El despuntar de la campaña electoral obliga a oficialismo y oposición a comenzar a mostrar sus cartas. No sólo se trata de revelar parte de la estrategia territorial y el mensaje con el que buscarán seducir al electorado no convencido: también dejar al descubierto las inquietudes y los temores que cruzan a las principales fuerzas.
Cerca de Axel Kicillof comenzaron a mirar algunas circunstancias que les hacen ruido. Una de ellas, quizás la que genera mayor incertidumbre, tenga que ver con la participaron que se dará en las Primarias. Es un dato que encendió luces amarillas luego de ver y analizar lo que ocurrió en las provincias en donde ya se votó. Los niveles de concurrencia a las urnas fueron en general más bien flacos y esa apatía ha sido puesta bajo la lupa en la Gobernación.
Existe una sensación extendida de que la foto-resultado que arrojen las PASO puede generar un efecto psicológico de alto impacto. El equipo de Kicillof se abraza a esa teoría. Ese fue uno de los aspectos que se analizó en la mesa de campaña bonaerense que integran, además del Gobernador, Máximo Kirchner y Wado De Pedro. Habrá un diseño de despliegue territorial fuerte en busca de torcer parte de esa apatía, en particular la que se registra sobre aquellos votantes que el oficialismo tiene detectados como afines. El mensaje ya fue estrenado y retumbará en cada acto: “participación o vuelta de la derecha”.
Kicillof acaso haya dado pistas sobre esa inquietud en un encuentro que mantuvo hace unos días con intendentes del oficialismo. Fue allí donde blanqueó que Unión por la Patria, al menos en la Provincia, tendrá que trabajar la boleta “de abajo hacia arriba”. Que los votantes potables dejen de abrazarse a la apatía y el desencanto. También, que desde los distritos se empuje la boleta presidencial propia y la de Sergio Massa.
El oficialismo tiene detectado que, al menos en la Provincia, los intendentes miden más que el binomio presidencial. Incluso, por encima de Kicillof en varios distritos. La orden que surgió en la reunión de la mesa de campaña es trabajar la boleta completa para empujar a Massa. El tigrense afronta el desafío de lograr, además, la aceptación del núcleo duro del kirchnerismo que puede verse tentado a votar por Juan Grabois.
En la oposición también asoman señales que denotan inquietud. Acaso la más notoria haya sido la decisión de Horacio Rodríguez Larreta de jugar a todo o nada y potenciar la candidatura a gobernador de Diego Santilli. El “Colorado” tendrá una suerte de reflector cromático en el tramo de su boleta con el inocultable objetivo de transformarse en un imán electoral. Esa decisión puede que contenga al menos dos explicaciones. La primera, y acaso más palpable, que Santilli sigue siendo el candidato a gobernador de la oposición que más adhesiones recoge. Y que con esa decisión, Rodríguez Larreta pretenda que ese tramo de la papeleta se transforme en una suerte de imán para su propia candidatura.
La otra razón puede tener que ver con que el alcalde porteño quizás esté visualizando en la Provincia una disputa interna muy cerrada con Patricia Bullrich. De ahí la idea de potenciar la figura del dirigente más instalado de su espacio.
Cerca de Bullrich descreen de que ese movimiento para llamar a votar desde el medio de la boleta sábana surta un efecto arrastre sobre el candidato presidencial que aparece en la punta de la papeleta. De hecho, todo el trabajo para potenciar al candidato a gobernador de los halcones, Néstor Grindetti, se basa en la asociación con la ex ministra de Seguridad.
El movimiento de Larreta en la Provincia, con todo, sorprendió. Y acaso terminó por blanquear los motivos por los que el jefe de Gobierno porteño siempre se negó a compartir la candidatura de Santilli con Bullrich cuando en Juntos por el Cambio era enorme la presión para que ambos contendientes sintetizaran fórmula en la Provincia. Rodríguez Larreta está convencido de que tiene la mejor carta para disputar el estratégico territorio bonaerense. La ex ministra de Seguridad, en cambio, apuesta a su propia figura.
En Unión por la Patria, mientras tanto, observan esa interna y prenden velas para que no surja un ganador contundente que salga potenciado para las generales de octubre.
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