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Una exmilitar es récord Guinnes en tatuajes y modificaciones corporales
ESPERANCE FUERZINA TIENE 36 AÑOS Y ES ESTADOUNIDENSE

Una exmilitar es récord Guinnes en tatuajes y modificaciones corporales

Se tatuó por primera vez hace 15 años y su primera alteración física se la hizo hace diez. Hoy tiene el 99,98 por ciento de su piel cubierta con tinta, incluidas su lengua, sus encías y sus ojos. En su cara, se perforó el tabique nasal y el labio. También se quitó ambos pezones.

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Esperance Lumineska Fuerzina se convertirá en la mujer con más tatuajes y modificaciones corporales de la historia, según lo certificó la Guía Guinness de Récords Mundiales, que publicará en septiembre su libro con nuevas marcas extraordinarias.

Esta veterana del ejército estadounidense, de 36 años, nacida en Bridgeport, estado de Connecticut, suma 89 modificaciones corporales. Además, el 99,98 % de su piel está bañado en tinta, sobre todo negra, aunque también de otros colores, dejando poco espacio para el tono de su piel natural.

Pero sus tatuajes se extienden también al cuero cabelludo y áreas extremadamente delicadas como la lengua, las encías, las escleróticas (la capa exterior blanca de los globos oculares) y los genitales.

Al tatuarse de la cabeza a los pies, Fuerzina quiso convertir su cuerpo en un lienzo en movimiento, bajo la idea de “convertir la oscuridad en belleza”, según cuenta a la web oficial de este famoso libro de récords.

La joven se dio cuenta de que podía ser la mujer más tatuada del mundo casi por casualidad. Al ver su pasión por los tatuajes, un conocido le habló sobre el récord en cuestión. Esa información prendió la mecha para que sintiese la curiosidad y la necesidad de saber cuál era la máxima marca.

El anterior récord lo tenía Charlotte Guttenberg, luciendo un impresionante 98,75 % de su piel cubierta de tinta. Y ahí se dio cuenta que no estaba tan lejos. Ella fue un paso más allá, con el 99,98 % de su cuerpo cubierto de tinta.

Su paso por el ejército estadounidense le inspiró y le animó a dibujar todo tipo de emotivos y formas en su cuerpo, según relató la mujer récord.  Sin embargo, también permite la creatividad de los tatuadores: “Por lo general, permito a los artistas mucha libertad creativa una vez que he encontrado uno con cuyo estilo me siento cómoda y que me inspira”. Tampoco tiene un tatuaje favorito, sino que le gusta hablar de un “todo”.

Además, Fuerzina ostentará el récord de modificaciones corporales: 89 frente a las 40 de la mexicana María José Cristerna, que hasta ahora sumaba más que nadie.

Procedente de una familia militar, Esperance pasó la mayor parte de su juventud viajando por el sur de los Estados Unidos. También vivió en Japón durante tres años. Después de eso, siguiendo los pasos de su familia, se unió al ejército como oficial del servicio médico.

“Ahora soy una veterana retirada del ejército”, explica. “La creatividad surgió principalmente después del servicio militar, pero tal vez la falta de ella durante el servicio militar me impulsó a hacerlo”.

También controla el dolor de sus intensas sesiones de tatuajes con meditación. "Es sólo un pequeño momento que puedo conservar para toda la vida", dice

Esperance dio su primer paso en los tatuajes cuando tenía sólo 21 años: un pequeño símbolo vinculado a la familia de su primera pareja. Aunque ese primer dibujo en su cadera izquierda fue rápidamente cubierto por su tercer tatuaje, un fénix brillante y majestuoso, desató un amor que ha acompañado a Esperance desde entonces. Entonces supo inmediatamente que le encantaban los tatuajes y quería tener más.

En tanto, su primera modificación corporal de Esperance fue una lengua dividida, en 2014. Diez años después, las notables modificaciones corporales de Esperance van desde perforaciones corporales "clásicas" hasta alteraciones más creativas, como modificaciones para estirar los tejidos y tatuajes en los globos oculares y las encías.

Al momento de escribir, luce 15 implantes subdérmicos, varias modificaciones faciales como perforaciones en el tabique nasal y en el labio, y se quitó ambos pezones.

 

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