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Advertencias y señales para Axel Kicillof
LA PROVINCIA

Advertencias y señales para Axel Kicillof

El gobernador pretende tener un protagonismo mayor en las definiciones electorales del año que viene.

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Máximo Kirchner puso en blanco sobre negro la indisimulable disputa política que mantiene desde hace tiempo con Axel Kicillof. Lo hizo de manera descarnada, con un discurso en el que fue más allá de críticas puntuales a la figura del Gobernador: directamente puso en tela de juicio la lealtad del mandatario hacia Cristina Kirchner.

Se trata de toda una novedad política. Porque lo que venía apareciendo en superficie era una pelea interna que como primera estación tenía el manejo de la lapicera para el armado de las listas de candidatos de cara a las elecciones del año que viene. Ahora, al menos a los ojos del kirchnerismo duro, a Kicillof se le estaría calzando el traje de desafiante del proyecto que custodia la ex presidenta.

Tampoco resultó casual que Máximo Kirchner saliera a ensalzar al senador Wado De Pedro. ¿Será la alternativa a Kicillof que está pensando el kirchnerismo? Menos extrañeza provocó que mencionada a la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza. Es una dirigente que tanto Cristina como Máximo tienen desde hace rato en carpeta para encabezar la lista de diputados nacionales o para la pelea por la Gobernación en 2027.

Alrededor de Kicillof rechazan aquél supuesto desafío a Cristina Kirchner. “Es la líder de nuestro espacio”, reafirman. Incluso conceden que “Cristina puede ser candidata a lo que quiera y la vamos a apoyar”. Anotan otro dato: “Fue Axel el que propuso que fuera candidata a presidenta” en las últimas elecciones.

El Gobernador pretende tener un protagonismo mayor en las definiciones electorales del año que viene. Traducido: sentarse a la mesa de decisiones. “Nos lo hemos ganado”, dicen en su entorno. Hay algunos dirigentes cercanos a Kicillof que creen que un candidato propio sería el escenario ideal para que el Gobernador se pusiera al hombro la campaña en las elecciones de medio término. La Cámpora parece haber anticipado su desacuerdo con esa idea.

Con ese clima de tensión en ascenso, en el gobierno provincial sostienen que los cuestionamientos de Máximo Kirchner “están fuera de contexto”. Responden con algo de ironía. “Parecen no comprender la magnitud que tiene la ruptura del tejido social por las políticas del gobierno de Milei”, anotan.

El caso es que el peronismo bonaerense entró en una disputa a cielo abierto que genera una fuerte división. Que impulsa, aunque a Kicillof le disguste el término, un “kicillofismo” como antídoto al kirchnerismo duro que busca una vez más acaparar listas y candidatos. Habrá que ver el poder y efectividad de ese remedio cuando llegue la hora de la verdad.

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