Falleció el músico Ricardo Iorio, ícono del heavy metal nacional
El cantante tenía 61 años. Estaba en su casa en Coronel Suarez.
Ricardo Iorio, el popular músico referente del heavy metal falleció a los 61 años. Estaba en su casa, ubicada en una zona rural de Coronel Suárez.
Lo confirmó su abogado, Juan Ignacio Vitalini a la radio Rock And Pop. “Empezó a correr el rumor en Bahía Blanca. Intenté hablar con algunos familiares, la mujer me confirmó la triste noticia", dijo.
"Iorio empezó a sentirse mal en la casa, un fuerte dolor en el pecho, se acostó, llamaron a la ambulancia y falleció en el trayecto, cuando ella llegó ya había fallecido. Se desconocía si había tenido algún problema anterior, la señora me dice que no. Es muy sorpresivo todo. Estaba todo bien, solo sintió ese dolor en el pecho. Una locura. Es una triste noticia”, explicó el letrado minutos antes de las 9 de la mañana", explicó.
“Llamaron a la ambulancia y cuando llegó estaba fallecido”, informaron a Infobae desde el municipio de Coronel Suárez, quienes constataron su muerte. MInutos después, se conoció el parte oficial. “Se recibe llamado al teléfono de emergencias procedente de la sala médica local, solicitando personal policial en el campo donde reside Ricardo Iorio en zona rural de Coronel Suárez, a 80 kilómetros de esta, dando cuenta que habría fallecido. Motivo por el cual se da aviso inmediato a personal jurisdiccional por corresponder jurisdicción”, se sostiene en el documento.
La carrera del cantante y compositor Ricardo Iorio es muy extensa. Fue el fundador de bandas icónicas como V8, Hermética y Almafuerte. Luego, lanzó su carrera como solista y hasta hace pocos días se encontraba en medio de la gira nacional, presentando nuevo material.
Cuándo fue su último recital
Ricardo tenía una conexión especial con Rosario, cuidad donde vivió un tiempo de joven mientras en su vida sonaban los discos de Pappo. El mítico Willie Dixon (hoy la Sala de las Artes) era su lugar favorito para tocar cada vez que el Indio Blanco lo invitaba. Aunque su último recital lo hizo en el Anfiteatro Humberto de Nito hace apenas unos días.
Tal era su amor por la ciudad rosarina que, inclusive, le dedicó una canción. "...Zanjeando en tus orillas de pibe la suerte hallé cuando un disco de Pappo
oí por primera vez. Mis primos del barrio Acindar, desde ese día supieron que seguiría los pasos de aquél inmenso rockero", escribió el metalero.
Sus valores, recuerdos, luchas y odios
Ricardo Iorio no era una persona fácil con la que trabajar. Los músicos que no conocieron coinciden en algo de manera casi unánime: su temperamento fogoso e iracundo provocaba temor y desconcierto en sus compañeros de ruta ante los cambios súbitos en sus decisiones, muchas veces arbitrarias.
Dentro del rock, el que no gustaba de su propuesta musical, respetaba su absoluta autenticidad y su prosapia de héroe de la clase trabajadora. De esa manera fundó varias bandas, tres de las cuales quedarán en la historia grande del metal argentino: V8, Hermética y Almafuerte.
En V8, Iorio era el bajista y una de las cuatro partes de aquel motor que impulsó al metal nacional, a partir del under más precario hasta el reconocimiento de la tribu de camperas de cuero que hoy considera al grupo pionero en el género vernáculo.
Desde la edición de Luchando por el metal (1983), hasta el final en 1987, Ricardo Iorio y Alberto Zamarbide, el vocalista del cuarteto, fueron los miembros más estables de la leyenda. Pero las diferencias entre los dos hicieron imposible seguir adelante. Zamarbide se había volcado a la fe evangélica mientras que Iorio no renegaba de lo esotérico aunque tampoco sintiera simpatía por el demonio.
La creación de Hermética
En su batalla, Iorio dio un paso decisivo con la formación de Hermética, nave insignia del metal argentino en los años '90, con la que encontró una vuelta de tuerca nueva para su idea del metal vernáculo gracias a los talentos del cantante Claudio O’Connor, el guitarrista Antonio Romano y distintos bateristas hasta que Claudio “Pato” Strunz se estableció como el hombre ideal detrás de los platillos en el segundo álbum de la banda, Ácido Argentino (1991), que contenía clásicos como Gil trabajador, Evitando el ablande, En las calles de Liniers y Robó un auto.
Aún hoy es considerado como la cumbre del metal nacional. Hermética fue un grupo de pares al comienzo, pero con el correr del tiempo el centro gravitacional de las decisiones fue estableciéndose en la figura de Ricardo, que era idolatrado por el público, cada vez más numeroso hasta llenar el estadio de Obras Sanitarias el 12 de noviembre de 1994.
Hermética se perfilaba como una banda que podía trascender el cerco de un público metálico y acceder a otras audiencias, pero Iorio concentraba cada vez más las decisiones y estas eran cada vez más confusas para los otros integrantes.
Iorio tensó la cuerda de Hermética hasta que lógicamente se rompió. O’Connor declaró que pasó de “líder a tirano, pero nosotros sin él no podemos seguir porque el nombre es suyo y las letras son suyas. Tenía mucho peso dentro de la banda”.
Otro tema urticante era el reparto del dinero, que de acuerdo con lo que sostuvo alguna vez Antonio Romano, era bastante arbitrario. “Decía que no le interesaba la plata, pero se llevaba el 40%, yo el 30%, Claudio el 20% y Struz solo el 10%. Ese era uno de los tantos temas que queríamos hablar. Hacía un mes que no nos dábamos bola y fue incapaz de venir a preguntar qué nos pasaba”.
