Una "generosa" propina de 3.000 dólares dejó en estado de shock a la mesera Mariana Lambert, cuando en junio, del corriente año, un cliente de la pizzería donde trabaja en Estados Unidos la sorprendió con su acto de bondad.
La euforiano duró mucho ya que tres meses más tarde, el cliente Eric Smith pidió que le devolvieran la propina que había otorgado a la empleada de Alfredo's Pizza Café, un restaurante de Scranton, Pensilvania, mencionado en la popular serie The Office. Acto que llevó a la empresa a demandar al hombre por el fiasco.
Los 3.000 dólares (alrededor de 864.000 pesos argentinos) habían sido cargados a la tarjeta de crédito del cliente, junto con su consumo de apenas 13 dólares por una pizza enrollada o stromboli, según informó New York Post. La empresa pagó la gratificación a Mariana y ella usó el dinero.
Pidió de vuelta la propina y dijo que lo demandarán
"Hace poco más de un mes, recibimos algo por correo de que Eric estaba disputando el cargo por la propina que dejó", contó Zachary Jacobson, gerente del restaurante, a la estación de noticias local WNEP.
La pizzería pensó que se trataba de un mal entendido, ya que su cliente había dado la propina como parte del movimiento viral Tips For Jesús que busca cambiar la vida de las personas. Alfredo's Pizza Café contactó a Eric por Facebook, quien dejó de responder los mensajes.
"Desafortunadamente, tuvimos que presentar cargos a través de la oficina del magistrado, porque ahora nos quedamos sin este dinero en este momento. Y él nos dijo que demandáramos, así que eso es lo que vamos a hacer", dijo Jacobson.
"Pensamos que alguien realmente estaba tratando de hacer algo bueno... Espero que reconozca sus acciones y se presente y pague esto, porque no debería haber hecho esto si este iba a ser el resultado final", manifestó desconcertado.
Un hecho viral
La historia de Mariana Lambert, la mesera que recibió 3.000 dólares de propina, se volvió viral en las redes sociales en ese momento, difundió Univisión.
"Verificamos su tarjeta y todo pasó. Tomamos su identificación y tomamos fotos de todo. Esperaron un poco para asegurarse de que fuera legítimo y pasó, y terminó siendo real", recordó la mesera.
"Realmente significó mucho para mí porque todo el mundo está pasando por cosas... Realmente tocó mi corazón. Todavía no puedo creerlo. Todavía estoy en estado de shock", dijo efusivamente entonces, sin imaginar la amarga reacción que tendía luego el cliente.
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