Los destinos naturales más espectaculares de Argentina
Generosa, vasta y profunda, se la puede dividir en seis regiones. De norte a sur, destinos para recorrer, disfrutar y vivir al máximo .
La del Norte está conformada por las provincias del Noroeste Jujuy, Salta, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero y Tucumán.
La Quebrada de Humahuaca, paisaje cultural del mundo, es el circuito más turístico de Jujuy y uno de los más populares de Argentina. Historia y cultura nativa, arquitectura, paisajes memorables y pequeños pueblos mágicos se aprecian a lo largo de 155 kilómetros por la Ruta Nacional 9.
Cafayate es otro destino imponente en el corazón de los Valles Calchaquíes, tierra donde se producen y estacionan los mejores vinos de altura.
En el noreste argentino se conforma la Región del Litoral que abarca seis provincias: Misiones, Corrientes, Chaco, Formosa, Entre Ríos y Santa Fe. Misiones es escenario de selvas tropicales, tierras rojas y fabulosos saltos de agua que integran el Parque Nacional Iguazú. Su riqueza y valor excepcional hacen de este sitio un recurso natural valorado como Patrimonio Mundial por la Unesco. Además de las extraordinarias Cataratas del Iguazú, consideradas una de las Siete Maravillas del planeta.
Corrientes, sorprende con el segundo humedal más importante de Sudamérica . Sigue en la lista Chaco y su Impenetrable, Parque Nacional de referencia ecoturística a nivel internacional. Formosa es famosa por sus extensos ríos, esteros, cañadas y selvas. El Bañado La Estrella es uno de los sitios ideales para contemplar su diversidad de aves y fauna exótica.
La Región de Cuyo, ubicada sobre la Cordillera de los Andes, se extiende hasta el sur de las sierras pampeanas, y abarca las provincias de Mendoza, San Juan y San Luis. En su cordón montañoso se destaca el Aconcagua (6.959 m.s.n.m.), gran atractivo para valientes en búsqueda de alcanzar la cumbre más alta de América. Mendoza ofrece las mejores pistas de nieve de la región. Y, además, la misma Cordillera invita a hacer la Ruta Sanmartiniana y cabalgar el cruce de los Andes en Mendoza y en San Juan.
La otra ruta destacada es la del vino. Por estos lares se concentra la mayor producción de vinos del país y variedad de cepas.
Cuyo representa un gran atractivo para el turismo científico y paleontológico. Entre sus puntos más destacados en San Juan se encuentra el Parque Nacional El Leoncito y el Parque Provincial Ischigualasto. Y en San Luis, el Parque Nacional Sierra de las Quijadas, otro imperdible de la región.
Ya en el centro del país, Córdoba Su principal centro turístico es Villa Carlos Paz, al pie del Lago San Roque. Traslasierra y los Valles de Punilla y Calamuchita, entre otras regiones cordobesas, permiten vivir de cerca sus arroyos y ríos en un clima de paz absoluta.
La Costa Atlántica es su mayor atractivo, con más de 1.200 kilómetros de playa. Sus costas bañan la bella Mar del Plata, ciudad cabecera de todos los balnearios del país. Necochea, Monte Hermoso, Villa Gesell y Miramar son algunas de las opciones más familiares. Y otras, como Pinamar y Cariló, son opciones más modernas y exclusivas.
La Patagonia. Dueña de los más bellos escenarios naturales, está conformada por las provincias de La Pampa, Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Algunas de sus bellezas paisajísticas: el Parque Nacional Los Glaciares, La Cueva de las Manos, el Parque Nacional Los Alerces y Península Valdés.
San Martín de los Andes, dueña de una belleza y armonía sin igual, es una de sus ciudades sacadas de cuento. Aquí se aprecia también el volcán Lanín, ícono turístico de la provincia de Neuquén y del oeste patagónico.
La Patagonia también sorprende por su biodiversidad y su fauna silvestre que incluye desde maras, ñandúes, el ciervo colorado hasta el cóndor que sobrevuela desde los Andes a las sierras junto al mar. Y su gastronomía merece una mención especial. Sus platos a base del cordero patagónico, o de carnes típicas como el ciervo, chivo, truchas se maridan a la perfección con vinos de origen patagónico. Y para los más golosos, los chocolates y dulces regionales son manjares que no pueden dejar de probarse.