Murió Roberto Giordano, el célebre peluquero de la farándula
Fue el mentor de las grandes pasarelas de su época. Organizador de desfiles fastuosos, marcó una época que hoy es revisitada por otros motivos. "Qué noche, Teté" y "No me peguen, soy Giordano" son algunas de las frases populares que acuñó en algunas de las diversas situaciones que vivió.
"Moviendo las cabezas", "Qué noche, Teté" y "No me peguen, soy Giordano" son frases que marcaron una época. Tal como la marcó mucho más en el ambiente de la moda y la farándula su autor, el peluquero de celebridades Roberto Giordano, quien hoy falleció a la edad de 75 años.
Giordano fue el emergente de una época en la que nacieron los grandes desfiles de moda, las veladas fastuosas en Punta del Este y Pinamar -que sus críticos tildaban de frívolas- y el culto a las modelos top. Fue en los lejanos -pero hoy, revalorizados- años 90.
"Moviendo las cabezas" instaba a las modelos que desfilaban con sus peinados. "Qué noche, Teté" solía acotar a su partenaire en la conducción de aquellos desfiles, Tete Coustarot. Y "¡No me peguen, soy Giordano!", fue el grito que se le escuchó cuando este fanático hincha de Boca, en un Superclásico en el Monumental en 1995, fue interceptado por hinchas de River, que no advirtieron (o sí) hacia quién estaban dirigiendo sus golpes....
Según trascendió, Giordano se sometió a una cirugía programada por una afección cardíaca en el sanatorio Mater Dei y sus restos serán cremados en el Cementerio de La Chacarita.
El estilista tenía tres bypass según había contado en mayo de este año. Las primeras versiones apuntan a un paro cardíaco durante el procedimiento.
Al respecto, su colega y amigo Fabio Cuggini contó que había hablado recientemente con Giordano que vivía en Uruguay con sus afectos e hijos.
Miguel Romano definió al estilista como “un tipo muy laburador, trabajador, un gran tipo, sé que tenía muchos problemas laborales. Los juicios laborales son muy siniestros. Como colega, me admiraba”.
El peluquero de los famosos contaba con atención cardiológica en el país vecino, aunque había decidido continuar con su atención clínica en Argentina.
Por su parte, el profesional de la belleza Ruben Orlando lo recuerda como “un tipo laburador que se equivocó en muchas cosas”. En este sentido hizo referencia al momento en que el estilista se fue a la quiebra.
En diciembre de 2010, la Justicia Comercial ordenó la medida luego de que sus acreedores rechazaron la propuesta formulada en el marco del concurso preventivo. Catorce años más tarde, hace sólo algunos meses recibió una condena luego de admitir su culpabilidad en un juicio abreviado por ocultarle sus ingresos a la justicia.
En ese sentido, Giordano había asegurado: “Me declaré culpable porque quise dar vuelta la página, no mirar más para atrás, mirar para adelante. No pensar en lo económico y cuidar mi salud”.
Aunque la justicia le había solicitado que no saliera del país cuando terminara la cuarentena por COVID-19, el estilista se mudó a Maldonado, Uruguay y, actualmente, daba clases de peluquería por zoom.
Tal como lo recordó su amiga, la periodista y modelo Teté Coustarot, el estilista fue un gran creador, tanto en su rubro, como de frases. En diálogo con Noticias Argentinas, Coustarot recordó: “El mejor de los recuerdos. Cada vez que me dicen ´¡Qué noche, Teté!´, -Giordano- estará siempre presente conmigo, porque es el autor de, entre otras famosísimas, de esa frase tan importante en mi vida”.
A lo largo de su extensa carrera fue el estilista de distintas celebridades, como Mirtha Legrand, Valeria Mazza, Nicole Neumann, Dolores Barreiro y Pampita. A las modelos que aún continúan en el apogeo de su carrera, Giordano funcionó como una especie de mentor y catapultó sus trayectorias.