El Senado dio la sanción definitiva a la ahora Ley Prevención y Control de la Resistencia Antimicrobiana. Con esta medida, buscan impulsar el buen uso de medicamentos antimicrobianos, principalmente antibióticos, además de reforzar la comunicación, investigación y vigilancia sobre esta temática. Asimismo, esta norma “regula cuestiones referidas al expendio y uso de éstos medicamentos, tanto en salud humana como animal”. Cuál es su impacto en la salud y en los tratamientos médicos.
Con el apoyo unánime de todas las fuerzas políticas, la Cámara alta convirtió en Ley este proyecto que “permitirá abordar con mejores herramientas y medidas multisectoriales esta problemática que ya es una de las diez principales amenazas de salud pública a las que se enfrenta la humanidad”, afirmó la ministra de Salud, Carla Vizzotti, que se encontraba en el recinto al momento de su aprobación.
Según la Organización Mundial de la Salud, la resistencia a los antimicrobianos (RAM) es una “pandemia silenciosa” y un “gran problema de salud pública que va en aumento”, ya que las infecciones bacterianas resistentes están “asociadas por si solas a casi 4,95 millones de muertes al año, de las que 1,27 millones se atribuyen directamente” a este accionar.
“Era necesario intervenir en ese tema porque los antibióticos se usan mal y, con este sistema, la farmacia tiene que tener una receta archivada por los que vendió, va a obligar a que el médico tenga que prescribir, es decir, recetar los antibióticos que tenga que usar el paciente”, afirmó Rubén Sajem, Director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos (Ceprofar).
Entre sus principales objetivos, la Ley de Prevención y Control de la Resistencia Antimicrobiana busca optimizar el uso de medicamentos antimicrobianos; mejorar la sensibilización y los conocimientos en materia de resistencia a los antimicrobianos; reforzar la vigilancia y la investigación en esta temática; prevenir y reducir la incidencia de las infecciones asociadas al cuidado de la salud; trabajar en la eliminación gradual del uso de antimicrobianos como promotores de crecimiento en sanidad animal y asegurar que se realicen inversiones sostenibles en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos.
“La resistencia antimicrobiana ya era un problema de salud pública y la pandemia no hizo más que acelerarlo y agravarlo”, explicó Vizzotti tras la sanción de la norma y consideró que se trata de un “paso fundamental para fortalecer las acciones que se realizan vinculadas a esta problemática, ya que otorga herramientas concretas y un marco legal para garantizar la continuidad de todo el trabajo que se viene realizando desde la cartera sanitaria nacional junto con las 24 jurisdicciones”.
Además, advirtió que cuenta con un enfoque de “Una Salud”, ya que aborda este tema desde “diferentes disciplinas (medicina, veterinaria y medioambiente) con la participación de todos los sectores y actores involucrados”.
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