Mientras nos preparamos para disfrutar hoy del Gran Premio de Barcelona, hace apenas un par de semanas la Fórmula 1 tuvo su desembarco en Miami y dejó mucha tela para cortar más allá del triunfo de Max Verstappen. Y es que el paddock –zona exclusiva detrás de los boxes para prensa, invitados y escuderías- se vuelve una verdadera pasarela de moda cuando la transitan personalidades del ambiente automovilístico y socialités convocadas especialmente para la ocasión.
Nadie quiere pasar desapercibido sobre todo cuando hay cámaras de televisión captando todo lo que allí sucede, la tentación de ser visualizado es grande. Claro que hay personas que ya han montado un personaje y su llegada siempre es esperada para ver de qué manera sorprenderán con su atuendo. Estamos hablando de Sir Lewis Hamilton, el siete veces campeón mundial que pese a no estar teniendo una gran temporada -Mercedes Benz no le encuentra la vuelta al monoplaza modelo 2022- se destaca por sus exóticos looks siempre a la vanguardia.
Esta vez parece haberse esmerado más de lo normal ya que el circuito y la ciudad habilitaban los excesos. El Hard Rock Stadium se preparó para impactar a los y las visitantes del Gran Premio, y vaya si lo logró. Varias playas artificiales con sus reposeras, sombrillas y bares le pusieron color y fiesta al evento, mientras que una estructura pintada de diversos tonos de azul turquesa recreaba las costas de una exclusiva marina con yates amarrados y todo. Aunque artificial y decorativa, esa “piscina” fue el comentario de todo el fin de semana. Con ese marco no resulta extraño que el piloto más ganador del momento eligiera destacarse antes de calzarse el equipo de competición.
En sus arribos al paddock Hamilton capta los flashes de todo el mundo y trata de evitar detenerse para alguna foto o autógrafo. Es más, suele llegar montando su monopatín para esquivar el asedio propio de la gente apostada a su paso. Pese a ello, nos deja apreciar sus atuendos y de eso hablaremos.
En esta ocasión, Lewis lució outfits de lo más variados y llamativos. Su primera incursión fue vistiendo un equipo de chaleco -sobre la piel- y pantalón blanco de la etiqueta Honor de Gift; mientras que en la jornada de preparación arribó enfundado en un conjunto sastrero-deportivo de Louis Vuitton en azul y negro compuesto por una superposición de chaleco y buzo cuyas mangas recreaban el cuadrille típico de la bandera de llegada. El viernes, ya en pleno calendario oficial, llegó vistiendo un equipo color cemento de remerón y pantalón en un género que se veía un tanto pesado para el clima agobiante de Miami. Esa vez la firma elegida fue Bianca Saunders.
El sábado siempre es una ocasión especial porque además de llevarse a cabo la tercera práctica libre, tiene lugar la clasificación que define las posiciones de partida del domingo. Parece que Hamilton le otorgó a ese día un cuidado especial porque llevó un equipo en rojo, gris y blanco de Daily Paper compuesto por chaqueta bomber -abierta para lucir su torso escultural- y pantalón deportivo con lazo en la cintura. Y por último el día de la carrera, cuando más público lo divisa desde los distintos ángulos cercanos al paddock, Lewis hizo su entrada triunfal lookeado íntegramente en color fucsia con un equipo de buzo, pantalón y zapatillas firmado por Valentino, y gafas con marco púrpura de Louis Vuitton. Sin dudas sus estilismos no pasan desapercibidos y marcan tendencia. Pero también generan polémicas.
La Federación Internacional del Automóvil -FIA- advirtió a los pilotos que no deben llevar ningún tipo de joyas ni relojes cuando se encuentran compitiendo ya que ante un accidente ese tipo de accesorios podrían obstaculizar las atenciones de emergencia. Es bien sabido que el múltiple campeón gusta de lucir todo tipo de joyería de alta gama en sus outfits, y cuando la advertencia se hizo efectiva amenazando con impedirle correr si no respetaba la norma, el piloto redobló la apuesta apareciendo en la conferencia de prensa con varios relojes, cadenas, pulseras, pendientes y anillos. Finalmente la FIA le permitió mantener el aro de su nariz y otro en la oreja que no pueden ser removidos pero lo instó a desistir de llevar el resto dentro del auto de carrera.
Al comienzo hablábamos del paddock como una pasarela de moda y la referencia no es exagerada. Los y las asistentes VIP llegan vistiendo como si se tratara de un evento social más que de una gesta deportiva.
gesta deportiva. Así fue que pudimos observar a David Beckham con un impecable look elegante sport compuesto por chaqueta blanca súper slim fit acompañada de camisa y pantalón en dos tonos de azul; mientras que el cantante responsable del cierre musical del evento, Maluma, apareció enfundado en un mono rojo con ribetes negros y un importante collar dorado con cadena y maxi dije de perro. Le Bron James, ex figura de la NBA, lució un conjunto en tono ladrillo combinado con azul y blanco; mientras que Michael Jordan y el astro del fútbol americano, Tom Brady eligieron equipos sobrios compuestos por camisas y pantalones de lino, outfits mucho más acordes al contexto que los anteriores. Quizás, el saber que su sola presencia llama la atención, explique que a la hora de vestirse opten por un estilismo clásico o casual.
En el caso de las mujeres podemos destacar a Serena Williams con un ajustado vestido drapeado en base roja y a Venus en un look más aniñado compuesto por un mini vestido estampado estilo naif con gran cuello blanco. Ese último tono también fue elegido por Michelle Obama y por Geri Horner -ex spice girl, esposa del Director de Red Bull, Christian Horner-, mientras que Paris Hilton, lejos de los excesos de antaño, se presentó con un romántico vestido con estampa liberty y gorra deportiva sobre su cabello recogido en dos largas trenzas.
Por último los personajes que no son famosos pero quieren dejar claro que pertenecen a este jet set de la máxima categoría del automovilismo. En el paddock pudimos ver muchas mujeres enfundadas en prendas de diseñadores internacionales de primer nivel, acompañadas de carteras y zapatos que no se quedaban atrás. Muchas de ellas llevaban las manos llenas de bolsas de compras de esas etiquetas lujosas como un modo de acentuar su poder adquisitivo -cuesta creer que no tuvieran dónde dejarlas antes de entrar al evento- mientras recorrían las instalaciones en busca de un saludo o encuentro con otras personalidades del ambiente
En síntesis, el Gran Premio de Miami quizás no otorgó la carrera más entretenida –hay consenso generalizado en que fue bastante chata hasta que el safety car luego del accidente de Norris le pusiera un poco de suspenso al cierre- pero sin dudas marcó un hito en cuanto a montar un show más allá del evento deportivo en sí.
El despliegue escenográfico, los distintos momentos amenizados por DJs y cantantes; las variadas pruebas llevadas a cabo por los autos de Porsche y la Fórmula 1 femenina, le dieron color y calor al fin de semana que ya se aseguró una continuidad en el calendario oficial.
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