Sigue la puja del campo y la Provincia por la suba del impuesto inmobiliario rural
Desde el sector agrario acusan un incremento en las boletas del impuesto que llega hasta el 500% mientras que desde el Gobierno bonaerense aseguran que el aumento se dio por debajo de la inflación e indicaron que “el conflicto está motivado por cuestiones políticas”.
El incremento del impuesto inmobiliario rural continúa generando fuertes cuestionamientos desde las entidades rurales hacia el gobierno provincial y es sin dudas una cuestión crítica para la región, parte de la zona núcleo, en el norte bonaerense.
Desde el sector agrario acusan una suba en las boletas del impuesto que llega hasta el 500% mientras que desde la Provincia aseguran que el aumento se dio por debajo de la inflación, excepto en algunas partidas, -cerca de 2000-, de grandes valuaciones, donde alcanzó un 300%.
Con protestas y un llamado de rebelión para no pagar el tributo, la puja continúa y se expande, luego de que el gobierno bonaerense afirmara que los reclamos están liderados por “candidatos en las listas de La Libertad Avanza”. De hecho, el titular de la Agencia de Recaudación de la provincia de Buenos Aires (ARBA), Cristian Girard, aseguró que “el peso del Inmobiliario Rural en los costos de producción del sector agropecuario no es un factor determinante como para generar este nivel de reclamo contra el gobierno provincial” y agregó: “Creo que el conflicto está motivado por cuestiones políticas, y no por el aumento impositivo”.
Intento de “politizar el tema”
En una entrevista reciente con Democracia, Girard descartó de plano que se pueda hablar de “un impuestazo” en el territorio bonaerense y aseguró que “la carga impositiva se incrementó por debajo de la inflación para la mayoría de los propietarios rurales”. Para el titular de ARBA resulta “irresponsable” llamar impuestazo a la suba y aclaró que “los campos que tienen más de 3 millones de dólares de valuación de mercado no tuvieron el tope de 200% y se les aplicó directamente la variación del ajuste de la base imponible y, como máximo, los aumentos llegan al 300%, 315% en algunos casos”.
Esto ocurre “porque solamente hay 2.138 campos que tienen una evaluación de base imponible de valor tierra superior a los 199 millones de pesos, que son campos de precio de mercado 3 millones de dólares para arriba”.
“No estamos ante una situación crítica por el Impuesto Inmobiliario en el sector rural. Me parece que lo que hay es un intento de grupos concentrados de politizar el tema. Son dirigentes que tienen posiciones políticas muy claras, ya que muchos de los voceros de este conflicto representan a La Libertad Avanza”, insistió Girard. Asimismo, remarcó que “no hay una caída, un desplome del cumplimiento y la cobrabilidad en los impuestos. Ya venció la primera cuota del Inmobiliario Urbano en febrero y la primera cuota del Rural ahora en marzo. No estamos viendo que haya un proceso de rebelión fiscal sobre el cual están proponiendo Espert y Milei; todo lo contrario, estamos en niveles normales y esperados”.
Asambleas y reclamos
El conflicto se generó a partir de la llegada de las boletas del Inmobiliario Rural. Si bien se había hablado de un tope del 200 por ciento anual y de hasta 300 por ciento en propiedades de mayor valuación, en el campo sostienen que el tributo finalmente aumentó muy por encima de esos porcentajes.
El productor, vicepresidente de la Coalición Cívica ARI y concejal de Junín, Rodrigo Esponda señaló sobre las subas: “Todos recibimos un aumento y por lo menos con la gente que yo hablé, que lógicamente no son todos los vecinos de Junín, recibieron aumentos superiores al 200%, que era lo autorizado por la Legislatura”. A su vez cuestionó, “la trampa de eliminar los beneficios al buen contribuyente, que no se considera un aumento pero cuando uno va a la ventanilla a hacer el pago tiene que hacer una erogación mayor de dinero, con lo cual paga más, aunque no lo quieran llamar aumento”.
Respecto de las medidas de las entidades rurales aseguró: “He visto asambleas de la zona norte y ahora hay una muy grande, el 5 de abril en Azul, con lo cual la protesta está vigente. Hay mucho malestar, no solo por el aumento que se considera desmedido, porque no se vuelca al servicio de los bonaerenses, sino porque además han hecho esta trampa de decir que iban a aumentar una cosa y terminamos recibiendo un aumento muchísimo mayor”.
“Es parte de la ineficiencia de nuestro Gobernador, ya demostrada cuando fue ministro de Economía, nos dejó un desastre en su período con Cristina Kirchner que hoy en día estamos pagando con YPF, con distintos arreglos que hizo con el Club de París, y arreglos en los que fue muy malo negociando y en ese mismo sentido, de la misma manera, maneja la Provincia de Buenos Aires y aumenta, aumenta, aumenta y nunca alcanza y los servicios nunca llegan”, cerró.
Por su parte, Aníbal Fernández, presidente de la Sociedad Rural de Lincoln, cuestionó: “Iban a subir hasta el 200% y subieron lo que se les dio la gana, de acuerdo a un montón de variantes”. “Esto es confiscatorio. Entre ganancias, retenciones, ahora un 20% más, entre rural y caminos, no sé si nos queda un 20%. Hay que trabajar para el Estado”, lamentó.
Sobre las protestas, Fernández señaló que “desde las sociedades rurales del norte, lo citamos a Kicillof para hablar del tema, vamos a ver si viene. El intendente de Lincoln nos atendería esta semana”.
El titular de la Rural de Lincoln reiteró: “Se llevan todo y es la plata de la zona. Acá el pueblo vive del campo y si el campo no desparrama riqueza la pasamos mal todos. Es una pelea de siempre, no saben lo que es trabajar, producir y crear riqueza para el país”.
“El malestar es muy grande”
El prosecretario de Carbap, Gustavo Frederking aseguró a Democracia que “la situación no ha cambiado y el malestar de los productores es muy grande. Por parte del Gobierno no hay ningún tipo de reacción para cambiar esto y desde el campo consideramos que este aumento es arbitrario, injusto e ilógico”. Aseguró que “los aumentos no son del 200% sino mucho mayores y no entendemos por qué se quitó el descuento por buen contribuyente”.
Destacó a su vez: “Las entidades hemos enviado las notas pertinentes y utilizado los canales de diálogo para revertirlo, pero no hemos visto un cambio”. Frederking aseguró que “han habido muchas asambleas” y que “la convocatoria es creciente, porque el malestar es grande”.
“Seguimos viendo que desde la política no hay forma de que entiendan que el camino para que un país salga adelante no es el que se aplica con el campo, donde la presión tributaria es cada vez mayor, tal y como lo indica el informe de FADA de los últimos días. Del 59 al 65% aumentó la incidencia del estado en la renta del productor que es un número altísimo y tiene que llamar a la reflexión”, indicó el productor.
“Esto es menor inversión, menor producción, menor creación de empleo y mayor pobreza. Esto trae aparejado que la situación así no camina”, alertó y volvió a pedir por el cese de las retenciones: “Son un impuesto directo, totalmente confiscatorio y no hay en ningún país del mundo”. “Se espera que el gobierno reflexione. Esperamos señales directas”, cerró Frederking.