Muy querido por sus compañeros humanos por ser "diligente y atento", el "Supervisor Robot" comenzó a cumplir tareas administrativas en el municipio de Gumi, la segunda ciudad más grande de Gyeongsangbuk-do, en el centro de Corea del Sur, en agosto de 2023. Su horario era de 9 a 18 y era responsable de entregar documentos en distintos pisos del edificio comunal, tarea para la cual había sido programado para usar los ascensores de modo totalmente autónomo.
Pero el stress laboral –especulan un poco en broma pero no descartando esa posiblidad- fue demasiado para este prototipo fabricado por la firma estadounidense Bear Robotics, al punto tal de elegir arrojarse por una escalera antes que sostener su rutina laboral.
Por extravagante que parezca la idea, algunos expertos sugieren que el robot podría haber sufrido algún tipo de crisis "emocional" o que tal vez se le haya exigido demasiado trabajo hasta el punto de que tuvo un mal funcionamiento. Y puede parecer increíble, pero una de las hipótesis que baraja la policía surcoreana es -precisamente- la carga de trabajo excesiva del robot. La administración municipal pagaba una tarifa mensual de 2 millones de wones (1.500 dólares, aproximadamente) por los servicios del malogrado robot a la compañía Bear Robotics. ¿Se le quiso sacar más rédito del que podía dar?
El “burnout” (síndrome del Quemado) es un mal habitual en humanos sobre exigidos en su trabajo ¿Pero podría manifestarse también en este tipo de máquinas? Esta historia –o esta posibilidad- causó bastante revuelo y la gente tiene curiosidad por saber cuál fue la causa exacta del fatal desenlace para este robot. Como era de prever, en redes sociales y webs comenzaron a aparecer publicaciones en las que se especula sobre un posible “suicidio” del robot motivado por el estrés laboral. Más aún cuando en la era de la naciente Inteligencia Artificial, la presencia de robots tiende a hacerse cada vez más habitual en muchos ámbitos de trabajo.
Y Corea del Sur está acostumbrada a tener robots como empleados. Es uno de los usuarios más entusiastas del mundo de estos equipos al punto de tener la mayor densidad de robots del mundo en ambientes laborales, con un robot industrial por cada 10 empleados, según la Federación Internacional de Robótica. Está tan naturalizada su presencia que este robot “suicidado” incluso tenía su propia tarjeta de identificación como un miembro más de la plantilla de trabajadores municipales.
Así, este modelo simpático de Bear Robotics (que hasta tenía cierto parecido con el célebre R2-D2 o Arturito, de las primeras películas de La Guerra de las Galaxias”) realizaba su rutina de llevar y traer expedientes por el edificio municipal de Gumi, hasta que….
Algunos de sus compañeros vieron de pronto que la unidad había comenzado a tener un comportamiento errático. Los vieron danto vueltas alrededor de un objeto invisible y de pronto se lanzó por una escalera de dos metros de altura “casi por decisión propia”, aseguran los testigos. Lo inquietante es que este "supervisor robot" estaba programado para ubicar su entorno y advertir los riesgos de determinadas acciones.
El fatal desenlace ocurrió el pasado 27 de junio. Las autoridades locales iniciaron entonces una investigación para esclarecer las circunstancias del suceso, y los medios de comunicación lamentaron el “primer suicidio de un robot en el país”. Los titulares se refirieron al caso diciendo: "¿Por qué lo hizo el diligente funcionario?" o preguntándose "¿Era el trabajo demasiado duro" para el robot? Como muchas cosas que anticiparon Los Simpsons, en un capítulo de su temporada 13 (año 2001) un robot -que emulaba al robot asesino Hal 9000 de la pelicula "2001 - Odisea en el Espacio") termina con el aparato intentando suicidarse...
Más allá del planteo filosófico sobre si una máquina de este tipo puede tener “sentimientos” –tema que abordó la literatura en varias ocasiones- el abordaje periodístico parece orillar la ironía al plantear el dilema –también ya muy abordado- del reemplazo del hombre por la máquina, temor que alimentó ahora la irrupción de la Inteligencia Artificial.
Como sea, hay una investigación abierta: "Se han recogido piezas y serán analizadas por la empresa", declaró un funcionario del municipio de Gumi. Otro dato: a diferencia de otros robots, que normalmente solo pueden utilizar una planta, el robot del municipio de Gumi podía llamar a un ascensor y moverse de un piso a otro por sí solo.
A modo de cierre, vaya el dato de que este hecho abrió otros debates interesantes en torno a la seguridad y a la viabilidad de utilizar robots en tareas administrativas o de cualquier otro tipo. Muchos especialistas subrayan la necesidad de revisar y mejorar los protocolos operativos de estos dispositivos para prevenir futuros incidentes similares. Algo que, evidentemente, elevaría los costos. Es posible que ese sea el motivo por el que el municipio de Gumi decidió, asimilada la pérdida, no reemplazar al robot. Al menos, por el momento.
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