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Cambia la Secundaria con el fin de la repitencia como eje
DESDE ESTE AÑO EN LA PROVINCIA Y LA REGIÓN

Cambia la Secundaria con el fin de la repitencia como eje

Todo lo que hay que saber sobre la reforma. Se acreditan los aprendizajes por materia y no por año. La cursada pasa a ser cuatrimestral y retorna la calificación númerica.

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En poco menos de un mes, las 4.700 escuelas secundarias de la provincia de Buenos Aires estrenarán la reforma educativa que se aprobó a mediados de 2024 y cuyo eje polémico vuelve a estar en la eliminación de la repitencia del año completo cuando los alumnos reprueban solo algunos cursos.

Desde este año, los 1.700.000 adolescentes del ciclo medio bonaerense acreditarán los aprendizajes por materia y no por año, y deberán recuperar o “intensificar” los conocimientos de las materias que no aprobaron sin que eso les impida continuar con su trayectoria educativa. Ese período de intensificación debutará el 14 de febrero (ver aparte).

Otra novedad es que la cursada pasará a ser cuatrimestral y se deberá aprobar con 7 en ambos segmentos del año. Es decir que se reintroduce la nota numérica que había sido reemplazada durante la pandemia por un sistema de trayectos. Sobre el espíritu de la medida, el director general de Cultura y Educación de la provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, sintetizó en su momento:

“La materia aprobada no se recursa y la pendiente se enseña mucho, nosotros decimos que se intensifica”.

Hasta 4 materias

No obstante, se aclaró que los alumnos podrán “intensificar” hasta cuatro materias pendientes. A partir de la quinta, junto con un “Equipo de Definición de las Trayectorias Educativas”, se definirá cuáles son las cuatro que se intensifican y cuáles se recursan. Para tener el título secundario los alumnos deberán haber cursado y aprobado con un mínimo de 7 las asignaturas de ambos cuatrimestres.

La Provincia avanzará así con un cambio de régimen para una población escolar aquejada por altos índices de abandono. Según expertos, la repetición del año, sumado a la pobreza del territorio, contribuyen a alentar la deserción en el secundario, un problema que afecta en distinta escala a buena parte de los sistemas educativos del mundo.

En el ciclo medio es cuando se produce el mayor abandono de los alumnos, que parecen querer desentenderse de la escuela a medida que aumenta la edad y el grado cursado.

Cuestiones como la necesidad de la autonomía personal, el menor peso de la autoridad paterna, el desinterés por los contenidos enseñados y la necesidad de trabajar atentan sobremanera contra la obligatoriedad de la secundaria.

Escolaridad, a destiempo

Los datos hablan por sí solos. En la Argentina solo 22 de cada 100 chicos de 15 años transitan su escolaridad en tiempo y forma, sin haber repetido ni abandonado la escuela y habiendo alcanzando el desempeño mínimo esperado. Es en quinto año donde se registra el mayor abandono. Aún cuando la deserción de la secundaria a los 17 años se ha reducido y el promedio nacional pasó del 24,4% entre los adolescentes que tenían 17 años y estaban en quinto año en 2018 al 15,1% entre los chicos de 17 años de quinto año en 2022, la cifra sigue siendo muy alta. En la Provincia, el abandono en 2018 era del 19,2% y cayó al 9,3% en 2022, según un relevamiento del Observatorio Argentinos por la Educación.

Vale atenerse de nuevo a los datos: en las pruebas Aprender 2022, entre los alumnos que repitieron dos veces, el 94,9% estaba en los niveles básico o por debajo del básico en matemática y en lengua, el 74% se ubicaba en esos niveles.

El abandono en el secundario, que la Provincia busca atemperar al modificar el régimen de promoción, también es un tema de debate en la Región. En Uruguay, por ejemplo, la principal causa de deserción en la secundaria en todos los quintiles de ingreso (desde los más pobres a los más ricos) se explica por la falta de interés en los aprendizajes y no por la necesidad de salir a trabajar, según la Encuesta Continua de Hogares de ese país del año 2019.

Es decir, es la escuela secundaria y su propuesta la que está expulsando a los alumnos. En Uruguay, pero algo de eso también puede estar ocurriendo en la Argentina y en la provincia de Buenos Aires.

Los cambios que empezarán a regir este año en las escuelas bonaerenses, de alguna manera, se hacen eco de ese debate. Incluso en los sistemas educativos más desarrollados surgen cuestionamientos a ese mecanismo que lleva a repetir todas las materias, incluso las aprobadas, por haber desaprobado solo algunas. Antes que mejorar los rendimientos, volver a recursar todo, incluso lo ya acreditado, genera desaliento y altas chances de abandono. Lo que se propone entonces es recuperar lo “pendiente” con un equipo de acompañamiento pedagógico.

Claro que la propuesta de la Provincia llega también con una mochila de dudas sobre las dificultades que podría tener su implementación. Por ejemplo, la manera en la que se va a lograr que cientos de miles de alumnos en miles de escuelas secundarias puedan cursar al mismo tiempo las materias regulares del año en curso y, en simultáneo, recuperar los aprendizajes pendientes. Cómo se hará para evitar superposiciones de aulas, horarios y profesores y cómo alumnos con poco hábito para el estudio podrán adaptarse a la complejidad del nuevo sistema son algunas de las preguntas que todavía se hacen docentes y especialistas.

En la Provincia aseguran tener todo listo para la puesta en marcha de la reforma que arrancará el mes próximo con los procesos de “intensificación” y que también implica obra pública y construcción de nuevas escuelas, inversión en la contratación de más maestros y maestros y la efectivización de 1.700 directores de escuelas y 1.722 vicedirectores.

En qué consiste el período de “intensificación” y “fortalecimiento” que arranca en febrero

A partir de la eliminación de la repitencia, los alumnos de la Provincia ya no deberán recursar las materias aprobadas, sino que solo tendrán que intensificar los saberes las asignaturas “pendientes”. Ese proceso arrancará el mes que viene, según la reciente resolución 5507 que publicó el gobierno bonaerense en el Boletín Oficial, donde habilitó la asignación de los llamados “Módulos Presenciales de Fortalecimiento de las Trayectorias Educativas (FORTE)” que estarán vigentes del 14 al 27 de febrero y del 10 al 21 de marzo de 2025. Estos períodos permitirán a los estudiantes “intensificar” contenidos previos antes del inicio y durante el desarrollo del ciclo lectivo regular.

De esta manera, queda atrás el sistema de repitencia completa, que obligaba a los estudiantes a repetir todo el año si no aprobaban suficientes materias. Ahora, podrán reforzar hasta cuatro materias del ciclo lectivo anterior mediante clases presenciales o virtuales, organizadas en horarios flexibles según la disponibilidad de cada escuela, incluyendo contraturnos y sábados. A partir de la quinta materia, junto con un Equipo de Definición de las Trayectorias Educativas (integrado por docentes, preceptores y directivos), se definirá cuáles son las cuatro que se intensifican y cuáles se recursan.

El nuevo sistema establece que la aprobación de materias intensificadas requerirá una nota mínima de 4. Sin embargo, los estudiantes podrán cursar simultáneamente materias pendientes junto con las asignaturas del año en curso. Por ejemplo, un alumno de segundo año podrá recursar Matemáticas de primero sin que eso interfiera con su avance.

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