Ernesto Sabato, el hijo predilecto de Rojas que nunca se olvidó de sus orígenes
El famoso escritor Ernesto Sabato visitó al menos diez veces su ciudad de origen por diferentes actividades. En cada una de ellas, siempre se acercó a su primer amor: la Escuela 1, donde hizo sus estudios primarios. “Moriré en cualquier lugar, pero quiero que me entierren en Rojas”, dijo en 1974.
“El niño sigue jugando en la glorieta de la plaza, donde seguramente mañana tocará la orquesta o habrá concierto de guitarras como antes en Rojas, los días de fiesta”, cuenta el escritor rojense Ernesto Sabato en su libro La Resistencia (2000).
Y no es casualidad empezar este artículo con ese pequeño fragmento literario, específicamente seleccionado para disipar de antemano comentarios de algunos rojenses despistados que dicen, generalmente sentados en la mesa de un bar: “Sabato nunca se acordó de Rojas”. Mito, pero como dice el dicho, nadie es profeta en su tierra.
- Ernesto sabato nació en Rojas el 24 de junio de 1911.
En contraposición, los amantes locales del hijo mimado de Rojas, se animan a decir que varios de los personajes de sus cuentos, o lugares imaginarios, son, en realidad, personas o sitios que existieron, o existen, en la ciudad que lo vio nacer, donde merecidamente el Centro Cultural y la sede de la Unnoba llevan su nombre.
Porque además de haber escrito enormes libros como El Túnel (1948), o Sobre Héroes y Tumbas (1961), Sabato se ganó un lugar privilegiado en la memoria de millones de demócratas que recuerdan su gran trabajo hecho en la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (Conadep), creada por Raúl Alfonsín el 15 de diciembre de 1983, cuando nadie se animaba a hacerlo. Y así, el Nunca Más, expropiado por algunos sectores que se consideran dueños de la historia, se hizo enorme y eterno.
Por todo esto, el escritor Sabato, nacido en Rojas el 24 de junio de 1911, merece que se sepa algo más de su relación con el distrito. Porque de La Plata y de Santos Lugares (sitio donde vivió hasta el día de su muerte el 30 de abril de 2011), ya son reconocidos por el paso del escritor.
Ernesto Sabato, el rojense
En diarionucleo.com, el historiador Hugo Silveira realizó un recuento de las visitas que hizo el destacado pintor, escritor, físico y ensayista. El historiador no dudó en explicar que las diversas actividades de Sabato “lo llevaron a ser uno de los hombres más importantes de la segunda mitad del siglo pasado y de la primera década del actual, trascendiendo el ámbito argentino para transformarse en una figura internacional”.
Pero como se detallaba más arriba, no nos extenderemos en la biografía de Sabato , ya que múltiples personas ya han escrito sobre él. Aquí, se referenciarán los hechos ligados a Rojas.
Por eso, y a modo de dar inicio a la charla, Silveira contó que “el 24 de junio de 1911, día del Año Nuevo Natural, nació Ernesto Sabato, décimo hijo del matrimonio integrado por Francisco Sabato y Juana María Ferrari”.
- El historiador Diego Valenzuela pasó por la casa natal de Sabato.
Su padre explotaba desde 1907 una panadería en la actual calle Pueblos Originarios al 300, esquina Muñoz. Su casa natal se ubicaba al lado, en Muñoz 471.
Pero la casa más conocida del escritor, se ubicó en Pueblos Originarios 267, donde a finales de 1922 la familia se mudó al edificio que hoy sigue en pie. Inclusive, hay un altillo donde el escritor, un niño en aquel entonces, pasaba varias horas al día.
Uno de sus hermanos, Lorenzo, tras graduarse como médico se radicó en Rojas y decidió demoler la vieja primera casa familiar para construir allí su vivienda y consultorio.
La Escuela Número 1 “Domingo Faustino Sarmiento”, fue donde cursó sus estudios primarios, dejando en la historia a la escuela pública que hoy funciona como doble escolaridad, en el mismo lugar de su fundación. En casa visita a Rojas, siempre pasó por su amada escuela.
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En cada visita a Rojas, Sabato siempre visitó a su primer amor: la Escuela N°1 "Domingo Faustino Sarmiento".
Visitas de Sabato a Rojas como famoso
La primera visita
Entre sus llegadas a Rojas, se incluye la realizada en noviembre de 1964, con motivo de celebrarse los cincuenta años del actual edificio de la Escuela 1.
