Axel Kicillof inaugurará hoy el 152º período de sesiones ordinarias en la Legislatura bonaerense. La cita está prevista para las 16 y la mayor expectativa pasa por saber si el mandatario utilizará la ocasión para responder al discurso que el presidente Javier Milei pronunció el viernes ante el Congreso.
De hecho, fue esa especulación la que cosechó todo tipo de críticas opositoras cuando trascendió que el gobernador había resuelto pasar para hoy un mensaje que originalmente estaba previsto para el viernes a las 17. La decisión se adoptó luego de que, en forma inusual, Milei optara por presidir la Asamblea Legislativa por la noche, lo que limitaba al bonaerense para replicar desde su propio acto institucional.
Más allá de que fundamentó la postergación en la posibilidad de que la ceremonia provincial se superpusiera con la nacional, en la oposición salieron con los tapones de punta contra Kicillof y lo acusaron de estar “más interesado en pelearse con el presidente que en solucionar los problemas” de la provincia. Tal fue la polémica que se armó que algunos, incluso, amenazaron con ausentarse hoy en la Legislatura.
Habrá que ver entonces qué es lo que finalmente termina ocurriendo. Si en efecto se producirá ese faltazo y si, como se cree, el gobernador le apuntará directamente al libertario.
Si bien en la provincia guardan con particular hermetismo el contenido del mensaje que dirá el jefe del Estado bonaerense frente a legisladores, intendentes, jueces de la Suprema Corte y miembros del gabinete, se espera que haga especial hincapié en el recorte de los recursos federales resuelto por Milei. Pero también habría alguna que otra alusión a la convocatoria al diálogo del presidente, en el marco del denominado “Pacto del 25 de Mayo” a celebrarse en Córdoba.
En ese sentido, el tono discursivo de Kicillof podría ir en la línea de lo que, apenas concluido el paso de Milei por el Congreso, advirtió el cordobés Martín Llaryora, quien observó que “para mayo falta mucho y hay cosas urgentes por resolver”.
Hoy, las urgencias del gobernador pasan por la poda de recursos por parte de la Nación y que la provincia reclama por la vía judicial. Una de esas demandas tiene que ver con la eliminación del Fondo de Fortalecimiento Fiscal que privará al Estado bonaerense de unos 875 mil millones de pesos, en parte destinados para pagar los salarios de los policías.
También inquietan la quita del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID) y del Fondo Compensador para el Transporte del Interior.
Como el cordobés Llaryora, Kicillof entiende que mayo está muy lejos y que lo importante pasa por resolver lo más urgente y mitigar, más pronto que tarde, los efectos de la recesión en marcha.
De ahí que todavía sea una incógnita la presencia o no del gobernador en la cumbre de Córdoba propuesta por el presidente, que además condicionó el financiamiento para las provincias a la aprobación de su Ley Ómnibus. Con todo, la duda pasa también por saber si el mandatario provincial estará guardando bajo siete llaves su posición para dar algún indicio en la Asamblea de hoy.
En redes sociales
Por lo demás, Kicillof, que asistió a la apertura de sesiones ordinarias del Congreso, nada dijo tras el discurso de Milei y tampoco se expresó en redes sociales. Apenas si atinó a compartir en su cuenta de la red social X (antes Twitter) un mensaje del ministro de Salud, Nicolás Kreplak, quien le apuntó al presidente por un comentario sobre el manejo de la pandemia.
“Una de las tantas afirmaciones mentirosas, provocadoras y que solo buscan construir un relato anti Estado del presidente en la apertura de sesiones tuvo que ver con el desempeño de nuestro país en la pandemia. Lejos de ignorar sus dichos, dejo la info”, introdujo Kreplak en la publicación que Kicillof retuiteó.
“Argentina en 2020, aún sin vacuna, estuvo entre los estados con menos exceso de mortalidad en el mundo. Gracias a las medidas de cuidado, contención y acompañamiento de un Estado y una sociedad comprometida”, destacó el ministro, y abundó: ”Esto queda demostrado a diciembre de 2022, donde nuestro país tuvo 2859 fallecidos por millón de habitantes. Los -malos- ejemplos que usa el presidente tuvieron más cantidad: 3192 EEUU y Brasil 3217. Es decir, 30 mil muertos más si hubiésemos seguido la receta libertaria”.
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