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Se profundiza la pérdida de playas por la erosión costera
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Se profundiza la pérdida de playas por la erosión costera

La costa bonaerense pierde en algunos puntos más de un metro por año.

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A lo largo de las últimas décadas, las playas bonaerenses vienen perdiendo espacio a razón de un metro por año a causa del proceso de erosión. Si bien se trata de un fenómeno natural -que tiene a las sudestadas como una de sus principales causas-, el avance de la urbanización, la concentración de balnearios, defensas costeras mal planificadas y otras actividades humanas agravan el panorama haciendo que en algunos distritos, como el Partido de la Costa, Mar Chiquita, Villa Gesell, Necochea y Pinamar, la degradación sea incluso mayor. 

Así lo advierte un informe presentado semanas atrás por el Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras al Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires, donde se analiza la evolución de la problemática a lo largo de la costa bonaerense desde la década del ochenta hasta la actualidad. Sus autores, que buscaban determinar el efecto de las acciones adoptadas en los distintos municipios, no ocultan su preocupación. Y es que sin una ley provincial que permita la gestión integral y la recuperación de la zona costera, afirman que el escenario planteado por el cambio climático podría acelerar seriamente su degradación. 

“Hoy día la Provincia no puede intervenir no solo en temas de erosión, sino tampoco en otros problemas como la sobreforestación, el manejo de los balnearios y demás actividades humanas que afectan la recuperación natural de las playas”, se lamenta el doctor Federico Isla del Instituto de Geología de Costas de la Universidad Nacional de Mar del Plata y la CIC e investigador del CONICET, al señalar la ausencia de un marco legal que ponga freno a la erosión. 

Principal responsable del informe, Isla cuenta que las medidas de mitigación aplicadas en las últimas décadas en la costa bonaerense han tenido un resultado dispar. Mientras que algunas obras marítimas realizadas por el Ministerio de Infraestructura (como espigones transversales, pedraplenes y rompeolas desvinculados) han logrado controlar la erosión en ciertos puntos para acentuarla en otros, las obras blandas, como los “enquinchados” hechos por algunos municipios, tampoco han sido una solución. 

Los enquinchados, una de las primeras estrategias que comenzaron a aplicar algunos balnearios bonaerenses para proteger sus playas, consisten en vallas de ramas y alambre que permiten la acumulación de arena en las dunas. “Aunque al principio disminuyeron el transporte de arena, los enquinchados no tuvieron en general el debido mantenimiento (que consiste vaciarlos para que sigan cumpliendo con su fin) por lo que muchos quedaron obsoletos y las playas se fueron haciendo más angostas debido a las tormentas del sudeste”, explica un documento del Instituto de Geología de Costas. 

Es así que “algunos lugares se están quedando sin playas, lo que resulta preocupante para municipios cuya economía depende de la concesión de balnearios. Hay una erosión generalizada en el norte de General Pueyrredón y sur de Mar Chiquita, pero también en la costa de Villa Gesell, Pinamar y las localidades del partido de La Costa, como Santa Teresita, Las Toninas y Mar del Tuyú”, alerta el investigador.

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