La disputa interna que libran intendentes alineados a Axel Kicillof con La Cámpora, sigue encontrando insumos de qué alimentarse. La tensión, lejos de ceder, continúa en aumento y se exhibió sin tapujos hace algunos días en la Gobernación cuando la jefa comunal de Quilmes, Mayra Mendoza, lanzó un exabrupto contra su par de Avellaneda, Jorge Ferraresi.
Ferraresi es uno de los alcaldes que trabaja en el esquema político de Kicillof. Viene recorriendo la Provincia visitando quirúrgicamente distritos camporistas. Mendoza estalló porque le “caminó” Quilmes y encabezó una actividad en claro desafío al liderazgo local de la dirigente que reporta a Máximo Kirchner.
Lejos de retroceder, el intendente de Avellaneda redoblará la apuesta. Hoy tiene previsto encabezar otra actividad incómoda para La Cámpora: estará en Lanús, otro distrito controlado por la “orga” que lidera el hijo de la ex presidenta.
Ferraresi irá a Lanús a robustecer un trabajo territorial que viene consolidando desde hace tiempo y que hacia fines del año pasado tuvo un punto alto cuando incorporó a su espacio a la concejal Belén Barrueco. La dirigente reportaba al bloque que responde al intendente camporista Julián Alvarez, ex viceministro de Justicia de Cristina Kirchner.
Un cruce reciente
La actividad cobra relevancia adicional porque el cruce con Mayra Mendoza aún está fresco. También, porque La Cámpora reaccionó con dureza y acusó directamente a Kicillof de estos movimientos que realiza Ferraresi.
“No es sólo contra Mayra o contra La Cámpora. Lo mismo le hicieron al Frente Renovador en San Fernando y a Menéndez en Merlo. Kicillof no puede estar ajeno a estas movidas”, dicen en el sector de Máximo Kirchner.
“En vez de estar unidos enfrentando a un gobierno nacional que está hambreando al pueblo y destruyendo el aparato productivo, tenemos que estar soportando discusiones internas extemporáneas y absurdas a tres años de las próximas elecciones”, sostienen.
La pelea tiene como telón de fondo el armado de listas para el año que viene y la posterior puja por la candidatura presidencial de 2027 de la que Kicillof quiere estar en primera línea.
El Gobernador busca no quedar relegado en la confección de las nóminas a legisladores que el año pasado fue monopolizada por La Cámpora. La idea de construcción para la disputa presidencial tiene como estación intermedia para Kicillof la legislativa del año que viene. Por eso busca que varios nombres propios ocupen lugares relevantes.
Esa decisión lo puso en tensión con La Cámpora. Además, porque el kicillofismo en construcción comenzó a desafiar los armados territoriales del sector de Máximo. Una de las puntas de lanza es justamente Ferraresi, aparentemente lanzado en su propia carrera para la Gobernación.
Claro que más allá de esa ambición, el intendente de Avellaneda integra la mesa política de Kicillof junto a los ministros Carlos Bianco, Gabriel Katopodis y Andrés “Cuervo” Larroque, y alcaldes como Julio Alak y Mario Secco, entre otros. De ahí que La Cámpora le apunte directamente a Kicillof por aquellos movimientos que Ferraresi realiza en sus territorios, aún cuando el intendente de Avellaneda esté jugando, además del proyecto del Gobernador, su propio partido.
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