En un marco sumamente emotivo ante sus ex maestras, compañeros de estudios y muchísimos vecinos, Sabato brindó una brillante conferencia, elogiando los viejos métodos educativos citando como ejemplo a su querida Juana Alicia “Negra” Ozán y resaltado los niveles culturales, técnicos e intelectuales alcanzados por el país.
La segunda visita
El 3 de febrero de 1968, tuvo lugar otra de sus recordadas visitas. Esta vez llegó acompañado por su hijo Mario, técnico en cine y televisión, junto a tres colaboradores.
Silveira contó que “el propósito fue realizar filmaciones en distintos lugares relacionados con su vida en Rojas, a fin de ser incluidas en un trabajo patrocinado por Ford Motor Argentina, dedicado a destacar la labor de personalidades argentinas”.
- En el centenario de su nacimiento, el Centro de Investigaciones Educativas recordó el hecho con una placa en la puerta de su casa.
Durante la recorrida los acompañaron el vecino Luis Bussalleu, la presidenta de la Comisión Municipal de Cultura, Elisa Genoveva Barquín de Morando y el periodista Arturo Félix Rodríguez.
El primer encuentro tuvo lugar en la Primaria 1, donde lo esperaban sus maestras Rosa La Río de García, Matilde Bancini y Juana Alicia Ozán, y sus ex compañeros Blanca de los Hoyos de Bancini y Alfredo Palavecino.
El itinerario abarcó además la casa de su infancia en Pueblos Originarios 267, los cruces de vías del Ferrocarril San Martín y del Urquiza y algunas viviendas antiguas.
No hay dos sin tres
El 25 de noviembre de 1972, Don Ernesto Sabato llegó nuevamente a su ciudad natal, invitado por docentes a la inauguración de la Muestra de libros de autores locales, revistas, periódicos y otros, efectuada en el hall municipal.
Tras el acto, realizado por la tarde, Sabato concurrió al Club Progreso donde mantuvo una reunión con vecinos. Finalmente participó de una cena en su homenaje en la confitería Avenida, de Santana Hnos., en av. Las Heras 487.
Su deseo de descansar en Rojas
El 19 de octubre de 1974, se produjo otra visita. El historiador Silveira recordó que Sabato recorrió algo de la ciudad y en especial el cementerio.
Tras ello concurrió a Radiodifusora Rojas prestándose a una entrevista con la periodista local Nelly Badel. Rescatamos una de sus respuestas: “Fui al cementerio, eligiendo un lugarcito, cerca de los tapiales, hay terrenitos, no se necesita mucho; lo he dicho muchas veces, moriré en cualquier lugar, pero quiero que me entierren en Rojas.
Es un proyecto muy futuro, pero, en fin, conviene ir pensando en esas cosas, que es lo más seguro que existe: la muerte”.
Su relación con el Teatro TAFS
Respondiendo a una invitación oficial y en el marco de su febril actividad, Sabato llegó nuevamente a su ciudad natal. El sábado 12 de mayo de 1979, es recibido por la tarde, en la Municipalidad y a las 22 horas, fue homenajeado en el TAFS, con la representación del “Romance de la muerte del general Lavalle”, donde actuaron José María “Bonzo” Sansirena, la Agrupación Coral de Rojas y el elenco de la entidad anfitriona. A su término fue obsequiado un brindis.
El domingo 13 por la mañana ofreció una charla abierta a todo público en el TAFS y posteriormente concurrió a su gran amor: la Escuela Primaria 1.
Los momentos más emotivos de la ceremonia, se produjeron cuando la directora Rosaura Noemí Romeo procedió a hacer entrega de distinciones a los alumnos de la promoción 1924, Jorge Baquedano, Rosa Castano, Berta Colagreco, Dominga Pitorino y Ernesto Sabato. Luego, participó de un concurrido almuerzo y, por la tarde, visitó el Museo Histórico.
Sabato, el ciudadano ilustre
El 17 de diciembre de 1984, mediante la resolución número 25/84, el Concejo Deliberante lo declaró “Ciudadano Ilustre del Partido de Rojas”, con motivo de haber obtenido el premio “Miguel de Cervantes”.
En agradecimiento, Sabato visitó nuevamente a Rojas, el 1º de abril del año siguiente. Cerca del mediodía fue recibido en la Municipalidad por el intendente Marcelo Gear, junto a las vecinas María Eugenia y María Delia Garralda y a su compañero de escuela primaria Jorge Baquedano.
