Hormigas, polillas, chinches o arañas: quien tenga de compañeros de piso a estos insectos suele ser acusado de falta de higiene. Pero los bichos suelen entrar en la casa para protegerse del frío o en busca de comida.
Y algunos se sienten mágicamente atraídos por un frutero sobre la mesa o por la papelera con residuos orgánicos. Muchas personas experimentan un gran disgusto cuando encuentran a estos insectos de cuatro, seis u ocho patas circulando por su vivienda.
Y se les despierta el consiguiente gran deseo de deshacerse de ellos. Para eliminar a los insectos se utilizan métodos y elementos diversos, desde el matamoscas y la cinta adhesiva hasta el repelente de insectos. El resultado inmediato es que algunos de ellos mueren, pero los próximos ya se aprontan para llegar. Los especialistas en el tema recomiendan en primer lugar determinar de qué tipo de bicho se trata.
TRAMPAS EN LUGAR DE INSECTICIDAS
En los negocios puede encontrarse una amplia oferta de productos para combatir insectos. Esta gama abarca desde sprays, aerosoles y cebos hasta vaporizadores eléctricos, agentes de dispersión y trampas de luz. “Se requiere cuidado durante su utilización, ya que algunos de estos productos entrañan considerables riesgos para la salud”, apuntan los expertos.
“La mayoría de los insecticidas tienen piretroides como principio activo”, alertan. Estas sustancias pueden provocar por ejemplo síntomas graves de envenenamiento o incluso la muerte en los gatos, acota.
Pero existen métodos menos dañinos para ahuyentar las plagas. “Por ejemplo, las trampas de feromonas son muy adecuadas como medida de apoyo para contener las plagas”, dicen los especialistas. Las feromonas atraen a los machos, que quedan adheridos a la trampa.
De esta manera, se interrumpe el ciclo reproductivo. “Prácticamente cada plaga puede ser combatida sin fuertes insecticidas”, asevera Markus Puschmann, de la Asociación para el Fomento del Control Ecológico de Plagas. Por ejemplo las lepismas, que frecuentemente no son consideradas como plagas, aunque pueden causar daños considerables en los libros y el papel mural.
“En caso de una plaga masiva, efectivamente hay que hacer algo al respecto”, apunta Puschmann. Y, en lugar de sprays para insectos, que suelen contener químicos venenosos y que pueden dañar a las personas al quedar en el aire, recomienda cajas de cebo.
“Los insectos toman de allí, junto con la comida, el principio activo que para ellos resulta mortal, sin que se esparza por la habitación”, detalla.
LAS ARAÑAS, COLABORADORAS
Generalmente durante las épocas frías, a las arañas les gusta refugiarse en el calor de los hogares. En lugar de matarlas, es preferible transportarlas con vida hacia afuera, o bien arreglarse con ellas.
Ya que los arácnidos resultan útiles, dado que se alimentan de insectos como las moscas y los mosquitos y así limpian la casa de bichos. Un tema no menor son las chinches, insectos que chupan la sangre y pican a las personas.
Según Puschmann, “frecuentemente son llevados desde fuera al interior de las casas o viajan clandestinamente en el equipaje de las vacaciones”.
Quien enfrente un problema con las chinches no debería dudar en recurrir rápidamente a un fumigador profesional, ya que es difícil combatirlas de manera exitosa.
CONTROLADORES DE PLAGAS
La búsqueda de un profesional que combata las plagas también tiene sus trampas. De acuerdo con sus experiencias cotidianas, los especialistas apuntan que en Internet se encuentran muchas ofertas, pero que a menudo trabajan de manera no profesional y luego pasan facturas con sobreprecios.
La experta considera que lo importante es que la empresa a la que se le asigne el trabajo tenga un certificado oficial de controlador de pestes. Y, también en el caso de los fumigadores profesionales, los clientes deben mantenerse firmes en que se utilicen productos lo más inofensivos posible.
Frecuentemente no se puede evitar que ingresen bichos e insectos a la casa. Sin embargo, se les puede dificultar el acceso, por ejemplo con mosquiteros en puertas y ventanas.
“Las plagas alimentarias, como las polillas, suelen venir con las compras”, dicen quienes son expertos en estos temas. Por eso, aconseja revisar siempre los alimentos recién adquiridos para detectar posibles infecciones y envasar los productos libres de bichos en recipientes herméticos.
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