Nadie termina por confirmar la movida; nadie, tampoco, se atreve a descartarla por completo. Por aquello de que “cuando el río suena agua trae”, la oposición se ha puesto en guardia frente a la posibilidad de que el oficialismo busque echar mano a una modificación del sistema electoral e intente avanzar con la suspensión de las elecciones Primarias.
Hace unos 10 días algunos dirigentes del PRO se pusieron a trabajar en, para al menos desde la Provincia, bloquear esa eventual jugada. Ahora, todo Juntos por el Cambio resolvió unirse tras la idea de que por la Legislatura “no pasará” una ley de esas características.
Esa cuestión fue uno de los temas que se llevó una parte importante de la reunión reservada que encumbrados dirigentes bonaerenses de Juntos por el Cambio mantuvieron en las últimas horas en Balcarce, en la previa de un encuentro mayor que volvió a reunir luego de varios meses, a la mayoría de los intendentes del radicalismo y el PRO.
“Vamos a jugar a fondo, no nos vamos a dejar atropellar. Podrán suspenderlas a nivel nacional y sacar la ley en el Congreso, pero en la Provincia no tienen número en el Senado y no se lo vamos a dar”, decía tras aquel cónclave uno de los alcaldes radicales. La oposición decidió abroquelarse porque olfatea que la excusa de suspender las Primarias para ahorrar recursos en un período dibujado en sus contornos por el ajuste que empuja el ministro de Economía Sergio Massa, es sólo eso: una excusa.
El objetivo real surge menos altruista al menos bajo la óptica opositora. En primera instancia, porque pondría a Juntos por el Cambio en el brete de definir por consenso una disputa interna feroz entre las dos alas del PRO que encarnan Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, a la que se suma al radicalismo que empuja una lista presidencial propia.
Otra cuestión no menos importante está en juego: sin Primarias, la oposición quedaría privada de ir por el voto de los libertarios porque no tendría forma de redireccionar esas preferencias ya que se votaría solamente una vez, directamente en los comicios generales de octubre.
En la Provincia, donde las disputas opositoras no alcanzan el nivel de pirotecnia nacional, la vigencia de las Paso también surge como una necesidad imperiosa para la oposición.
No sólo por las candidaturas a gobernador sino también por las disputas que amenazan con desatarse en los municipios.
Ese debate descorrió el velo respecto de otra cuestión que inquieta a los intendentes opositores: sus propias reelecciones y la gobernabilidad de sus distritos. Hubo mucho debate al respecto en la cita serrana.
Acaso la cuestión suene extemporánea a 11 meses de las Primarias (para el caso de que se terminen realizando) pero salió a la luz: la mayoría de los jefes comunales empuja la idea de que puedan ir a elecciones adheridos a todas las boletas nacionales y provinciales en danza. Es decir, quieren ser candidatos, al mismo tiempo, de Larreta, Bullrich y de Facundo Manes, si es que finalmente el neurocientífico es candidato por el radicalismo.
Ese experimento busca proteger los distritos de las peleas nacionales. También, y acaso ese sea el objetivo mayor, evitar que una lista opositora al intendente se beneficie de ser exclusiva representante de un candidato nacional o provincial taquillero. Se trata de un asunto espinoso. No hubo resolución porque, básicamente, nadie sabe cómo se terminará resolviendo la disputa nacional ni cuántas candidaturas sobrevivirán hacia el final del verano.
Pero no es una cuestión menor: de hecho, en las próximas horas diversos popes bonaerenses comenzarán a analizar alternativas. Esa preocupación de los intendentes de Juntos por el Cambio se enlaza con otra similar que en reuniones reservadas viene planteando Mauricio Macri y que tiene que ver con la candidatura a gobernador de la Provincia. El expresidente preferiría que hubiera un solo postulante al menos desde el PRO donde hay varios anotados.
Esa aspiración puede que encuentre resistencias. Bullrich salió en las últimas horas a dibujar un desafío a Macri al afirmar que será candidata “en cualquier circunstancia”.
Traducido: aún si el líder del PRO se anotara en la carrera. Ese dato esconde otro: la exministra de Seguridad tampoco querría que hubiera síntesis en la Provincia. Básicamente, porque buscaría guardarse una carta brava para jugar en su intento por desbalancear la pelea con Larreta. ¿Ofrecerles a los radicales la Gobernación? Es una posibilidad que aparece en el bolillero.
El nombre de Manes es el que más seduce, pero el médico jura y perjura que no será candidato a gobernador. Empujado por sus aspiraciones presidenciales, sigue recorriendo el país bajando el mensaje de que la construcción de una nueva Argentina no puede hacerse desde los extremos ideológicos, una receta que repitió en La Plata en su visita de los últimos días.
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