- El 17 de diciembre de 1984 Sabato fue recibido por el intendente Marcelo Gear (derecha). Foto Semanario Chispa.
Tras la lectura y entrega de un decreto nombrándolo Huésped de Honor, Sabato recibió presentes de la Sociedad Española de Socorros Mutuos, del Centro de Jubilados y Pensionados y del artista plástico Juan José Eroles.
Los ex detenidos por la dictadura, Laura Ochova y Juan Pedro Aréchaga, le hicieron entrega de un pergamino en gratitud por su trabajo en Derechos Humanos.
Seguidamente tuvo lugar una sesión especial del Concejo Deliberante, donde se dio lectura a la declaración de Ciudadano ilustre de Rojas.
Tras un almuerzo íntimo, y unas horas de descanso, Sabato visitó su escuela que, a esta altura, no hace falta decir su nombre, siendo recibido por las autoridades educativas encabezadas por la directora Hebe Echavarría. Allí, recorrió algunas aulas y compartió un vino de honor.
Tiempo después, se trasladó al cementerio municipal, visitando la tumba de su sobrino Jorge Sabato. Y finalmente, el Club Pescadores de Rojas fue el escenario de una concurrida cena en su homenaje.
El Centro Cultural, bautizado con su nombre
El 24 de junio de 1993, día en que Sabato cumplió 82 años, se impuso su nombre al Centro Cultural. No pudiendo asistir ese día, el 8 de noviembre llega nuevamente a Rojas, esta vez acompañado por su hijo Mario y uno de sus nietos.
Aprovechando la visita, realizaron la filmación de un video que incluyó la casa de su infancia, la Escuela 1, obviamente, y otros lugares relacionados con su vida en Rojas.
Por la tarde, mantuvo una reunión con el intendente Gustavo Vignali, donde Sabato comentó que las tomas en Rojas se complementarían con otras en La Plata, lugar donde residió muchos años, y en Santos Lugares, localidad de su residencia final.
Además, en contacto con la prensa adelantaba que “Antes del fin”, sería el título de su próximo libro.
Sabato junto al intendente Gustavo Vignali en el Centro Cultural que lleva el nombre del escritor. Foto Semanario Chispa.
Caminando por la Plaza San Martín
El 16 de mayo de 1998, regresando a su lugar de residencia, procedente de Río Cuarto, donde recibió la condecoración de Honoris Causa, en la Universidad Nacional de esa ciudad, le hizo cambiar el rumbo a su chofer y se llegó hasta Rojas.
Poco después del mediodía, Sabato bajó del auto y dio una vuelta a la plaza San Martín, ante el asombro y la alegría de algunos transeúntes.
Luego, caminó dos cuadras para hacer su visita obligada a la Escuela 1. En ese lugar se encontró con la periodista de La Voz de Rojas, Beatriz Davio, quien lo acompañó hasta la casa donde residió en Pueblos Originarios 269. Allí recordó una vez más, que en ese lugar había vivido su infancia, pero que su casa natal estaba en Muñoz 371.
Tras almorzar en un restaurante céntrico, se dirigió al Centro Cultural “Ernesto Sabato”, trayendo a la memoria que allí había funcionado el Club Social.
Por esas cuestiones fortuitas, en el lugar estaba habilitada una exposición de obras del fotógrafo Antonio Legarreta, que incluía justamente una foto de Sabato, tomada veinte años atrás en el parque Lezama de la ciudad de Buenos Aires. Tras esa última emoción partió hacia Santos Lugares.
Huésped de honor y visita final
El 20 de junio de 1998 nuevamente llegó a Rojas. Esta vez junto al guitarrista Eduardo Falú, a fin de presentar “Romance de la muerte de Juan Lavalle”, obra de su autoría.
La actividad tuvo lugar en la Escuela 1, a partir de las 20 horas. Tras ser leído y entregado a ambos el decreto que los designaba “Huéspedes de Honor”, Falú comenzó a ejecutar su guitarra y enseguida se acopló Sabato, con el relato.
Tras algo más de una hora de espectáculo, una ovación premió a ambos. Vale mencionar que muchísimo público de Rojas y distritos de la zona, colmaron el espacio, incluso un grupo de vecinos de Zárate llegaron a Rojas en un avión alquilado al efecto.