La sesión especial en la que debía tratarse en la Legislatura bonaerense la suspensión de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias en la Provincia se cayó por falta de quórum. En primer lugar, pareció un golpe relativo para los diputados de La Libertad Avanza que habían pedido la realización de la reunión y que presentaron un proyecto para, directamente, eliminarlas. En segundo lugar, expuso una suerte de fractura en el peronismo, donde no se llegó a un acuerdo entre el kicillofismo y los representantes de La Cámpora y del Frente Renovador massista.
De hecho, la ausencia de estos dos sectores del PJ imposibilitó el número mínimo indispensable para arrancar la sesión. En criollo: se cayó porque los kirchneristas duros y los massistas no bajaron al recinto y sólo hubo un intercambio nimio “en minoría”, sin posibilidad de votar nada. Así, no se llegó a las 47 presencias necesarias; sólo se sentaron 33 legisladores: los de la Coalición Cívica, el PRO, los libertarios y parte del pequeño pelotón de diputados que responde al gobernador Axel Kicillof, enrolados ahora en el flamante Movimiento Derecho al Futuro. El radicalismo no bajó al recinto. Sólo lo iba hacer si el oficialismo conseguía quórum. Es que, en medio de sus internas, resiste a suspender las primarias.
El grupo de Axel Kicillof, además, presentó su propio proyecto para suspender las PASO, a pesar de que ya hay otros ingresados por sectores peronistas. Lo hizo a través de la legisladora Susana González (cuya terminal política es el intendente de Ensenada, Mario Secco), que además modifica ciertos plazos de la ley electoral. Casi como si hubiese sido redactado en la Gobernación. ¿Eso detonó la caída de la sesión? Es una posibilidad pero, en verdad, la sospecha de que no se conseguiría el quórum necesario por las disputas internas del PJ sobrevolaba desde bastante antes.
Una semana crucial
La apuesta de los que quieren eliminar las PASO es que todo se resuelva en la sesión ordinaria del próximo jueves 27 de marzo. O bien se toma como una semana para acercar posiciones en el peronismo, o bien se profundiza la grita evidenciada.
Uno de los proyectos que, se suponía, reunía más consenso es el presentado por el diputado del Frente Renovador Rubén Eslaiman, delegado de Sergio Massa en la Legislatura. Este era el proyecto originalmente apoyado por el kicillofismo, por eso sorprendió la presentación de una iniciativa con sello propio por parte de la gente del Gobernador.
O no tanto, porque la sospecha en el mundillo peronista es que con este proyecto Kicillof busca asegurarse algún marco legal para facilitar la convocatoria a las elecciones generales donde se definirán diputados y senadores provinciales y concejales, en agosto o septiembre, despegándose de los comicios nacionales.
Es lo que no quiere el cristi/camporismo, que pretende que se vote todo junto en octubre. Algo que plantearía un problema notable: esas elecciones deberían hacerse con un sistema mixto. De “concurrencia”, según la jerga electoral. Esto es: por un lado, con boleta única para cargos nacionales (BUP) y por otro con boleta sábana para los provinciales.
El simulacro
La Provincia ha hecho un simulacro al respecto y el resultado fue catastrófico. Demoras interminables que harían imposible cumplir en tiempo y forma con el horario de votación. Más allá de esa cuestión técnica, que es real, existe una cuestión política que persigue el axelismo: provincializar el comicio, en un gesto de autoridad frente a Cristina y Máximo Kirchner.
Para apurar definiciones, Kicillof convocó oficialmente a las PASO para el 13 de julio. Y trasladó a la Legislatura la posibilidad de posponerlas, como ha ocurrido a nivel nacional y como viene pasando en la mayoría de las provincias. Sabe que gran parte de la oposición -sino toda- estaría de acuerdo con la suspensión pero, como se dijo, tiene el principal problema entre los legisladores del propio peronismo.
Los proyectos de González y de Eslaiman no son los únicos para suspender las Primarias. Presentaron al respecto: Florencia Retamoso (UP), Matías Ranzani (PRO), Gustavo Cuerva (Unión Renovación y Fe) y Agustín Romo (La Libertad Avanza), que propuso eliminarlas. Hay además un proyecto del senador Marcelo Daletto (UCR+ Cambio Federal) para que sean voluntarias.
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