La tensión política no cede. Y el debate por el Presupuesto bonaerense previsto para hoy en la Legislatura, sigue envuelto en un pesado manto de dudas. Según trascendió en diversas fuentes, no hubo avances concretos para destrabar la aprobación de ese proyecto y de la ley Impositiva.
Todo, con el agravante de que el propio oficialismo en la Cámara de Diputados prácticamente depositó la responsabilidad de que la negociación avance en el gobernador Axel Kicillof.
Esa no es más que la ratificación de la fuerte tensión política que existe en el peronismo y que la semana pasada había alcanzado un pico de tensión cuando diputados de La Cámpora, massistas e intendentes del PJ jugaron a fondo y le cambiaron casi medio Presupuesto a Kicillof.
La movida finalmente fue abortada, pero la tensión nunca cedió.
Ayer, el nuevo presidente de la Cámara de Diputados, Alexis Guerrera, publicó un tuit que dejó tela para cortar. Si bien le pidió a la oposición que acompañe, expuso a Kicillof. “Los 37 diputados de Unión por la Patria estamos listos para votar el Presupuesto, la ley Fiscal y el Endeudamiento que necesita la Provincia para garantizar los servicios del 2025. Vamos a estar sentados en nuestras bancas para darle al Gobernador el paquete de leyes presentado”, señaló.
“Respecto de los dos tercios que requiere el endeudamiento, todos los bloques opositores han manifestado la necesidad de establecer algunas pautas que exceden a la discusión de esta Cámara, y son propias del ámbito del Poder Ejecutivo provincial”, dijo. “Confiamos en que por estas horas, el Gobernador, que lleva adelante esos diálogos, podrá avanzar para darle la tranquilidad que tanto necesitan las y los bonaerenses”, sostuvo.
De esta forma, el bloque oficialista buscó salir de la encerrona en que quedó la semana pasada y pasarle la responsabilidad de la negociación a Kicillof.
El Gobernador pretende que la Legislatura apruebe el Presupuesto completo (incluido el endeudamiento) y la ley Impositiva que consagra aumentos en diversos tributos. Pero para votarse la autorización para la toma de deuda por unos 1.200 millones de dólares, el peronismo necesita el acompañamiento de los bloques de la UCR, el PRO y la Coalición Cívica.
Estas bancadas no sólo reclaman cambios a algunos aspectos de los proyectos, sino que además se avance con designaciones en diversos organismos que quedaron pendientes. Esa negociación, hasta anoche, continuaba trabada.
En ese contexto, las sesiones estaban en duda. Fuentes opositoras decían anoche que durante la jornada habían existido algunos contactos con el Ejecutivo, pero que no se había llegado a un acuerdo. “Todo puede pasar, pero parece difícil que mañana (por hoy) se vaya a votar todo lo que pide el Gobernador”, señalaban.
En ese marco, el Gobierno insistía en que quiere todo el paquete legislativo completo. Descartó, una vez más, la posibilidad de que la autorización para tomar deuda quede para tratarse en febrero. En medio de la discusión, lanzó una fuerte ofensiva a través de intendentes aliados que salieron a reclamar que la Legislatura le de a Kicillof todas las herramientas que está pidiendo.
Fue un mensaje hacia el corazón del propio oficialismo destinado también a la oposición que resiste una aprobación a libro cerrado.
“Es indispensable contar con estos instrumentos para continuar cumpliendo con los ciudadanos bonaerenses”, afirmó por su parte el ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis.
De la ofensiva kicillofista también participaron algunos sectores sindicales. Por caso, las dos CTA emitieron una extenso comunicado en el que señalaron que “de la aprobación de este paquete de normas dependen cuestiones esenciales como la inversión para garantizar obras públicas, el reequipamiento de las fuerzas de seguridad, la educación, la salud, los recursos para sostener las paritarias del sector público y la generación de empleo”. Pero el acuerdo, hasta anoche, seguía sin alumbrar.
Compartir