“Como consecuencia de esta política económica (de Javier Milei), se perdieron miles y miles de fuentes de trabajo. 170.000 empleos formales registrados fueron destruidos. Si se incluyen los informales, llegamos a 230.000 empleos pulverizados. Un cuarto de millón de empleos destruidos por Milei. Y ocho de cada diez nuevos desempleados son bonaerenses. ¿Cómo no va a reaccionar ante esta injusticia la provincia de Buenos Aires?”, fue uno de los tramos más duros que el gobernador Axel Kicillof destinó al Presidente y su gestión económica al frente del Gobierno nacional.
Lo hizo durante el acto de apertura de Sesiones Ordinarias en la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, en la Ciudad de La Plata, Kicillof comenzó su discurso refiriéndose puntualmente a la insinuación que hiciera Milei pocos días atrás de una eventual intervención federal al estado bonaerense, y luego comenzó a desglosar los principales puntos de la gestión de gobierno libertario. También se refirió nuevamente al caso Kim y consideró que Milei habló del tema como “un panelista de televisión”.
“La Argentina está siendo sometida a un experimento de ajuste, crueldad y desintegración”, dijo en un extenso discurso donde no faltaron las referencias al escándalo con criptomonedas que protagonizó el Presidnete – el llamado “criptogate” por la memecoin $Libra-, la afirmación de que el ajuste “no lo está pagando la casta” y que se ve en el quite de presupuesto a todo lo que implique ayuda social.
Por eso enfatizó su diagnóstico al decir que “la deserción del Gobierno Nacional no es solo una cuestión económica o administrativa, es también un proyecto de desintegración nacional. No es un descuido ni un error: es un plan. Milei no solo busca achicar el Estado, quiere desintegrarlo, quiere desmantelar la comunidad, quiere dividirnos para debilitarnos. Y eso es una estafa al pueblo, a la Patria y a la Constitución”.
El comienzo del discurso
“Hoy quiero comenzar refiriéndome a un episodio reciente de inédita gravedad institucional, un hecho sin antecedentes que no podemos pasar por alto. Lo quiero sintetizar sin adjetivo. El hecho en sí mismo alcanza para causar perplejidad. El presidente de la nación amenazó con intervenir la provincia y pretendió echar al gobernador por las redes sociales. Parece una distopía tragicómica, pero es lo que ocurrió hace unos pocos días”, expresó Kicillof.
Y seguidamente emparentó esa descripción con el caso $Libra: “Tal como ocurrió también hace poco con una criptomoneda… El presidente ahora dice que no quiso decir lo que dijo. Peor, que lo dijo, pero que no estaba interiorizado en el tema. No sé qué es peor, si haber realizado la amenaza o hacerla y luego recular. No se puede, presidente, ser impune, cínico e irresponsable. Le toma el pelo a toda la dirigencia política y a todo el pueblo con un tema tan grave, delicado y cargado de historia como una intervención federal”, enfatizó.
“El gobernador al que liberalmente le pide la renuncia fue reelegido por casi 20 puntos de diferencia respecto al segundo. En una elección en la que la fuerza política del presidente fue derrotada en tres instancias. Así como el presidente no puede avalar una estafa financiera de escala internacional, tampoco puede usar el mandato que le dio la democracia para atentar contra ella. Desde acá le quiero recordar al presidente que con la democracia y el federalismo no se juega”, agregó el gobernador bonaerense. En este punto, agradeció el apoyo de y “respaldos recibidos por parte de dirigentes, fuerzas políticas, incluso de las que no forman parte de nuestro espacio”.
Ya lanzado a la descripción del escenario económico, Kicillof dijo que “el plan económico de Milei, como varios planes neoliberales en nuestra historia, en particular la tablita de Martínez de Hoz, la convertibilidad del Cavallo, o los primeros años de Macri, está compuesto por unos pocos elementos: planchar el dólar, planchar los salarios, ajustar fuertemente el presupuesto, aplicar tarifazos e implementar una apertura importadora y una desregulación económica”.
Derrumbe del salario
“El resultado es siempre el mismo”, concluyó el Gobernador, y detalló: “Por el dólar quieto, reprimiendo los salarios y las jubilaciones, la inflación se reduce, pero a costa de liquidar la demanda y el mercado interno primero y la producción y el empleo después. Veamos los números oficiales. Desde que llegó Milei, el salario mínimo cayó un 30% con respecto a noviembre del año 23 y el índice salarial del INDEC un 14%. La jubilación mínima se desplomó un 22% y la jubilación media un 12%. Son derrumbes -para el que estudia, para el que conoce, para el que investiga- que tienen pocos antecedentes históricos en materia de ingresos populares, de jubilados, de trabajadores”.
“Esta fuerte caída hizo que a su vez se desplomara el consumo. Doy datos: la venta en los supermercados cayó un 11%, la de los minoristas un 15%. Mientras que en la imaginación del presidente todo anda bien y todo crece, en la realidad tenemos los peores niveles de consumo de carne, de leche y de yerba en décadas, a veces de toda la serie o en 100 años. Claro está, si no hay consumo no hay ventas y por tanto aumenta el desempleo”.
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