a  un acuerdo con Butts para producir un juego ligeramente modificado a mayor escala, entregándole a Butts una regalía por  cada juego vendido. 

Nuevo nombre y éxito comercial 

Brunot cambió el nombre del juego, denominándolo Scrabble, y el 16 de diciembre de 1948, casi veinte años después de su concepción  original, fue aceptada una solicitud de derechos de autor. 

A partir de entonces, Brunot y  su esposa Helen “metidos hasta  las rodillas en cajas, bastidores y  fichas”, comenzaron a vender el  juego de Mosher Butts, desde su  casa en Connecticut, comercializando una modesta cantidad de  8.500 unidades durante el primer  año de actividad comercial, puntualizan. 

A medida que crecía el interés, la producción se trasladó a otro edificio, aunque en 1952 el negocio solo había alcanzado un punto de equilibrio, sin lograr superarlo. 

Las ventas realmente se dispararon después de que Jack Strauss, presidente de Macy’s, una reputada cadena estadounidense de grandes almacenes, conoció el  Scrabble y quedó encantado con este juego, lamentando que su icónica tienda de alta gama, con varias plantas, no lo tuviera en existencia.  Actualmente, se calcula que en todo el mundo se venden cada año alrededor de 1,5 millones de unidades y funcionan alrededor de 4.000 clubes de jugadores de  Scrabble.

Homenaje a la realeza 

En el Reino Unido, para celebrar  el 75 aniversario de este juego y de  la coronación del Rey Carlos III,  que también cumple 75 años en  2023, el sombrerero británico Justin Smith, famoso por crear tocados de alta costura para estrellas  de Hollywood, creó una corona de fichas de Scrabble inspirada en la  Corona de San Eduardo, una de  las joyas de la Corona Británica. 

En Francia, la artista de la palabra Chloe M, ha compuesto una  oda al Scrabble, su juego favorito,  y a la lengua viva francesa, que representó en una actuación frente  a la Torre Eiffel, en París. 

Después de 75 años, el espíritu del Scrabble, de fomentar conexiones significativas entre generaciones, aprovechar el poder de  las palabras y celebrar los beneficios de la expresión positiva, sigue cobrando vida cada vez que los jugadores disfrutan de la sencilla diversión de construir palabras juntos en un tablero de compartir.

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