Los jueces Osvaldo Rossi y Esteban Andrejin absolvieron a Nicolás Pachelo por el beneficio de la duda, porque no se probó que fue él quien ingresó el 27 de octubre de 2002 a la casa de María Marta García Belsunce en el Country El Carmel, de Pilar.
"Las pruebas de cargo reunidas no permiten sostener un grado de certeza suficiente para definir la situación del justiciable por sentido de la condena. Es que aún en el mayor rendimiento asignable a las evidencias presentadas con notable esmero por las partes acusadoras, persiste un cuadro de alta duda que indiscutiblemente desvanece el estado de certidumbre necesario para considerarlo culpable del acometimiento letal", sostuvieron ambos jueces del Tribunal Oral en lo Criminal 4 de San Isidro.
Además, para los jueces no fue "desechada otra hipótesis alternativa del hecho, de acuerdo al material probatorio introducido al juicio".
"Mal puede considerarse que en este presente juicio, con la prueba introducida, lo que fue duda en otros procesos se hubiese transformado en certeza, esto es, que se disipara el estado de dubitación que se ponderó como base para absolver al cónyuge de la víctima, no sólo por el homicidio sino también por el encubrimiento, o al médico que decidió callar el cuadro traumatológico advertido y mal documentarlo; o que se hubiesen esfumado las categóricas pruebas valoradas y raciocinios explicados por el Tribunal en lo Criminal 1 y recurso mediante, por el órgano Casatorio luego, para los confirmados culpables de encubrimiento", escribieron en la sentencia.
Y agregaron: "Por el contrario, subsisten. Y devienen de plena vigencia para su contemplación como premisas reductoras de consistencia para los términos de la acusación formulada ahora contra Pachelo".
Pruebas desechadas
Luego, los magistrados, van derribando una a una las pruebas que presentó la fiscalía al solicitar perpetua, entre ellos el testimonio que dio un joven que vivía en el barrio El Carmel y que momentos antes del crimen vio en una calle en dirección a la vivienda de la víctima ir a Pachelo trotando y por detrás a María Marta.
Primero señalan sobre ello que de las varias veces que declaró a lo largo de los años hay contradicciones, pero además que eso refutaría el argumento de la fiscalía sobre que Pachelo la mató cuando ella lo descubre robando en su casa. "No se determinó pues, dimensión similar entre la calidad de actividades delictuales verificadas en cabeza de Pachelo, con la hipótesis de una ejecución de robo con desenlace mortal que mantuviera a Pachelo en lo inicial, con decisión de introducirse a la vivienda de quien en mismo preciso momento, lo sobrepasaba a bordo de su bicicleta y arribaba al destino hogareño; y si por caso hubiese sido al revés, la víctima sin sobrepasar la velocidad de trote, al ver la invasión a su unidad funcional, no dio aviso alguno en reclamo de ayuda evitando pasar al interior de su morada, pese a ser sabida en Carmel la fama de ladrón o peligroso del ahora absuelto", dijo el Tribunal por mayoría.
Tampoco la evidencia fue contundente en cuanto a que Pachelo le habría robado a María Marta su perro Tom para luego hacerle exigencias de dinero por su devolución. Fue "evidencia tan contrapuesta e inconsistente afincada en rumores. Pero, aún de concederse la hipótesis en cuestión, tampoco se vislumbra con entidad eficiente -siquiera suficiente- un indicio de culpabilidad en desmedro de Pachelo".
Otro de los puntos que señaló la fiscalía en la acusación es que empleados de una estación de servicio cerca del country dijeron que Pachelo al día siguiente del crimen de María Marta se presentó en el bar del lugar y les consulto sobre el hecho, cuando aún no era público siquiera que se había tratado de un homicidio. Es que en las primeras horas y recién al realizarse la autopsia en diciembre del 2002 se estableció que fue un crimen más no un accidente.
Los jueces dijeron que se probó que Pachelo no estuvo en el bar a esa hora de la mañana siguiente al crimen tal cual lo testificaron los empleados de la estación de servicio, y hasta analizaron sus ingresos y egresos del barrio privado donde vivía, o sea El Carmel.
El fallo
El Tribunal Oral 4 de San Isidro absolvió por mayoría a Nicolás Pachelo y a los ex vigiladores José Ortiz y Norberto Glennon por el crimen de María Marta García Belsunce, ocurrido el 27 de octubre de 2002 en el country Carmel de Pilar, y de esta manera el caso policial más trascedente de los últimos 20 años queda impune.
De todas maneras, Pachelo recibió una pena de 9 años y 6 meses de prisión en otras causas por robo agravado en casas de countries, ocurridos entre 2017 y 2018, que se juzgaron en paralelo. De unos nueve hechos por robo de los cuales inicialmente se lo había acusado, él mismo reconoció su culpabilidad en seis de esos hechos, y por esos seis recibió la condena.
Carrascosa: “Seguiré reclamando justicia”
Tras la absolución de Nicolás Pachelo por al crimen de María Marta Belsunce, el viudo de la víctima, Carlos Carrascosa, advirtió que va a seguir "reclamando a la Justicia" y que la muerte de su mujer "no va a quedar impune".
"Que una persona al rato de cometer un hecho prepare su coartada, involucrando nada menos que al ser que le dio la vida, es algo no usual; que sus hermanos y allegados también lo crean capaz de matar, que su misma patología -la psicopatía, que dicen que no existe- le haga perder la cabeza a nivel de comentar el hecho antes que nadie sepa nada; que vaya teniendo esa actitud de dominar todo… Es algo difícil de creer", sostuvo el viudo.
Carrascosa se expresó de ese modo en una carta a la sociedad en la que también comparó su propia condena, por la que estuvo preso y también fue absuelto, con el proceso judicial que benefició a Pachelo. "Ni les digo si hago una comparación con mi tragedia, no se le puede poner fin. Sin embargo, seguiré reclamando a la Justicia en todas las instancias hasta tener una respuesta. Un dolor sin fin… La muerte de mi mujer no va a quedar impune", añadió en el final del mensaje.
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