El intendente de Arrecifes, Javier Olaeta, quedó envuelto en un escándalo. Fue durante la apertura de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante cuando se cruzó con las bancadas opositoras. La jornada terminó abruptamente en medio de gritos y acusaciones cuando los concejales del Frente de Todos se retiraron del recinto.
De antemano se suponía que la asamblea legislativa no iba a pasar como una formalidad más. Es que el jefe comunal de Juntos por el Cambio que gobierna desde diciembre de 2015 se iba a ver cara a cara con los dirigentes que vienen denunciándolo por distintos delitos de corrupción.
"¿Saben con qué economía se maneja Arrecifes? Con las tasas de los vecinos. Usted concejal Sebastián Reigosa desde 2015 que no pagaba la tasa de su casa", lanzó Olatea. Ante esto, el dirigente randazzista lo cuestionó por hacer esa acusación y se fue. A los pocos minutos volvió con una carpeta y se la tiró sobre el escritorio. "¿Cómo me vas a hablar de esa manera? Presos van a terminar, quédese tranquilo”, le dijo antes de retirarse definitivamente.
Inmediatamente, entre aplausos y gritos el resto de los ediles de la oposición siguió los pasos de Reigosa. El intendente mantuvo su postura hasta el final diciendo que "cuando les dicen la realidad les molesta". "Vamos a seguir laburando hasta el último día que nos corresponde", sentenció antes de que las autoridades levantaran la sesión por falta de quórum.
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