Axel Kicillof viene dando pasos y al mismo tiempo brindando señales en el sentido de robustecer su perfil de dirigente nacional. Aún cuando estén por delante las elecciones bonaerenses y la decisión de esta vez sí buscar espacios para dirigentes propios en las listas de candidatos, existen otras cuestiones de fondo que tendrá que resolver y que de alguna manera lo obligarán a mostrar sus cartas en la disputa que mantiene con el kirchnerismo duro.
Por estas horas se robustece la versión de que el Gobernador estaría cerca de tomar la decisión de despegar los comicios bonaerenses de los nacionales. Es una idea que se viene amasando desde hace meses y que tomó fuerza a partir del enfrentamiento con Cristina Kirchner y del reclamo que numerosos intendentes que reportan al esquema de Kicillof que le piden un gesto definitivo de autonomía.
La expresidenta insiste en la idea de que las elecciones en la Provincia deben ser simultáneas con las nacionales, esto es, el mismo día. Sostiene que hay que nacionalizar la disputa con el gobierno de Javier Milei y que su figura, si es que finalmente termina siendo candidata a diputada nacional, será clave para esa estrategia.
Desde la vereda de enfrente, los libertarios parecen sentirse cómodos abrazados a la idea de la polarización con el kirchnerismo. Y si es en la figura de la propia expresidenta, mejor.
El kicillofismo parece convencido de que la estrategia correcta para enfrentar a la Casa Rosada es negarle ese efecto arrastre. Por eso, la idea de desengancharse de las elecciones nacionales como hace la mayoría de los gobernadores.
Se apoyan en el convencimiento de que Milei carece de una estructura propia consolidada y que juega con su propia figura. Por eso, la idea del sector del Gobernador de evitar la simultaneidad. Esta decisión tiene otras implicancias. El desdoblamiento en desafío a Cristina Kirchner supone para Kicillof no solo desoír un deseo: supone algo más de fondo como es establecer un reto político al liderazgo de la flamante titular del PJ nacional.
En términos de protagonismo electoral, el desdoblamiento de los comicios en la Provincia implicaría que la figura de Cristina no tuviera tanta incidencia. En cambio, ganaría presencia la de Kicillof, en su rol de gobernador y, acaso, de constructor de su propio espacio político.
Los pasos que viene dando el kicillofismo para dotarse de estructura propia independizada del kirchnerismo duro y La Cámpora, se vienen acelerando.
Kicillof deja actuar a dos de sus principales armadores, los ministros Carlos Bianco y Andrés “Cuervo” Larroque, que están encabezando encuentros seccionales como para ir robusteciendo su propio sector.
El 8 de febrero esa estrategia de construcción tendrá una parada importante en Mar del Plata donde Kicillof prevé encabezar un acto con referentes de la Quinta sección electoral. De todos modos, seguramente esa movida tendrá un tinte provincial.
Especulaciones
En medio de las especulaciones respecto de la posible suspensión de las Primarias a nivel nacional, en las últimas horas se habló de alguna chance de que Kicillof pudiera anunciar en esa actividad el desdoblamiento electoral. Parece difícil porque para el 8 de febrero aún no estará resuelto el trámite legislativo en el Congreso.
Además del acto en la Costa, hay otras dos movidas que ya tienen fecha. Serán el 15 de febrero en Junín y el 22 de febrero en San Nicolás. Son dos ciudades grandes del interior bonaerense que, al igual que Mar del Plata, están gobernadas por intendentes de la oposición. También hay planes para hacer otros actos en Azul y Bahía Blanca, en la Séptima y Sexta sección electoral. En ese caso, habrá que ver qué hacen los intendentes de ambas ciudades, más cercanos al kirchnerismo duro que a Kicillof.
En el Gobierno bonaerense, mientras tanto, se aceleran otras medidas. Se avanza en el rediseño de la gestión con la decisión de que no se insistirá para que la Legislatura le apruebe el Presupuesto.
Cristina Kirchner mandó a decir que quiere que le aprueben ese proyecto al Gobernador. En la Provincia interpretan esas declaraciones en el marco del juego de tensiones que se agigantará si aparece el desdoblamiento de los comicios en territorio bonaerense.
Compartir