Nace Almafuerte
De cualquier manera, los tres integrantes lograron reagruparse bajo el nombre de Malón y tener una vida musical propia. Iorio no perdió tiempo y fundó Almafuerte, un grupo de corte más personal en el que podía incluir algo de su impronta telúrica y tanguera, y en el que se convirtió en cantante indiscutible, con su voz aguardentosa e identificable al instante.
La denominación de esta nueva banda se inspiró en el seudónimo del poeta Pedro Bonifacio Palacios. En Almafuerte, Iorio encontró un diamante en la figura del virtuoso guitarrista Claudio “Tano” Marciello; tras una tanda de bateristas, Bin Valencia terminó de configurar el trío que se aumentó a cuarteto cuando Iorio decidió dedicarse solamente a cantar, y el bajo fue empuñado por Beto Ceriotti hasta el final del grupo.
Nuevamente las desavenencias le pusieron un punto final a Almafuerte, que de todas maneras fue el grupo que más le duró a Ricardo: veinte sólidos años. En este caso no hubo peleas, y aconteció una real disolución; con Iorio ya viviendo en “el medio de la nada”, como gustaba decir, en pleno campo, cerca de Sierra de la Ventana, se fue esfumando de a poco.
En 2017 blanqueó la situación de Almafuerte, que ya no existía como grupo, y anunció una carrera como solista que nunca terminó de configurarse del todo, aunque no pasara demasiado tiempo sin presentarse en vivo.
Toro y pampa
Le gustaba el campo, tocar en el interior de Argentina, recibir a sus amigos, fatigar los caminos. Ricardo Iorio fue un hombre difícil con el que trabajar pero una persona fiel a su sentir y a sus pensamientos.
Murió en plena pampa, donde el guerrero buscaba el reposo que le repusiera las fuerzas. Su corazón se detuvo abruptamente, como el final de algunas de sus canciones. La sorpresa es toda nuestra.
El recuerdo de algunos famosos
Andrés Calamaro despidió al músico con mucha tristeza y lo catalogó como “el artista indispensable de rock, heredero y señor del heavy (metal) y del folklore eléctrico, poeta del sur, destilado de Larralde y Facundo Cabral, estudioso lector, argentino cabal y una dulce persona”. “Responde al destino del canto poetizado por Yupanqui, encarna cuatro décadas de libertad, cuero y metal, con V8, Hermética, Almafuerte, tangos y Milongas. Quedan sus obras con sus históricas bandas, Ácido Argentino, Orio y Flavio, El Camino, Toro y Pampa y sus discos criollos cantando rock y tango. En sus versos la más pura argentina rockera y en su canto el oxidado cuero del alma Argentina. El más grande de mi generación que no se olvidó de vivir. Te vamos a recordar todos los días. Hasta siempre”, expresó “el Salmón”.
Kapanga y Claudio “Tano” Marciello también despidieron a Iorio en las redes sociales. “Buen viaje Ricardo. Hoy es el día más metal pesado que nunca. Gracias por todo y continuaré tocando nuestras canciones como siempre”, escribió el exguitarrista de Almafuerte y actual líder de CTM.
“No me va a alcanzar la vida para agradecerte todo lo que me enseñaste a mi y a los miles de metaleros. Se fue nuestro prócer”, escribió el locutor Daniel Herrera, a la vez que sumó un hilo con la carrera del cantante y una foto de 2016 de uno de los últimos shows de Almafuerte en el Belicho Metal de Catamarca.
Por su parte, el periodista y escritor Sergio Marchi recordó al “emblema del metal argentino” y expresó: “Será recordado por generaciones a través de su trabajo con V8, Hermética y Almafuerte. Que su alma encuentre descanso”.
El exjugador de Racing Hugo Lamadrid, el periodista Bruno Larocca y el crítico de cine Diego Trerotola también compartieron fotos de Ricardo en las redes. “V8 cantaba la canción Destrucción, una denuncia a la dictadura, compuesta, cantada y editada en la misma dictadura. Una gran canción, además. A ese Ricardo Iorio le tengo más respeto que a mucho músico local. Después discutimos sus idioteces y provocaciones”, escribió Trerotola.
No tardó en llegar el mensaje de despedida de su colega Flavio Cianciarullo, bajista de los Fabulosos Cadillacs y compañero de Ricardo Iorio en el proyecto Peso Argento, disco que publicaron en conjunto en el año 1997.
“Mi corazón está de luto. Te voy a extrañar mucho compadre. Siempre queriéndote tanto . Hablamos hace poco por teléfono. Me llamaste, y fue un alegrón . Prometí ir a visitarte allí , lejos, en tus terruños . Entusiasmados, planificamos con Alvarito el viaje , sería para diciembre de este año .Y si , cuanto te voy a extrañar hermano”, escribió.
Autopsia
La Justicia ordenó una autopsia en el cuerpo del músico Ricardo Iorio para corroborar las causas del deceso, indicó su abogado, Ignacio Vitalini. El letrado, en diálogo con Noticias Argentinas, señaló que "la Policía tomó la decisión de practicarle una autopsia porque es lo que se hace en estos casos cuando la persona muere en la casa". "El cuerpo ahora está en el Hospital de Coronel Suárez porque le están practicando la autopsia. Seguramente, mañana nos entreguen el cuerpo y veremos cómo seguimos. Su mujer no me comunicó dónde será el velatorio ni el entierro. Ni tuvo tiempo para pensarlo", continuó Vitalini en horas de la tarde de este martes.