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Si no se pueden dar 10.000 pasos diarios, hay una alternativa más simple y efectiva
TÉCNICA CONTRA EL SEDENTARISMO

Si no se pueden dar 10.000 pasos diarios, hay una alternativa más simple y efectiva

Las rutinas laborales y exigencias personales tienen a dejar poco margen para cumplir una rutina física que ayude a la buena salud. Contar los pasos se volvió entonces una alternativa para reemplazarla. Pero hay un juego infantil que puede ser todavía más simple y efectivo que esto.

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Caminar entre 8.000 y 10.000 pasos o más por día se ha consolidado como el método perfecto para descansar la conciencia de los que por sus rutinas no pueden ir a un gimnasio. Por eso se los suele ver pendientes de su reloj inteligente o de la app del celular que muestra cuánto se ha caminado durante el día. Es cierto que este simple y habitual acto sirve para quemar calorías, adelgazar y mantener una buena salud, con lo cual se contribuye a perder peso y a reducir problemas cardiovasculares. Pero esto puede no ser suficiente y hay otra alternativa de ejercicio tan simple como accesible.

Es que resulta crucial reconocer que la cantidad de pasos es solo una parte de un enfoque más integral para la salud. La intensidad y la variedad del ejercicio, junto con una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable, también juegan un papel esencial en el bienestar general. Y eso la simple caminata muchas veces no lo logra.

Por este motivo muchas personas están recurriendo a un juego infantil y –también- a una rutina central para el entrenamiento de los boxeadores: saltar a la soga. Esta es una alternativa efectiva para reemplazar la exigencia de caminar determinada cantidad de pasos al día. Esta rutina ofrece un ejercicio cardiovascular que no solo fortalece los músculos, sino que también ayuda en la quema de grasas.

Es un ejercicio accesible que se puede realizar en casa o al aire libre con no más equipo que unas zapatillas deportivas y una cuerda, lo que lo hace cada vez más popular entre las personas que buscan resultados rápidos.

Además, saltar la cuerda no solo eleva el ritmo cardíaco y trabaja los músculos de brazos y piernas, sino que también tiene el potencial de mejorar el estado de ánimo gracias a la liberación de neurotransmisores como la dopamina, serotonina, endorfinas y encefalinas. Un metaanálisis realizado en 2018 respalda estos beneficios al demostrar que el entrenamiento con cuerda puede mejorar la fuerza en adultos mayores de 50 años.

En deportistas de alta competencia como los boxeadores, el salto con soga les garantiza mejorar su resistencia, velocidad y coordinación motora. Y se sabe que un boxeador que levanta pesas durante 30 minutos al día no tendrá el mismo rebote, control y agilidad de pies -habilidad clave en este deporte- que aquel que salta soga.

Entre los beneficios adicionales se incluye la mejora de la salud cardiovascular, la reducción de la presión arterial, el aumento de la coordinación motora y el equilibrio, así como el incremento de la densidad ósea, especialmente relevante para las mujeres en la transición a la menopausia.

Además, saltar a la soga puede aumentar la velocidad de carrera y ser más efectivo para quemar calorías que caminar, debido a su naturaleza intensa y la implicación de más grupos musculares. Incorporar este ejercicio a una rutina de entrenamiento, junto con una dieta equilibrada, puede favorecer una pérdida de peso saludable y mejorar el estado cardiovascular.

Saltar a la soga también ofrece una beneficios significativos en el fortalecimiento de la estructura musculoesquelética. Ayuda a trabajar y a prevenir lesiones en tobillos, rodillas y caderas.  Además, fortalece la coordinación y la fuerza neuromuscular.

Otro beneficio destacado es que mejora la postura corporal, lo que puede ayudar a prevenir lesiones relacionadas con la flexión de la cadera. Además, saltar a la soga mantiene el corazón sano y mejora la resistencia cardiovascular, lo que reduce la fatiga y aumenta la resistencia durante la carrera. También puede ayudar a desarrollar la agilidad y velocidad.

Es también una rutina que redunda en la baja de los niveles de estrés y mejora la respiración. Finalmente, saltar a la soga es una actividad económica y accesible que se puede realizar en cualquier lugar, lo que la convierte en una excelente opción cuando el clima no es propicio para hacer ejercicio al aire libre.

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